DENUNCIA EL ESTADO EN EL QUE ESTÁN LOS TECHOS DE LA SEDE VECINAL DE SANTA ANA

Hay peligro de derrumbe y algunas de las habitaciones se encuentran apuntaladas desde hace meses 

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1 voto2 votos3 votosPreocupados. Así se encuentran los vecinos de la barriada de Santa Ana al ver el estado en el que se encuentra el local de la Asociación de Vecinos. En los últimos años, las manchas de humedad han pasado a la caídas de placas de yeso y, algunas de las dependencias de la sede se encuentran apuntaladas por peligro de derrumbe. «El techo se está cayendo y viniendo abajo y nosotros no sabemos qué más podemos hacer ya», declaró el presidente del colectivo vecinal, Alfonso Gea. Al parecer, este problema no es nuevo en la asociación al igual que las conversaciones que han mantenido con el Ayuntamiento de Linares para poder darle una solución pero que, por el momento, no han dado los frutos esperados. Según Gea, «hay un par de concejales que se están portando muy bien con nosotros pero no han conseguido una reunión con la Junta para que podamos sentarnos con ellos y hablar sobre este problema», aseveró.

El local fue cedido a los vecinos en el año 2000 y, tras una serie de reformas, lo inauguraron en abril de 2004 por parte de la Junta de Andalucía ya que éste pertenece al Parque Empresarial de Linarejos, extinta Santana y, por tanto, propiedad del ente andaluz. Sin embargo, éste no es el único problema con el que cuentan los vecinos ya que, según apuntan, la intención de la Junta es vender el local por lo que ellos se quedarían sin sede. «Tenemos también esa incertidumbre porque si no quedamos sin local, desaparecería la Asociación de Vecinos porque nosotros no tenemos recursos para mudarnos a otro sitio», explicó el presidente de la AVV.

Aunque se trata de un barrio pequeño de Linares, semanalmente pasan por la asociación un centenar de personas por las actividades que se realizan en ella. Así, se imparten clases de Inglés y Francés a niños y también hay talleres de corte y confección, al que asisten 15 mujeres. El deporte también tiene su hueco en la sede con clases de bailes de salón, aeróbic y gimnasia de mantenimiento también con un elevado número de alumnos. Al estar las instalaciones así, han tenido que cerrar algunas de las habitaciones que en peores condiciones se encuentran por peligro de derrumbe y han tenido que reorganizar los horarios para poder dar cabida a todas las actividades.

«Hemos consultado con un abogado y nos ha dicho que si alguien sufriese algún golpe, el problema sería nuestro y estamos muy preocupados porque ya no sabemos qué hacer para que nos escuchen y se arreglen los techos», destacó Gea. Además de los talleres que se realizan, otro de los puntos de reunión habitual de los vecinos es el 'ambigú', donde comparten la preocupación por el estado de la sede y exponen posibles soluciones, aunque por el momento, tampoco disponen de otro local por la zona para poder marcharse antes de que ocurra incidente alguno en su interior. La barriada de Santa Ana nació como consecuencia de la creación de la empresa automovilística y celebra sus fiestas a finales de julio.

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