Añadir emoción al día es fácil si no mantenemos abiertos al cambio.
Te siento algo estancados/a, pero temes variar la trayectoria; quiere volver a ilusión por las casas, pero no sabes como...... El primer paso para salir de la rutina es conocer que, si bien los habitos que hemos ido adquiriendo nos ayudan a poner orden y automatizar tareas, también pueden restarnos movimiento. La solución ampliar el margen de maniobra.
¿ Siente que te vence la desida?:Mira hacia adentro, pide un deseo y haz todo lo posible por concederlo. Cuando nos acomete, un deseo, nos activemos en busca de su consecución, borrando de un plumazo toda sombra de pereza desánimo o miedo.
Ese impulso que actúa como una especie de fuerza motriz puede ser un proyecto ambicioso o algo de los mas sencillo preparar una cena suculenta, darse un baño, etc.
Si no tienes capacidad para hacer las cosas de una forma distinta en el trabajo, por ejemplo, realiza las tareas de siempre con la mejor actitud posible y trata de dirigir tu caudal del energía y entusiasmo hacia otros cauces donde tengas mayor margen de acción.
El psiquiatra judío viktor Frankl, superviviente del holocausto daba el siguiente consejo a sus pacientes.
"Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación nos encontramos ante el desafío de cambiamos nosotros mismos".
Suele pasar que, en momentos de estancionamiento, esperamos que ocurra algo extraordinario que nos saque de la rutina: un golpe de suerte, una fuente de inspiración , que alguien aparezca y nos rescate...........
Aunque puede que eso que tanto deseamos suceda, es más seguro buscar la solucción por nosotros mismos.
"Cuando tu le mueves, el mundo se mueve contigo", recoge el saber popular. La condición indispensable para que se produzca esa transformación que tanto anhelas es que tienes que ser tú quien de el primer paso.-
Ya lo advertía el filósofo estadounidense Henry D. Thoreaur: "Las cosas no cambian, cambiamos nosotros.
Te siento algo estancados/a, pero temes variar la trayectoria; quiere volver a ilusión por las casas, pero no sabes como...... El primer paso para salir de la rutina es conocer que, si bien los habitos que hemos ido adquiriendo nos ayudan a poner orden y automatizar tareas, también pueden restarnos movimiento. La solución ampliar el margen de maniobra.
¿ Siente que te vence la desida?:Mira hacia adentro, pide un deseo y haz todo lo posible por concederlo. Cuando nos acomete, un deseo, nos activemos en busca de su consecución, borrando de un plumazo toda sombra de pereza desánimo o miedo.
Ese impulso que actúa como una especie de fuerza motriz puede ser un proyecto ambicioso o algo de los mas sencillo preparar una cena suculenta, darse un baño, etc.
Si no tienes capacidad para hacer las cosas de una forma distinta en el trabajo, por ejemplo, realiza las tareas de siempre con la mejor actitud posible y trata de dirigir tu caudal del energía y entusiasmo hacia otros cauces donde tengas mayor margen de acción.
El psiquiatra judío viktor Frankl, superviviente del holocausto daba el siguiente consejo a sus pacientes.
"Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación nos encontramos ante el desafío de cambiamos nosotros mismos".
Suele pasar que, en momentos de estancionamiento, esperamos que ocurra algo extraordinario que nos saque de la rutina: un golpe de suerte, una fuente de inspiración , que alguien aparezca y nos rescate...........
Aunque puede que eso que tanto deseamos suceda, es más seguro buscar la solucción por nosotros mismos.
"Cuando tu le mueves, el mundo se mueve contigo", recoge el saber popular. La condición indispensable para que se produzca esa transformación que tanto anhelas es que tienes que ser tú quien de el primer paso.-
Ya lo advertía el filósofo estadounidense Henry D. Thoreaur: "Las cosas no cambian, cambiamos nosotros.
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