IDEALES
Un tercio de las academias granadinas cierra tras dos años sin convocatorias de cursos de formación
11.02.14 - 00:52 -
Pizarras limpias, ordenadores apagados y aulas completamente vacías son el efecto de la parálisis administrativa de la Consejería de Educación sobre el sector de la Formación en Granada. La falta de convocatoria de ayudas a cursos de formación para desempleados ha sumado una piedra más al ya amplio cargamento que portan los centros de la provincia, muy afectados por la crisis, y que se están viendo abocados al cierre y la emigración a otras regiones con una normativa más desarrollada.
Como denuncia la Asociación de Centros de Formación de Granada (AGAP-CECAP), la Junta de Andalucía lleva desde agosto de 2011 sin abrir ninguna convocatoria de ayudas para cursos de formación a desempleados. La importancia de estas subvenciones es capital, según el sector, que entiende que con esta merma las academias pierden gran parte de sus clientes. Los formadores consideran que con la ausencia de ayudas el ente autonómico deja en la estacada a los miles de granadinos sin empleo que buscan gracias a estos concursos una titulación que les proporcione nuevas oportunidades en el mercado de trabajo.
La falta de nuevas convocatorias ha ejercido un fuerte impacto sobre el sector de la formación de la provincia, que ha visto como un tercio de las academias granadinas ha desaparecido desde el año 2011. Hasta sesenta bajas contabilizan en este periodo, que ha visto partir a muchos profesionales a otras comunidades autónomas donde las administraciones si establecen convocatorias. «Algunos centros han cerrado sus puertas ya en Granada y han emigrado a otras comunidades autónomas que actúan programando planes de formación», explica Antonio Naranjo, presidente de AGAP-CECAP.
Su centro, la academia Hermanos Naranjo, es fiel testimonio de la crisis que sufre el sector ahora. Con casi una decena de aulas, la academia se mantiene en completa inactividad. Mesas vacías y silencio en unas clases que en otras ocasiones han acogido a centenares de estudiantes y que deberían estar llenas precisamente en un momento en el que la formación ha cobrado especial importancia. «Esta es de las instalaciones más grandes de Granada y está vacía, imagínate las otras», asegura mientras enseña la academia.
Las clases vacías no responden a la falta de interés. Según Naranjo, hasta 300 personas solicitaron una de las quince plazas del último curso que tuvieron de vigilante privado. «Tuvimos que llenar todas las aulas para rellenar formularios, pasar entrevistas... Claro que hay interés por parte de los granadinos, pero no hay manera de hacer nada en estos momentos por la decisión de la Junta de no apoyar al sector», señala.
El mismo problema sufre el Centro de Formación Grupo Alhambra. Con más de 30 años de experiencia, vive los momentos más complicados de toda su historia. «Hemos pasado otras crisis, pero nada como esto. Estamos completamente parados porque no convocan nada desde 2011. No velan por los puestos de trabajo», denuncia Fernando Lara, director de la academia.
De 3.000 a 500 trabajadores
La falta de actividad ha obligado a los centros a desprenderse de profesores para evitar la quiebra. Fernando Larga asegura que en Alhambra han tratado de evitar los despidos, pero confirma que ha tenido que reducir la plantilla. «Éramos 63 personas y ahora quedamos doce», señala.
La AGAP-CECAP ha cuantificado las pérdidas de empleo debido a la parálisis. De tres mil empleados existentes en un año con un rendimiento normal, como 2011, han bajado hasta 500. «Si no tenemos cursos, no podemos mantener a los profesores. Han destrozado un sector por completo», señala Naranjo.
El sector ha pedido explicaciones a la Junta de Andalucía, pero no ha encontrado respuesta. «Hemos protestado, hemos intentado hablar con el Consejero y lo único que nos dicen es que ya se hará. Nos vamos con convocatorias de otras comunidades y se encogen de hombros», asegura Antonio Naranjo.
La Delegación Provincial de Educación ha evitado poner fecha para la próxima convocatoria de ayudas, pero ha señalado que habrá movimiento en las próximas semanas.
Mientras tanto, el sector sigue luchando para evitar el cierre de más academias. Algunos subsisten gracias a la administración central. «Sobrevivimos porque nos tocaron dos cursos del SEPE y como nosotros hay otros dos centros más en Granada», explica Naranjo. Otros han tomado medidas más urgentes, como ampliaciones de hipoteca, para seguir abriendo aulas vacías que esperan la presencia de los alumnos.
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