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Baches, aceras rotas y aparcamientos ilegales afectan a esta vía, sobre la que actuará finalmente el Consistorio este año tras la petición vecinal
Los baches, inundados por la lluvia de los últimos días, reflejan el cielo encapotado en el suelo del Camino de Purchil. El mal estado de la carretera, una de las vías de acceso más utilizada de la ciudad, unido al efecto del agua deja esta curiosa escena en el pavimento. Lo que para un visitante ocasional podría tener incluso un punto de encanto se ha convertido en un castigo para la paciencia de los granadinos que usan esta vía a diario para llegar a sus puestos de trabajo o sus viviendas.
Actualmente miles de ciudadanos atraviesan día a día esta calle que comunica Camino de Ronda con el término municipal de Vegas del Genil. Esta circunstancia ha provocado grandes desperfectos en la vía, en la que los baches se cuentan por decenas sobre el asfalto y en la que los sucesivos parchetones de arreglo no han logrado mejorar las condiciones de la carretera.
Vecinos y empleados de las fábricas cercanas dan cuenta de ello. «La calle está llena de agujeros. Es tercermundista», dice una vecina cerca del cruce con la calle Arabial. Justo en esa esquina, en la zona de aparcamiento, surge amenazante un agujero de medio metro de diámetro. El asfalto está muy cuarteado en este tramo eminentemente urbano de la calle, con grietas que ponen en peligro la estabilidad de las motocicletas. «Sí, hemos visto a conductores con problemas, encajan la rueda ahí y el movimiento es muy brusco», dice otro vecino.
Sin embargo, es el tramo que se adentra en la Vega el que aparece más afectado. Cerca del túnel que pasa bajo la autovía, un parchetón de asfalto a distinta altura de la calzada provoca problemas a los conductores más despistados. «Vienes subiendo la cuesta con el coche y si no lo conoces, el golpe asusta. Deberían arreglarlo», afirma un trabajador de la zona. Conforme la vía abandona la ciudad, parches y agujeros se suceden uno tras otro. «No debe costar tanto arreglar la carretera, aunque sea poco a poco, si esto sigue así cualquier día puede haber un accidente», comenta otro. La situación es tal que la propia fábrica de Puleva reclamó en noviembre la acción del Consistorio sobre la carretera.
Por otra parte, no solo el asfalto está muy tocado. Muchos granadinos aprovechan los laterales de esta calle para dejar sus vehículos y eso ha provocado un deterioro muy evidente en las zonas peatonales. El tramo que va desde el túnel bajo la A-44 hasta la calle Virgen Blanca es el más afectado por este mal. Allí, grandes trozos de la acera han desaparecido e incluso la glorieta tiene el bordillo desprendido. «Hace años arreglaron esta parte, pero no ha servido para nada. Los que aparcan han destrozado la acera», critica una señora.
Aparcacoches
La falta de aparcamientos en esta parte de la ciudad ha convertido en parking improvisado a esta calle. Un centenar de granadinos aprovecha los descampados de la trasera del Regina Mundi y la antigua piscina Miami del Camino de Purchil para dejar el vehículo. El número de coche es tal que dos aparcacoches actúan en la zona sin problemas al margen de la ordenanza que prohibe esta actividad ilegal en la capital granadina.
La petición de vecinos y trabajadores ha hecho mover ficha al Consistorio, que actuará en esta calle este año. Según el Ayuntamiento, el equipo de gobierno trabaja ya en un proyecto de acondicionamiento de la calle que acabará antes de final de año con los desperfectos y que pondrá fin a los aparcamientos ilegales.
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