IDEALES
De momento sólo hay un fármaco aprobado para su uso en melanoma
La agencia de noticias científicas SINC explica que la inmunoterapia contra el cáncer es “un cambio de estrategia: no se ataca directamente al cáncer, sino que se libera al ejército inmunitario para que luche con toda su artillería”. La revista científica especializada Science ha escogido la inmunoterapia oncológica como el hito más importante de 2013.
La historia de la lucha contra el cáncer es larga además de muy curiosa. Como bien cuenta SINC, en 1890 un médico del Hospital del Cáncer de Nueva York intentó una técnica para combatir la enfermedad gracias a la casualidad. En un paciente diagnosticado como incurable disminuyó hasta desaparecer tras haber sufrido una infección por una bacteria del género streptococo, así que el médico pensó que su sistema inmunitario había reaccionado no solo contra la infección, sino también contra el cáncer y, para probarlo, infectó a uno de sus propios pacientes con el mismo tipo de bacteria. En pocas semanas este se recuperó, lo que motivó a implantar este método en otras personas enfermas: pero no fue muy exitoso, ya que algunas se curaban y otras no y dependía del tipo de cáncer.
Tras estas experiencias se impuso el método de atacar a las células cancerígenas de forma directa con radio y quimioterapia. No obstante, “en las últimas décadas se han probado diferentes formas de atacar el cáncer a través del sistema inmunitario: con anticuerpos específicos, con moléculas liberadas durante la reacción de defensa o vacunas terapéuticas contra el tumor con efectos limitados”, explica SINC. En el año 2013, “los resultados de varios ensayos clínicos con un nuevo tipo de fármacos han devuelto a la inmunoterapia al escaparate”, dice la agencia. “Estos fármacos sacan al tumor del escondite donde consigue refugiarse del sistema de defensa”, dice la revista Science.
El estudio más relevante y que más esperanzas para vencer esta enfermedad crea es el publicado el año pasado en New England Journal of Medicine, la revista más importante a nivel clínico. Se trata de una serie de ensayos en fase 1, pequeños estudios iniciales que usan diferentes dosis para comprobar la seguridad de un fármaco, que se realizaron en pacientes con melanoma avanzado resistente a los tratamientos y con escasa esperanza de vida. El estudio incluyó 135 pacientes que fueron tratados con lambrolizumab, un anticuerpo dirigido contra el receptor PD-1. Como puede verse en la imagen, “cuando la PD-1 de los linfocitos se une a su complementaria PD-L1, situada en la superficie de la célula cancerosa, se produce una cascada de reacciones que terminan inhabilitando a los linfocitos para ejercer su cometido. Las defensas se quedan ciegas ante el tumor, que se esconde así de su constante vigilancia”, explica SINC.
Hasta este momento, el cáncer sigue siendo activo. Y ahí es donde entra en acción el lambrolizumab: “la misión del anticuerpo es impedir la unión, lo que permite a las defensas soltar su freno de seguridad, volver a reconocer al tumor como extraño y atacarlo. No se ataca directamente al cáncer, sino que se libera al ejército inmunitario para que luche con toda su artillería”, explica SINC.
Esperemos que esta sea la clave definitiva para vencer esta enfermedad.
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