La Cofradía del Rescate celebró una Solemne Procesión Extraordinaria de Alabanza por las principales calles de la capital tr as la Santa Misa Pontifical, culminando la celebración del I Centenario Fundacional de la corporación
La Previa | Granada celebra 'El Puente del Rescate'
Repicaba la ‘Campana del Alba’ de la Santa Iglesia Catedral, proclamando la llegada del ‘Señor de Granada’ a sus calles. Quisieron los granadinos hacer de un lunes del mes de octubre un acontecimiento sin igual, en el que se rindieran honores a la Sagrada Imagen que atesora en sí más de tres siglos de devoción. Manos cautivas aferradas a un cíngulo dorado, una túnica de cola profusamente bordada y un rostro melancólico. Su mirada se detenía ante el atrio catedralicio. En sus naves, silencio. Y tras la forja, cientos de granadinos que aguardaban su presencia. Una vez más, como hace ya más de un siglo, Granada recibía en sus calles a Nuestro Padre Jesús del Rescate.
A los sones del Himno Nacional de España, los hermanos costaleros ofrecieron a la capital granadina su mayor tesoro. Un paso procesional de caoba y plata, en el que se exaltaba una centuria de devoción. Plegarias silentes impregnadas en el eterno aroma de las calas moradas sobre las que 'caminaba el Señor'. Su efigie, rotunda en su concepción, dejaba sin palabras a todos los allí presentes. Así, cuando los primeros rayos de sol vislumbraron los nueve topacios hialinos de las potencias de José Navas Parejo, los cofrades volvieron a ser parte de una historia ya vivida. Contada, escrita, narrada, y ahora celebrada. La Cofradía del Rescate ya era centenaria.
Entre encajes, y bajo el oscuro terciopelo de la túnica, destellos y reflejos emanaban de los gemelos. Piezas de orfebrería dorada que, ciñendo la camisa a sus manos, hacían tangible lo sonoro. El Señor lucía una de las señas de identidad del uniforme de su formación, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús del Rescate, que interpretaba Nuestro Señor ante el Palacio Arzobispal. Aquellos muros que ocultaron, algún día, la firma de un acta fundacional que cambiaría la historia de la Semana Santa de Granada. Sería el 26 de septiembre de 1925 cuando en aquel mismo lugar, cien años antes, el arzobispo Mons. Vicente Casanova ratificaría el sentir del pueblo.
En la Plaza del Carmen, ante el Excmo. Ayuntamiento de Granada, la Agrupación Musical Santa María de la Paz de El Ejido (Almería) anunciaba la llegada del cortejo procesional. Tras la formación, un mar de hermandades y cofradías acompañaban a la centenaria corporación del barrio de la Magdalena. Decenas de guiones corporativos abrazaban la talla atribuida a Diego de Mora, datada en el siglo XVIII, que se situó frente al consistorio granadino.
La Corporación Municipal, encabezada por la alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo, hacía entrega de la Granada de Oro a la Cofradía del Rescate. La enseña, máxima distinción de la capital granadina, era prendida sobre el guion corporativo. De esta forma, la administración local reconocía las miles de devociones que ha suscitado la Sagrada Imagen durante los últimos tres siglos, así como labor asistencial caritativa y patrimonial de una de las cofradías más arraigadas de la provincia.
Bajo la nominación ‘del Alba’, la ‘Campana de San Pedro’ de la Santa Iglesia Catedral continuó repicando. Se unirían a las de su homónima, San Pedro y San Pablo, y las de San Gil y Santa Ana, en un espontáneo ‘concierto de campanas’ que recibía a Nuestro Padre Jesús del Rescate en su recorrido por las calles de la capital granadina. En sus atrios, las Hermandades de la Esperanza, el Santo Sepulcro, las Maravillas y los Dolores. Esta última estrechamente vinculada al centenario de la corporación, que algún día unió a dos de las grandes Imágenes de la Semana Santa granadina.
En la estrechez del trazado urbano del barrio de la Magdalena se desvanecía la efeméride. Un destello, consumido sobre la cera fundida en el pavimento, que recordará durante un tiempo lo vivido. Es la crónica de un nuevo encuentro, el de los habitantes de la capital con el ‘Señor de Granada’. Una advocación germinada en el fervor más espontáneo de un pueblo que vuelve a postrarse cada año a sus plantas. El primer viernes de marzo, el Lunes Santo o cualquier día, en la capilla de la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena. Cada plegaria, rezo o súplica en el céntrico templo granadino se han consolidado con el paso de los años, alzando un nuevo centro devocional en la capital.
Así celebraron los granadinos el I Centenario Fundacional de la Cofradía del Rescate. Un capítulo más en la historia devocional de los granadinos. La ciudad de Granada, a Nuestro Padre Jesús del Rescate.





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