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El año pasado llegaron 173 médicos residentes a los hospitales y centros de salud de la provincia, y dentro de unos meses solo se contratará a 143
Una de las pesadillas de los médicos recién licenciados es pasar con éxito su examen MIR de cara a obtener una plaza de formación remunerada en algún hospital o centro de salud donde realizar su especialidad durante cuatro o cinco años. Esa ‘competición’ es estatal y ha traído este año buenas noticias a Granada, ya que la UGR se ha posicionado como la tercera universidad española con mejores notas. Pero toda cara tiene su cruz. En 2014, la provincia solo tiene asignados 143 galenos en prácticas en distintas dependencias, mientras que el año 2013 fueron 173 los que aterrizaron en nuestra geografía.
La reducción de casi el 20 % de los médicos internos residentes que se formarán –y atenderán pacientes– en los hospitales repercutirá especialmente en los servicios de urgencias, donde la labor que hacen los MIR es fundamental para sacar adelante la fuerte presión asistencial que hay, según valoró Vicente Matas, del Sindicato Médico de Granada.
Esta medida que han aprobado las comunidades autónomas siguiendo la senda marcada por el Gobierno central empezará a notarse en verano, una vez que a finales de mayo se incorpore la nueva promoción de residentes, que se examinaron en febrero. Matas recalca que en España esa reducción de MIR es del 10 % , mientras que en Andalucía llega al 11%.
En el caso de Granada, de los 143 especialistas residentes, 73 irán al Virgen de las Nieves, 49 al Clínico, 5 al Instituto de Medicina Legal, 10 al hospital de Santa Ana (Motril) y 6 al de Baza. Especialidades como Hematología y Endocrino, que el año pasado tenían asignados dos residentes, se va a quedar en solo uno; otras como Medicina Interna pierden un profesional (de 6 a 7) y en Familia (médicos de cabecera) pasan de 42 a 39.
«Esa disminución supondrá empeorar las urgencias del Virgen de las Nieves, que ya están al límite de profesionales y soportan mucha presión», manifestaron en el Sindicato Médico, donde recalcaron que los residentes, además de formarse, sacan mucho trabajo adelante en los hospitales, especialmente en lo que se refiere a guardias.
Este curso está previsto que acaben la carrera de Medicina unos 266 alumnos en la Universidad de Granada, los mismos que el curso pasado, explicó Indalecio Sánchez-Montesinos, decano de esa Facultad. Fuentes consultadas por IDEAL alertaron de que, a pesar de eso, cada vez hay más licenciados en Medicina que aspiran a las plazas MIR que se ofertan porque muchos médicos jóvenes se deciden a repetir el periodo de residencia ante la precariedad laboral, que por primera vez en muchos años también afecta a este sector.
Tras repetir el MIR y sacar plaza, se cobra menos que un médico titulares, pero ‘en prácticas’ se tiene mayor estabilidad, ya que estas garantizan cuatro o cinco años de contrato –luego tienen paro– en el mismo hospital o centro de salud, sin cambios de destino frecuentes en función de las distintas ofertas de trabajo.
Si a lo anterior se une que se han creado más universidades donde se estudia Medicina, la consecuencia es que se dificultará el acceso para formarse como especialista, circunstancia que «provocará un desequilibrio y frustrará aún más las expectativas de muchos licenciados». Carecer del MIR limita mucho las posibilidades de encontrar un trabajo. «Si con una especialidad las salidas laborales son escasas, sin el MIR es casi imposible», señalaron las fuentes citadas.
Maite Quel, MIR de anestesia en el Clínico :: A. A.
Los jóvenes repiten la residencia ante la falta de trabajo
Acaban las prácticas en el hospital y se topan con un mercado laboral tan precario que hacen de nuevo el MIR: «Son otros 4 años estables con nóminas seguras, pero bajas»
Maite Quel (31 años) es actualmente MIR de anestesia en el Clínico y es la segunda vez que se enfrenta a este periodo formativo, ya que antes hizo la residencia de médico de familia entre el hospital Clínico y el centro de salud Zaidín Sur. «Cuando terminé estuve trabajando en el Chare de Guadix un año y cuatro meses, con contratos renovables mes a mes. Tenía periodos de 15 días o 20 días, aunque me iban llamando de manera regular. Pero me quedé parada en octubre de 2012 y no soporto estar en paro. La incertidumbre de esperar a que sonara el teléfono era superior a mí. Entonces me preparé el segundo examen MIR y fue muy bien, mejor que el primero», explica esta joven que la primera vez obtuvo el puesto 3.800 de toda España y la segunda, el 2.500.
Maite recuerda que para su segundo periodo de ‘prácticas’ dudaba entre anestesia o UCI. La primera de ellas tiene más salidas profesionales y por eso la escogió. «Me gusta la medicina intervencionista y usar técnicas como vías centrales...», argumenta la galena, que como el resto de residentes suele tener cinco guardias al mes. «Nuestro sueldo base son unos 850 euros y las guardias son otros 700 euros, así que salimos sobre 1.600 euros mensuales», cuenta, y señala que en las urgencias tienen mucha responsabilidad, «casi la misma que si fuera un adjunto (titular de la plaza)».
La doctora Quel añade que, al igual que ella, muchos colegas están repitiendo MIR. «Lo peor es que lo de presentarte al MIR te da una seguridad de cuatro años, pero al final terminas en la misma situación.Dentro de tres años tendré dos residencias, cobraré solo un poco más que ahora y si no cambian las cosas estaré con contratos mes a mes y al 75%. Esto no es la panacea», zanja esta galena cuyos compañeros de promoción –«el 50%»– se marcharon con su título recién expedido a buscar trabajo fuera de las fronteras españolas, con destino a Alemania, Suecia, Francia...
María López-Pozo Linares, de 34 años y madre de dos hijos, terminó Medicina en 2004 y se presentó al MIR en 2006. Tras superar el examen escogió la especialidad de Familia e hizo las prácticas en el consultorio de Bellavista, en la zona de Cájar. «Es una rama preciosa, muy completa y la base de la medicina. Te tiene que gustar el trato con el paciente», dice. «Gracias a la huelga de residentes que hicimos en 2008 empezamos a tener mejores condiciones, ya que hasta entonces cobrábamos 4 euros la hora de guardia. El segundo año de residencia nos pagaban unos 1.200 de media y tras las mejoras subimos hasta casi 1.700», apostilla la galena.
María López-Pozo empezará su segunda residencia en mayo. :: A. A.
«No me sonaba el teléfono»
Al acabar su primer MIR, María López-Pozo Linares fue contratada unos meses en las urgencias del Chare de Guadix. «Luego hice unas semanas en Cerrillo de Maracena, varios meses en Traumatología, un par de años en Guadix y desde finales de 2012 no me volvieron a llamar. Cuando vi que no me sonaba más el teléfono para trabajar, decidí prepararme de nuevo el MIR. Tengo dos hijos y no podía permitirme estar sin empleo. El pasado uno de febrero hice el examen y me salió bien, pero aún no sé qué especialidad escogeré, aunque soy muy práctica y busco algo que tenga salidas, como anestesia o radiología», narra la médico, quien competirá con colegas de toda España para lograr la plaza en Granada, donde quiere quedarse. «De mi círculo, siete personas hemos repetido MIR, entre ellos reumatólogos y de familia», se despide.
Como Maite y María, Susana (nombre irreal), de 38 años, terminó en 2004 la residencia de familia y sacó por oposición una plaza en el dispositivo de apoyo del Distrito Metropolitano de Granada. Pero en 2007 le picó el gusanillo de hacer una especialidad más activa y aumentar su formación y repitió el examen MIR para escoger un puesto de intensivista. «Tras acabar esa segunda especialidad otros tantos años me encontré con que solo me hacían contratos mes a mes y al 75%, así que dejé la vocación a un lado y me he vuelto a mi plaza en un centro de salud», reconoce.
En el Sindicato Médico de Granada, por su parte, ha denunciado reiteradamente el trasfondo de las dobles residencias en medicina, «que es la precariedad de los contratos». «Cualquier profesional que en los dos últimos años haya renovado un contrato en el Sistema Sanitario Público Andaluz, llámese SAS o Agencias Públicas Sanitarias, nunca lo ha hecho al 100% de la jornada. Habrán renovado al 90%, al 75% (los eventuales del SAS), al 50%, al 33% o hasta empleos de una hora al día. Esos nuevos contratos sustituyen a plazas que eran al 100%: bajas laborales, permisos sin sueldo, vacaciones, jubilaciones, fallecimiento... Nosotros nos preguntamos por qué en el resto de Consejerías no conocen los contratos eventuales al 75% y por qué la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales no hace honor a su nombre», critica Iván Aguilar Cruz, vocal Autonómico del Sindicato Médico de Agencias Públicas Sanitarias de Andalucía.
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