CADIZ DIGITAL
Fue una mañana de Pleno diferente. El reloj marcaba las once y medio, centenar de vecinos de Puerto Serrano esperaban que los concejales de la Corporación hiciesen acto de presencia en la Biblioteca Municipal. Iban a ver como el segundo alcalde de este mismo mandato, Francisco Javier Gómez (IU), dejaba el cargo, como su predecesor, asediado por una imputación judicial. Pacientemente aguardaron a que entraran todos los ediles, que fueron llegando, a cuenta gotas, al improvisado salón plenario y el público llenó después el también accidental patio de butacas.
Prolegómenos para una cita sin sorpresas. Gómez leyó la carta que ya había adelantado a los medios de comunicación para explicar su marcha y poco más. Nadie de la oposición tomó la palabra y, en poco menos de cinco minutos, ya estaba ventilada su marcha. La segunda del alcalde en apenas dos años.
Más tiempo se tomaron los policheros presentes en aplaudir al alcalde saliente y darle muestras de cariño. Antes de su intervención, el secretario dio cuenta de la renuncia de dos de las candidatas de IU a ocupar el puesto de concejal que se queda libre.
En el fondo de la decisión tomada, la presión judicial. Las investigaciones sobre posibles irregularidades le han llevado, como a su predecesor, a abandonar el cargo, pese a que en su partido nadie lo esperaba. «Me ha podido la presión, a mí y a mi familia», aseguraba el exalcalde. «Me voy porque no quiero que esta situación se pueda trasladar al Ayuntamiento», matizaba. Aunque esa situación no fuera nueva.
Sin un ápice de autocrítica y sin nombrar los casos judiciales que le han llevado a tomar la decisión, apuntó al PSOE como causante: «Ha decidido llevar su guerra contra el Ayuntamiento a los tribunales y no he podido aguantarlo porque yo sólo me he dedicado a ayudar a todo el mundo que lo necesitaba». Concluyó su intervención con emoción.
Tres frentes judiciales son los que, como ya publicó LA VOZ, han forzado la salida de Francisco Javier Gómez. El primero de ellos investiga la red de presunto enchufismo que se habría creado en el Ayuntamiento en las dos últimas décadas, en las que ha gobernado Izquierda Unida. La segunda se centra en la emisión de facturas a favor de empresas, como una floristería, regentadas por la mujer del ex alcalde, Pedro Ruiz (IU) y la de otro concejal de la formación. Por último, la Fiscalía investiga si fueron limpias las oposiciones a la Policía Local en las que uno de los elegidos fue el yerno de Ruiz.
Los nuevos actores
Las miradas de los asistentes al pleno también se dirigían a Francisco Javier Galvín, quien IU quiere que sustituya a Gómez. Fue el concejal sentado junto al ya exalcalde durante su renuncia y ambos se fundieron en un abrazo tras la sesión. Frente a esta bancada, el concejal del PSOE, Miguel Ángel Carrera, arropado por sus compañeros que no quisieron intervenir.
Nerviosa se mostró la edil que en unos días hará que la balanza se decante a uno u otro lado, María Magdalena López, quien hace poco abandonó el PP y que ahora es concejala no adscrita.
Con un atuendo juvenil, con camiseta de la selección española y sudadera con motivos de dibujos animados, también era objeto de miradas. Ella sí felicitó a los ediles de Izquierda Unida, antes de abandonar la sesión.
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