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El buen tiempo permitió que el Domingo de Ramos se desarrollará con total normalidad, para las cinco hermandades que hacen estación de penitencia
El alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, recibió la llave que ‘abre’ la Semana Santa de manos de los hermanos de la cofradía de Santa María de la Alhambra, con la que llamó en la puerta del santuario del Perpetuo Socorro, siendo recibido en su interior por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, e presidente de la Federación de Cofradías, Antonio Martín, el hermano mayor de la cofradía de ‘La Borriquilla’, Eugenio Almohalla. Se dio la anécdota que, tras llamar a la puerta (con el puño y no la llave), se preguntó por dos veces quien llamaba a la puerta, respondiendo así doblemente con el nombre de la cofradía alhambreña su hermano mayor, Antonio Olivares. El arzobispo, solamente participaba en este Domingo de Ramos en este acto cofrade, ya que tras el mismo tuvo que salir hacia Madrid para participar en reuniones de la Conferencia Episcopal. Fue el canónigo Antonio muñoz Osorio el que presidio las distintas estaciones penitenciales en la Plaza de las Pasiegas.
Miles de personas acompañaron, a las puertas del templo redentorista, la salida de la hermandad, que a los sones de la Agrupación Musical de la Estrella recorrió con total normalidad todo su recorrido procesional. “Nazareno y Gitano” fue la primera marcha en sonar en la salida del paso de misterio. Muy bueno el trabajo realizado por los costaleros de la cofradía, cuyo capataz general es Alberto Ortega, tanto con el paso de misterio como con el paso de palio. La hermandad, primera que ha estrenado la nueva carrera oficial por la calle Ganivet, despertó la atención de todo el público que llenó la calle, especialmente de los más pequeños, que son cada año los protagonistas de la cofradía. La hermandad se recogía, pasadas las once de la noche, en el templo del Perpetuo Socorro, tras una intensa tarde en la que la cofradía pudo realizar con normalidad su estación de penitencia, quitándose así los hermanos la espinita que les había quedado de la última Semana Santa, en la que el mal tiempo no dejó que todo transcurriera del modo deseado.
La Santa Cena
Con la salida de la Santa Cena se llenó de sabor cofrade estos días las calles del castizo barrio del Realejo. A los acordes de la banda de cornetas y tambores de Jesús del Gran Poder salía, desde el interior de la iglesia de santo Domingo, el paso de la Santa Cena, uno de los más esperados de esta jornada. Presentaba n las imágenes que lo componen una nueva disposición, que hacían que viendo avanzar el paso diera sensación de mayor apertura o anchura. Los apóstoles se presentan ahora formando distintos grupos en torno a la mesa, facilitándose así la contemplación de los mismos desde las distintas aceras.
La marcha ‘Rocío’, interpretada por la Banda de los Ángeles de Granada, sirvió para que el paso de palio de María Santísima de la Victoria saliera, siendo muy aplaudido el buen trabajo de los costaleros del mismo. A la Plaza de las Pasiegas llegaba el cortejo tras recorrer unas calles llenísimas de gente, ya que una de las notas que han caracterizado a la jornada del Domingo de Ramos ha sido, precisamente el gran número de público que llenó todas las calles de la ciudad. Faltaban algunos minutos para la medianoche cuando llegaba nuevamente el paso hasta la plaza de Santo Domingo, sin perder el destacado andar valiente que caracteriza a su cuadrilla de costaleros, recogiéndose el palio minutos después.
El Despojado
El barrio Fígares se hizo presente en la Semana Santa con el serio cortejo de la cofradía de Jesús Despojado. La calle Músico José Ayala Canto se llenaba ayer de gente para ver la salida, desde su casa de hermandad, de la cofradía de Jesús Despojado. Cortejo extenso y silente el de estos nazarenos blancos que el año pasado no pudieron realizar su estación de penitencia por culpa de la lluvia.
Casi totalmente completado, con el estreno de una de las imágenes que van en las esquinas del paso, se presentaba en la calle Jesús Despojado de Sus Vestiduras. La calle Músico José Ayala sé llenó de gente para acompañar a la cofradía, al igual que ocurría en otros puntos del recorrido, como su paso por delante de la iglesia del Santo Ángel Custodio, donde esperaba una representación de la cofradía de San Agustín. Dionisio Martínez mandaba el paso, que se ponía en la calle a los acordes de la banda de tambores y cornetas propia de la cofradía, que interpretaba la marcha ‘Sagradas Vestiduras’. Fue la última cofradía en recogerse en ésta jornada.
La Encarnación
La Plaza de Alonso Cano se quedó pequeña en la salida de la hermandad. Faltaban quince minutos para las seis de la tarde cuando se abrían las puertas de la iglesia del Sagrario y bajaba la rampa dispuesta en este templo la cruz de guía de la cofradía de Jesús Cautivo. La plaza de Alonso Cano se había quedado pequeña para acoger al gran número de personas que aguardaban la salida de la cofradía.
A los sones de la propia agrupación musical de la hermandad salía el primero de los pasos de la corporación, el único del Domingo de Ramos en el que se muestra a Jesús solo, ya que el resto son pasos de misterio, en el que distintas imágenes configuran la representación de un pasaje evangélico. Multitud de personas llenaron la plaza de Alonso Cano y sus inmediaciones para no perder detalle de la salida de esta corporación, que iba además acompañada por representaciones de la hermandad de la Soledad de San Jerónimo, la Virgen de las Angustias y la Virgen de los Ángeles. El paso de Jesús Cautivo es el más antiguo de cuantos procesionan en nuestra Semana Santa, ya que aunque la hermandad lo adquiría hace unas décadas, el paso fue realizado para la cofradía del pueblo sevillano de Salteras hace ya más de un siglo, en 1908. La propia agrupación musical de la cofradía acompañó al paso con sus toques, que despertaron aplausos en muchos momentos del recorrido y marcaron el ritmo del buen trabajo de la cuadrilla de costaleros de la hermandad.
Hermosísima también la salida del palio, que a los sones de la marcha ‘Pasan los Campanilleros’, interpretada por la banda Virgen de los Dolores de Granada, recorrió los primeros metros de la plaza de Alonso Cano. El sol de la tarde dejó unas imágenes preciosas de los pasos de la cofradía por lugares como la Plaza de las Pasiegas o la Romanilla, volviéndose a vivir un momento de emoción al pasar junto al convento de la Encarnación, sede canónica de la cofradía, (que al no tener el convento una puerta con altura suficiente sale desde la iglesia del Sagrario cada Domingo de Ramos). El palio, bellamente exornado con flor blanca, sobre todo claveles, se recogía en su templo cercana la medianoche, poniéndose así fin a un intensa jornada. Llevaba la dolorosa un manto totalmente blanco, ya que finalmente no ha dado tiempo a terminar los trabajos de restauración y bordado que están haciendo os hermanos del manto habitual de la dolorosa. También fueron muchas las personas que se acercaron hasta la Plaza de Alonso Cano para vivir el regreso de la cofradía, que por su itinerario se produce escasamente unos minutos después de salir de la Catedral por la puerta del Perdón.
Maravillas
Pero nunca estará completa la jornada del Domingo de Ramos sin la cofradía de Las Maravillas. El sol de la tarde daba en la cara a Jesús de la Sentencia pasados unos minutos de las seis y media de la tarde, cuando su paso procesional, mandado por Guillermo Padilla, cruzaba el dintel de la iglesia de San Pedro, teniendo como telón de fondo un cielo celeste intenso y las torres de la Alhambra. Centenares de personas intentaron buscar sitio en las cercanías del atrio del templo de la Carrera del Darro para no perderse este momento.
Tras no salir el pasado año 2013 por culpa de la lluvia, la cofradía de la Sentencia pudo completar ayer, con normalidad, todo su recorrido procesional. La banda de Cornetas y Tambores de Jesús de las Tres Caídas acompañaba al primer paso de la hermandad, que no estuvo rematado en esta ocasión en su trasera por el águila imperial, símbolo del imperio romano, que corona las columnas. Complicada la salida del paso de palo de María Santísima de las Maravillas, que precisamente se puso en la calle a los acordes de la marcha ‘Sale la Virgen de las Maravillas’, interpretada por la Asociación Musical San Isidro de Armilla, formación musical que acompaña desde hace ya algunos años al palio de esta cofradía. A las doce y veinte minutos entraba el paso de misterio de la cofradía, con un complicado trabajo de de los costaleros, y poco después se recogía el paso de palio, que estuvo acompañado por numerosos cofrades y granadinos en una noche de agradable temperatura.
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