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Los expertos no encuentran explicación para la aparición de una jabalina en el centro de la capital
La ciudad no es para los jabalíes. La hembra de esta especie que fue capturada la noche del pasado miércoles en el baño de caballeros de un bar del centro de Granada, en Puerta Real, murió poco después del rescate víctima del estrés y de las heridas que se produjo durante el encierro. El servicio en el que se refugió el animal quedó hecho fosfatina y cubierto de salpicaduras de sangre. La jabalina, presa del pánico, se destrozó intentado buscar una salida.
Cuando los expertos de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía le dispararon un dardo adormecedor, su estado ya debía ser bastante precario. De hecho, y según indicaron fuentes de la Junta, parece que falleció cuando era trasladada al Centro de Recuperación de Especies Amenazas, el CREA, que está en Pinos Genil, a unos siete kilómetros de la capital.
Queda claro que el animal falleció de una sobredosis de ciudad. Una urbe es para los jabalíes un territorio tan hostil como la jungla para un humano. Entonces, ¿qué hacía el bicho en el mismísimo corazón de Granada, en Puerta Real? Nadie tiene una explicación cerrada. Todo son conjeturas. En lo que sí coinciden las personas consultadas por IDEAL es en que el incidente es raro con ganas. Lo decían la misma 'noche de autos y 'a pie de obra' los especialistas de Medio Ambiente que participaron en la operación para neutralizar a la bestia.
«Esto es muy extraño. Es relativamente frecuente ver jabalíes en los alrededores de un pueblo, pero en pleno centro de una ciudad es insólito. Debe de haber una posibilidad entre un millón de que ocurra algo así. Pero si te toca, pues te ha tocado», comentó uno de los agentes de Medio Ambiente.
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