TELEVISIÓN
El cierre del 6 de mayo es inevitable y se clausuran Xplora, La Sexta 3, Nitro, La Siete y Nueve.
En la medianoche del 6 de mayo los espectadores españoles asistirán al cierre de una tacada de cinco canales de su oferta en la TDT: Xplora, La Sexta 3 y Nitro, de Atresmedia; y La Siete y Nueve, por Mediaset. Las dos grandes cadenas privadas ya han elegido las señales que van a perder y están mentalizadas a esa obligada clausura, pero van emprender un camino legal para exigir indemnizaciones por unos cierres que ya han causado sorpresa en toda Europa y que supondrá la pérdida de puestos de trabajo y la reducción de las inversiones en contenidos.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, volvía a culpar al anterior Gobierno de la situación legal de las últimas incorporaciones a la TDT e insistía en respuesta al colectivo de privadas, UTECA, que no puede asumir como solución un decreto ley que rectifique la concesión de abril de 2010 anulada por el Tribunal Supremo. Una solución que según el ministro no puede acometer "por actuaciones administrativas de urgencia", ya que serían de "dudosa legalidad". Los cuatro operadores afectados se ven muy perjudicados con los cierres ya que han afrontado las inversiones necesarias, como el desembolso de 5 millones de euros anuales por la emisión de cada señal, y ahora se ven desautorizados de las licencias por un error formal de la Administración, no por una ilegalidad flagrante que impida la explotación de la TDT.
En las cadenas privadas hay una total indignación por la ausencia de soluciones a cargo del Gobierno, que quiere rectificar con la convocatoria de un concurso que será impugnado sea cual sea el resultado de esas concesiones.
Además de las cinco cadenas mencionadas, por las señales que comenzaron a emitir en abril de 2010, ya funcionan como teletiendas las señales perdidas por Vocento y Unedisa, en los canales donde anteriormente estuvieron MTV, Marca TV e Intereconomía, a los que se suma AXN, que dejará de servirse mediante pago en la TDT el 30 de abril. Los contenidos de las tres cadenas de Atresmedia que se pierden se redistribuirán en los canales principales del grupo, mientras que los canales de Mediaset afectados están destinados sobre todo a redifusiones y las telenovelas de La Siete pasarán a un nuevo contenedor matinal en Divinity. Quedan en el aire programa como El chiringuito de Jugones de Nitro que en principio no tiene hueco actual en las cadenas que mantiene Atresmedia (Neox, Nova, La Sexta o Antena 3). Desde las privadas se observa una redimensión del negocio y que a medio plazo las consecuencias directas del cierre no tendrán tanta repercusión económica, pero sí de prestigio y de oferta ante el ciudadano.
El consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile, tildaba ayer la situación de "atropello", resaltando que reclamarán el daño económico que se derive de este cierre. Vasile comparecía ante la junta general de accionistas de Mediaset España, foro que mostraba su preocupación por las clausuras. Vasile opina que estas medidas se afrontan "en nombre de una incomprensible actuación de muchos actores, culpables algunos de incapacidad, otros de dejadez, otros de animadversión a los medios". El Gobierno, que no mueve ficha en pro de las cadenas privadas, en cierta medida responde así a la actitud crítica de estas empresas. Atresmedia, compradora de La Sexta, es la que sufre más el error administrativo con la pérdida de tres canales. Vasile interpreta que la decisión es un catigo para unas empresas que han invertido "trabajo, tiempo, ilusión y dinero en canales que ahora quitan en virtud de una sentencia del Supremo que condena al Estado español". Un error administrativo que pagan los concesionarios. La web Vertele.com está recogiendo firmas para impedir los cierres que se vislumbran ya inevitables.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, volvía a culpar al anterior Gobierno de la situación legal de las últimas incorporaciones a la TDT e insistía en respuesta al colectivo de privadas, UTECA, que no puede asumir como solución un decreto ley que rectifique la concesión de abril de 2010 anulada por el Tribunal Supremo. Una solución que según el ministro no puede acometer "por actuaciones administrativas de urgencia", ya que serían de "dudosa legalidad". Los cuatro operadores afectados se ven muy perjudicados con los cierres ya que han afrontado las inversiones necesarias, como el desembolso de 5 millones de euros anuales por la emisión de cada señal, y ahora se ven desautorizados de las licencias por un error formal de la Administración, no por una ilegalidad flagrante que impida la explotación de la TDT.
En las cadenas privadas hay una total indignación por la ausencia de soluciones a cargo del Gobierno, que quiere rectificar con la convocatoria de un concurso que será impugnado sea cual sea el resultado de esas concesiones.
Además de las cinco cadenas mencionadas, por las señales que comenzaron a emitir en abril de 2010, ya funcionan como teletiendas las señales perdidas por Vocento y Unedisa, en los canales donde anteriormente estuvieron MTV, Marca TV e Intereconomía, a los que se suma AXN, que dejará de servirse mediante pago en la TDT el 30 de abril. Los contenidos de las tres cadenas de Atresmedia que se pierden se redistribuirán en los canales principales del grupo, mientras que los canales de Mediaset afectados están destinados sobre todo a redifusiones y las telenovelas de La Siete pasarán a un nuevo contenedor matinal en Divinity. Quedan en el aire programa como El chiringuito de Jugones de Nitro que en principio no tiene hueco actual en las cadenas que mantiene Atresmedia (Neox, Nova, La Sexta o Antena 3). Desde las privadas se observa una redimensión del negocio y que a medio plazo las consecuencias directas del cierre no tendrán tanta repercusión económica, pero sí de prestigio y de oferta ante el ciudadano.
El consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile, tildaba ayer la situación de "atropello", resaltando que reclamarán el daño económico que se derive de este cierre. Vasile comparecía ante la junta general de accionistas de Mediaset España, foro que mostraba su preocupación por las clausuras. Vasile opina que estas medidas se afrontan "en nombre de una incomprensible actuación de muchos actores, culpables algunos de incapacidad, otros de dejadez, otros de animadversión a los medios". El Gobierno, que no mueve ficha en pro de las cadenas privadas, en cierta medida responde así a la actitud crítica de estas empresas. Atresmedia, compradora de La Sexta, es la que sufre más el error administrativo con la pérdida de tres canales. Vasile interpreta que la decisión es un catigo para unas empresas que han invertido "trabajo, tiempo, ilusión y dinero en canales que ahora quitan en virtud de una sentencia del Supremo que condena al Estado español". Un error administrativo que pagan los concesionarios. La web Vertele.com está recogiendo firmas para impedir los cierres que se vislumbran ya inevitables.
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