NO TENUA CONTACTO CON OTRA COSA QUE NO FUERA LA SOCIEDAD Y LA SUCIEDAD
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La asociación de animales Peludísimos Granada y varios particulares rescatan a 30 perros encerrados en dos naves de ZújarEscrito por Rocío R. Gavira | Twitter: @RocioRGavira
“Nos dieron el aviso de que un señor de 80 años tenía dos naves en Zújar llenas de perros, había dedicado toda su vida a cuidarlos”, cuenta la asociación de animales Peludísimos Granada. Al parecer la propia gente del pueblo granadino se los echaba por encima de la valla y él no era capaz de deshacerse de ellos. Casi sin quererlo este hombre –al que llamaremos José–, se ha juntado con 60 perros en los últimos años. “Ahora José tiene una hernia, está mal, va con muletas. Le aconsejaron que se fuera quitando perros de allí porque si algún día le pasaba algo, nadie se encargaría de esos animales”. Tras movilizar a la gente a través de Facebook, Peludísimos Granada pisó por primera vez aquellas naves de Zújar el pasado 4 de febrero. Encerrados en habitaciones y cheniles, encontraron perros de todos los tamaños y cruces posibles. Según Peludísimos, “algunos estaban tan desesperados por salir que se subían por las paredes metálicas”.
Cuando la asociación y varios particulares llegaron a la primera nave, José se mostraba un poco reacio, “decía que muchos ya estaban reservados, no se fiaría de dónde irían a parar sus perros. Él mismo nos abría las puertas de las habitaciones y cogió confianza cuando veía que los tratábamos bien –continúa Peludísimos– a pesar de los mordiscos que nos llevamos del miedo que tenían los perros”. Solo hubo una habitación a la que José no les dio acceso, insistía en que estaban reservados. Su propia sobrina, que apareció poco después de llegar Peludísimos y los particulares, nunca había entrado a las naves, “probablemente sabía que si su familia lo veía le obligarían a hacer algo con ellos, él no quiere que les hagan daño”, afirman Peludísimos. “Aquello está muy mal, la sensación fue horrible, el entrar y ver la oscuridad, el olor, el temor de los perros. No tenían contacto con otra cosa que no fuera la soledad y la suciedad”. Un conjunto de cosas que hacían que estas personas se dieran más prisa por sacarlos de allí. “Las uñas de algunos perros daban la vuelta. La suciedad y el pelo no les dejaban ver. Oían un ruido y ladraban al vacío porque realmente no veían nada”.
Sabe Dios el tiempo que llevaban los perros encerrados en aquellas naves, viviendo entre su propia porquería. En general, los perros no están flacos excepto los enfermos. “Se veían los cachos de pan en el suelo y el agua, muy sucia, en algunas habitaciones o cheniles donde guardaba a los canes”. Aunque el hombre tomó confianza y ayudó a estas personas como buenamente pudo, según Peludísimos Granada “parecía no preocuparse mucho por ninguno, aun sabiendo que algunos estaban enfermos tampoco los trataba. Quizás no tendría recursos para ellos o estaría acostumbrado a que enfermaran sin darle más importancia”.
Peludísimos Granada resalta el miedo que tenían los perros a las personas, “suponemos que porque la única manos que conocen es la de José”. El rescate de los 30 perros, todavía quedan la otra mitad, no fue nada fácil. Para sacarlos de allí iban provistos con cadenas de tela de cuerda, pero los canes “se revolvían mucho, mordían, se escapaban, lo pasaban realmente mal. De hecho, les daba igual golpearse con todo lo que tuvieran alrededor para quitarse la cuerda del cuello. Improvisamos y utilizábamos un chaquetón para cubrirlos y al no ver nada se relajaban”, además que evitaban que los dientes llegaran a su piel.
Los particulares que participaron en el rescate se llevaron a podencos desnutridos y con heridas en las patas y ahora están repartidos entre diferentes casas de acogidas o residencias.
El caso de Nika
Al día siguiente volvieron a estas naves en Zújar. A través de la ventana de una habitación, con reja incluida, encontraron dos perros que se asomaban desesperados, lloraban al verlos: un grandullón “que se moría porque le acariciaras” y una perra con la cara en muy mal estado, “sus heridas sangraban y no estaba recibiendo ninguna atención”. Así que Peludísimos Granada se ha hecho cargo de ella y le han llamado Nika. Tras salvarla la llevaron a la Clínica Veterinaria Campanilla de Granada donde le hicieron una analítica completa. Los resultados no fueron nada buenos, Nika tiene anemia, erlichia y leishmania, además de posible babesia (dudosa en la analítica). “Las costras que le creaba la propia suciedad con la sangre hacia que el animal rabiara mientras lo lavaban”, relata la asociación. Afortunadamente Nika cuenta con casa de acogida y a partir de esa noche empezó a dormir bajo el calor de un hogar.
A pesar de su debilidad, parece que Nika tiene ganas de vivir. El pasado día 12 estuvo de nuevo en el veterinario: ha engordado 1,1 kilos y se recupera poco a poco. “Confiamos en su fortaleza –dicen desde Peludísimos–. La gente dice que le ha cambiado la mirada, y sinceramente nosotros también lo creemos”.
El compañero de habitación de Nika, el grandullón, fue rescatado ayer mismo por la asociación de animales: “Estaba ansioso. En cuanto le abrimos la puerta, salió corriendo”. Peludísimos asegura que es un amor de perro, que se porta muy bien y se tiene buen comportamiento con otros canes. Le dejaron en una residencia canina cuya estancia se ha ofrecido una chica a pagar.
Ayuda a Peludísimos Granada
Peludísimos Granada nunca se había topado con un caso con tantos perros, quizá porque solo llevan un año como asociación. “Ahora mismo estamos atrancadas, estamos buscando acogidas para los perros grandes de Zújar. La experiencia nos dice que son los que se van dejando y olvidando, pero ellos no olvidan que a través de la ventana entra una luz diferente a la que ellos ven ahí dentro e intentamos dirigir la atención hacia ellos”. Necesitan casas de acogidas y adopciones, tanto para este caso de las naves de Zújar, como para el resto de perros y gatos a los que ayudan, no se pueden hacer cargo de todos, están saturados. “Tenemos en mente un proyecto de refugio, pero necesitamos socios para subsanar los gastos, donaciones de pienso, camas de perro, juguetes, telas, cojines y material de este tipo que nos permite reutilizarlo y hacer camas a nuestros peludos”.
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