SALOBREÑA UN NUEVO PASEO PORQUE EL ACTUAL TIENE DAÑOS ESTRUCTURALES
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El alcalde solicita a Costas que repare la zona dañada por el temporal, donde se hundió una barredora, para Semana Santa
El paseo marítimo de Salobreña se construyó en los años 70 y después
de tanto tiempo de cercana convivencia con el mar su ‘vida útil’ roza el
fin. Así lo creen los que lo conocen y saben de sus achaques. Algunos
están a la vista y otros son «vicios ocultos». La antigüedad de este
camino junto a la playa la ha dejado entrever el último temporal de
viento y olas gigantes que lo ha reventado por su parte más débil.
Junto a la urbanización Salomar 2000, donde se estrecha la playa, la fuerza del mar hundió –a principios de febrero– unos 50 metros de paseo que han quedado completamente destrozados. El subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, visitó la Costa y anunció ayudas para este y otros puntos del litoral que fueron vapuleados por el mar. En total, 700.000 euros para zonas como La Rábita o Almuñécar, entre otras. Días más tarde, el paseo estaba tan frágil que se ‘tragó’ una máquina barredora que limpiaba la acera, a unos metros de la zona dañada. La teoría inicial es que de la erosión está ‘hueco’ en algunos puntos.
Por eso, el alcalde de Salobreña, Gonzalo Fernández Pulido pide, además de que se repare lo dañado, un paseo marítimo nuevo para la playa de su municipio. «Hemos estado realizando reparaciones que se exceden de nuestra competencia y ya no se pueden poner más parches», cuenta el regidor que se ha reunido con la Dirección Provincial de Costas para exponer sus peticiones.
Lo que más urge es la reparación de la zona del paseo asolada porque sabe que llegarán los ‘veraneantes’ más madrugadores, en Semana Santa, y habrá quejas si por allí hay restos del desastre. «Nos dijeron que se iban a invertir 250.000 euros y esperamos que comiencen ya la obra», anota. Desde Subdelegación del Gobierno confirman que sí, que el compromiso de tener listo el paseo antes de esos días festivos «se mantiene».
El ‘hundimiento’ de la barredora fue lo que dio la pista para saber que el paseo está dañado ‘por dentro’. «Tiene daños estructurales que afectan no solo al tramo deteriorado, está prácticamente hueco en muchos puntos», advierte el alcalde.
Fernández Pulido ha pedido a Costas un nuevo paseo y ha notado receptividad desde el principio. Su principal argumento, además del «problema estructural» de esta infraestructura, es que Salobreña ya tuvo un nuevo paseo presupuestado –con 8,5 millones de euros– que «desapareció cuando el PP llegó al Gobierno central», recuerda el alcalde.
La idea surgió hace trece años. El objetivo era acabar con las estrecheces y la circulación caótica, con las aglomeraciones en la playa y con la imagen de coches aparcados. El proyecto tenía dos puntos conflictivos: había que reubicar los chiringuitos y había que expropiar terrenos de la primera línea de playa.
Fernández Pulido reconoce que aquel proyecto de 2005 hay que modificarlo porque estaba elaborado «con la política de regresión de aquellos tiempos. El paseo podría tener anchura suficiente sin necesidad del retranqueo de 20 metros, que se planteaba porque era el criterio general que se imponía sin analizar la fisonomía concreta de cada playa».
El alcalde de Salobreña ya ha empezado a negociar con Costas la construcción de un nuevo paseo y espera tener listo pronto el planteamiento general. Para ganar espacio para los peatones se podría plantear dejar el tráfico en un solo carril y reforzar la zona que ahora ha quedado destrozada por el temporal, porque justo ahí la playa se estrecha. «Nos han dicho que van a encargar el proyecto», dice el alcalde esperanzado. Además, para conservar la playa en buenas condiciones Fernández Pulido ha pedido que repongan los áridos que se han perdido con el temporal y que se plantee algún sistema de defensa para esta playa en la que escasea la arena por algunas zonas y que podría ser en la desembocadura del Guadalfeo. El alcalde espera que sus peticiones sean atendidas y que Salobreña pueda tener una playa mejor en poco tiempo ya que es su principal reclamo turístico y una fuente de ingresos para el municipio.
Junto a la urbanización Salomar 2000, donde se estrecha la playa, la fuerza del mar hundió –a principios de febrero– unos 50 metros de paseo que han quedado completamente destrozados. El subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, visitó la Costa y anunció ayudas para este y otros puntos del litoral que fueron vapuleados por el mar. En total, 700.000 euros para zonas como La Rábita o Almuñécar, entre otras. Días más tarde, el paseo estaba tan frágil que se ‘tragó’ una máquina barredora que limpiaba la acera, a unos metros de la zona dañada. La teoría inicial es que de la erosión está ‘hueco’ en algunos puntos.
Por eso, el alcalde de Salobreña, Gonzalo Fernández Pulido pide, además de que se repare lo dañado, un paseo marítimo nuevo para la playa de su municipio. «Hemos estado realizando reparaciones que se exceden de nuestra competencia y ya no se pueden poner más parches», cuenta el regidor que se ha reunido con la Dirección Provincial de Costas para exponer sus peticiones.
Lo que más urge es la reparación de la zona del paseo asolada porque sabe que llegarán los ‘veraneantes’ más madrugadores, en Semana Santa, y habrá quejas si por allí hay restos del desastre. «Nos dijeron que se iban a invertir 250.000 euros y esperamos que comiencen ya la obra», anota. Desde Subdelegación del Gobierno confirman que sí, que el compromiso de tener listo el paseo antes de esos días festivos «se mantiene».
El ‘hundimiento’ de la barredora fue lo que dio la pista para saber que el paseo está dañado ‘por dentro’. «Tiene daños estructurales que afectan no solo al tramo deteriorado, está prácticamente hueco en muchos puntos», advierte el alcalde.
Fernández Pulido ha pedido a Costas un nuevo paseo y ha notado receptividad desde el principio. Su principal argumento, además del «problema estructural» de esta infraestructura, es que Salobreña ya tuvo un nuevo paseo presupuestado –con 8,5 millones de euros– que «desapareció cuando el PP llegó al Gobierno central», recuerda el alcalde.
La idea surgió hace trece años. El objetivo era acabar con las estrecheces y la circulación caótica, con las aglomeraciones en la playa y con la imagen de coches aparcados. El proyecto tenía dos puntos conflictivos: había que reubicar los chiringuitos y había que expropiar terrenos de la primera línea de playa.
Fernández Pulido reconoce que aquel proyecto de 2005 hay que modificarlo porque estaba elaborado «con la política de regresión de aquellos tiempos. El paseo podría tener anchura suficiente sin necesidad del retranqueo de 20 metros, que se planteaba porque era el criterio general que se imponía sin analizar la fisonomía concreta de cada playa».
El alcalde de Salobreña ya ha empezado a negociar con Costas la construcción de un nuevo paseo y espera tener listo pronto el planteamiento general. Para ganar espacio para los peatones se podría plantear dejar el tráfico en un solo carril y reforzar la zona que ahora ha quedado destrozada por el temporal, porque justo ahí la playa se estrecha. «Nos han dicho que van a encargar el proyecto», dice el alcalde esperanzado. Además, para conservar la playa en buenas condiciones Fernández Pulido ha pedido que repongan los áridos que se han perdido con el temporal y que se plantee algún sistema de defensa para esta playa en la que escasea la arena por algunas zonas y que podría ser en la desembocadura del Guadalfeo. El alcalde espera que sus peticiones sean atendidas y que Salobreña pueda tener una playa mejor en poco tiempo ya que es su principal reclamo turístico y una fuente de ingresos para el municipio.
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