IDEAL.ES
El urólogo Juan Ignacio Martínez Salamanca explica la importancia de consultar al médico cuando se padece este trastorno y de cómo los tratamientos para paliar este problema, que afecta a más de tres millones de varones en España, se adaptan a cada paciente y van desde un simple cambio en los hábitos de vida hasta la implantación de una prótesis de pene
2
La disfunción eréctil es la incapacidad repetida de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria.
Su origen puede deberse a múltiples factores que van desde la diabetes o enfermedades vasculares, entre otras, hasta la cirugía radical de próstata (empleada en la mayoría de los casos para tratar el cáncer de próstata).
«Aunque la disfunción erectil aumenta con la edad no es esta la que la produce, sino las enfermedades que vamos teniendo y factores de riesgo como el colesterol alto, la hipertensión o el tabaco, de ahí la importancia de evitar los malos hábitos también en este caso», explica el doctor Juan Ignacio Martínez Salamanca, urólogo en el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid.
Hablamos de una patología que con frecuencia perturba el bienestar psicológico de los varones que la sufren, ya que experimentan una pérdida de seguridad y autoestima en sí mismos así como un elevado nivel de estrés. «De hecho sabemos que quienes padecen de disfunción erectil tienen cinco veces más de riesgo de padecer un infarto de miocardio en los próximos tres años que uno que no la tiene», agrega el doctor.
Así este trastorno que afecta a la sexualidad puede avisarnos también de que algo sucede en nuestro organismo y puede permitir a los médicos anticiparse a ciertas enfermedades. «Para muchos pacientes, la consulta realizada sobre su disfunción erectil puede suponer su primera oportunidad para someterse a una evaluación cardiovascular sistemática», agrega el experto.
Sin embargo, y a pesar de su importancia y de su alta incidencia, ya que afecta a más de tres millones de varones en España (se trata de una enfermedad muy frecuente que padece el 20 por ciento de los hombres por encima de los 55 años) son pocos los que acuden a la consulta de un médico para su tratamiento.
Las causas de la disfunción erectil
Las causas para padecer una disfunción erectil pueden darse porque el cerebro no mande la orden necesaria para iniciarla (trastornos psicogénicos, hormonales o neurogénicos) o que la sangre no entre en el pene o no se ‘almacene’ (arterial y venosa). «La mayoría de los casos que vemos hoy en día tienen que ver con patología vascular», matiza el doctor Martínez Salamanca.
–Psicológicas: padecer ansiedad, depresión o tener problemas de relación.
–Vasculares: arterioesclerosis, dislipemias (alteraciones en los niveles de lípidos en sangre), tabaquismo, diabetes e hipertensión.
–Neurogénicas: trauma (lumbar o pélvico), cirugía radical pelviana, hernia discal lumbar, diabetes, alcoholismo, esclerosis múltiple…
–Hormonales: déficit androgénco, hiper PRL (prolactina), trastornos tiroideos.
–Ingesta de drogas.
Tratamientos
La disfunción erectil se diagnostica tras una conversación con el paciente y, siempre que se factible, con su pareja —«su papel es clave en la resolución del problema», afirma el doctor—.
El tratamiento posterior va por escalones. Así lo primero es abandonar los malos hábitos: dejar de fumar, hacer ejercicio, beber menos, estar más relajado, comer saludablemente, controlar el colesterol, la hipertensión… Se trata de hacer un abordaje sobre los estilos de vida: «De hecho los pacientes con una disfunción erectil leve tras esta intervención muchas veces pueden volver a la normalidad», afirma el urólogo.
El segundo escalón consiste en tomar fármacos orales, en cualquiera de sus formas y administrados puntualmente a la hora de tener una relación o de manera diaria. Siempre consultando previamente con el especialista.
El tercero se da entre un 10 y un 20 por ciento de los varones que no responden a los fármacos. «Lo que subyace detrás de esta ‘no respuesta’ es que hay un daño importante en el tejido», afirma el doctor. Es en estos casos donde se utilizan tratamientos como los siguientes: las inyecciones de sustancias vasoactivas dentro del pene, que tienen sus limitaciones porque a algunos les va muy bien pero otros se ven incapaces de pincharse en esa zona porque les causa dolor… Y cuando eso sucede o no funciona existe la posibilidad de implantar una prótesis de pene.
«Aunque es un tratamiento infrautilizado en España y en Europa, no así en otros lugares como Estados Unidos o Australia, es tremendamente eficaz y útil. Provocan una alta satisfacción en el paciente y la pareja y permiten restablecer la erección», asegura el doctor.
Es importante saber que la prótesis, una vez implantada, ni se ve ni se nota.
Para más información: www.post55.es
Comentarios
Publicar un comentario