GRANADA HOY
En marzo de este año se abrirá el tramo Puntalón-Carchuna, en julio el Taramay-Lobres y en diciembre el Polopos-Albuñol
Muchos granadinos habrán perdido ya la cuenta. El tiempo ha dado la opción tanto al PP como al PSOE para sacar adelante una de las infraestructuras más necesarias en la provincia durante la última década. A día de hoy sigue siendo imposible realizar por autovía el recorrido completo entre La Herradura y La Rábita. Para que la A-7 esté operativa en su totalidad precisa de 47,9 kilómetros más de viario. En este 2014 la Subdelegación del Gobierno espera abrir 29 kilómetros, en concreto 28,6 que se repartirán en tres tramos: Puntalón-Carchuna más el acceso este a Motril, Taramay-Lobres y Polopos-Albuñol.
Si se cumplen esas previsiones la autovía del Mediterráneo a su paso por el litoral granadino quedará a falta de la ejecución de otros tres tramos (Lobres-Guadalfeo, Gorgoracha-Puntalón y Carchuna-Castell de Ferro) para darla por finalizada al 100%.
Antes de que se dé este escenario, a lo largo de este año todo aquel que realice el trayecto comprendido entre el límite con la provincia de Málaga y la de Almería se encontrará con un tortuoso camino por delante. En diciembre de 2014, siempre que se cumplan los plazos prometidos por el Gobierno central, la A-7 pasará a ser como una serpiente.
En el próximo mes de marzo está prevista la apertura del tramo Puntalón-Carchuna (6,1 km.) junto con el acceso este al municipio de Motril. Si hacemos una barrida desde occidente a oriente, este trazado por la parte oeste enlaza con el Gorgoracha-Puntalón -que no se abrirá hasta 2015- y por el este con el Carchuna-Castell.
De esta forma si se opta por coger el coche para pasar por el nuevo trazado habrá que tomar la Nacional 340 (N-304) y una vez pasado Motril girar hacia la izquierda, subir por encima del barrio del Puntalón de la capital costera y tomar en ese punto la autovía. La travesía de Torrenueva podrá evitarse. A cambio será necesario hacer la operación anteriormente relatada y una vez que desde la nueva carretera se divisen los invernaderos de Carchuna se tomará el vial de bajada para proseguir la ruta por la N-340 antes de llegar a Calahonda. Una vez pasado Castell de Ferro habrá que incorporarse de nuevo a la A-7 ya que por el tramo Castell-Polopos se puede circular al estar operativa desde 2003.
Después de marzo el siguiente mes que traerá buenas noticias para la Costa Tropical será julio. Según la estimaciones ofrecidas el pasado lunes por el subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, el tramo Taramay-Lobres entrará en servicio. Serán 7,7 kilómetros más para la A-7 que permitirán unir el viario que entra en Granada desde la provincia de Málaga con la Gorgoracha. A su vez, facilitará la apertura del tramo por el momento aislado entre Lobres y Guadalfeo (2,3 km.), cuyas obras finalizaron en 2011.
Una vez alcanzada la Gorgoracha, aquellos conductores que transiten por esta vía deberán tomar un 'by pass' hacia la N-340 para afrontar la recta que atraviesa la vega motrileña hasta Torrenueva. Antes de entrar a esta localidad, como ocurría en el caso anterior, habrá que subir al Puntalón para proseguir el camino por la A-7 a través del Puntalón-Carchuna.
Por último, en diciembre el Polopos-Albuñol también será una realidad. Casi 15 kilómetros de estructura que enlazará el Castell-Polopos con el Albuñol-Almería. A partir de ahí, los granadinos tendrán que esperar. El Ministerio de Fomento y el representante del Ejecutivo de Mariano Rajoy en la provincia confían en que antes de que acabe la legislatura actual, es decir en 2015, las obras de la A-7 finalicen plenamente a su paso por Granada. Para el año que viene los tramos Gorgoracha-Puntalón y Carchuna-Castell serán los que queden pendientes para concluir esta infraestructura.
Si se cumplen esas previsiones la autovía del Mediterráneo a su paso por el litoral granadino quedará a falta de la ejecución de otros tres tramos (Lobres-Guadalfeo, Gorgoracha-Puntalón y Carchuna-Castell de Ferro) para darla por finalizada al 100%.
Antes de que se dé este escenario, a lo largo de este año todo aquel que realice el trayecto comprendido entre el límite con la provincia de Málaga y la de Almería se encontrará con un tortuoso camino por delante. En diciembre de 2014, siempre que se cumplan los plazos prometidos por el Gobierno central, la A-7 pasará a ser como una serpiente.
En el próximo mes de marzo está prevista la apertura del tramo Puntalón-Carchuna (6,1 km.) junto con el acceso este al municipio de Motril. Si hacemos una barrida desde occidente a oriente, este trazado por la parte oeste enlaza con el Gorgoracha-Puntalón -que no se abrirá hasta 2015- y por el este con el Carchuna-Castell.
De esta forma si se opta por coger el coche para pasar por el nuevo trazado habrá que tomar la Nacional 340 (N-304) y una vez pasado Motril girar hacia la izquierda, subir por encima del barrio del Puntalón de la capital costera y tomar en ese punto la autovía. La travesía de Torrenueva podrá evitarse. A cambio será necesario hacer la operación anteriormente relatada y una vez que desde la nueva carretera se divisen los invernaderos de Carchuna se tomará el vial de bajada para proseguir la ruta por la N-340 antes de llegar a Calahonda. Una vez pasado Castell de Ferro habrá que incorporarse de nuevo a la A-7 ya que por el tramo Castell-Polopos se puede circular al estar operativa desde 2003.
Después de marzo el siguiente mes que traerá buenas noticias para la Costa Tropical será julio. Según la estimaciones ofrecidas el pasado lunes por el subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, el tramo Taramay-Lobres entrará en servicio. Serán 7,7 kilómetros más para la A-7 que permitirán unir el viario que entra en Granada desde la provincia de Málaga con la Gorgoracha. A su vez, facilitará la apertura del tramo por el momento aislado entre Lobres y Guadalfeo (2,3 km.), cuyas obras finalizaron en 2011.
Una vez alcanzada la Gorgoracha, aquellos conductores que transiten por esta vía deberán tomar un 'by pass' hacia la N-340 para afrontar la recta que atraviesa la vega motrileña hasta Torrenueva. Antes de entrar a esta localidad, como ocurría en el caso anterior, habrá que subir al Puntalón para proseguir el camino por la A-7 a través del Puntalón-Carchuna.
Por último, en diciembre el Polopos-Albuñol también será una realidad. Casi 15 kilómetros de estructura que enlazará el Castell-Polopos con el Albuñol-Almería. A partir de ahí, los granadinos tendrán que esperar. El Ministerio de Fomento y el representante del Ejecutivo de Mariano Rajoy en la provincia confían en que antes de que acabe la legislatura actual, es decir en 2015, las obras de la A-7 finalicen plenamente a su paso por Granada. Para el año que viene los tramos Gorgoracha-Puntalón y Carchuna-Castell serán los que queden pendientes para concluir esta infraestructura.
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