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La llamada técnica del ganglio centinela ha demostrado ser segura, eficaz y menos agresiva
Un estudio español realizado por cirujanos orales y maxilofaciales del Hospital Universitario Cruces de Bilbao ha comprobado cómo con la técnica del ganglio centinela se evitan hasta en el 70 por ciento de los pacientes las disecciones cervicales que hasta ahora se hacían para detectar el cáncer del suelo de boca.
La nueva técnica consiste en inyectar un isótopo radiactivo que permite detectar con sondas los ganglios que pueden contener células cancerosas, dividirlo en muchos segmentos y, posteriormente, analizarlos por si contienen células metastásicas. De este modo sólo se extirpan los tejidos afectados y en caso de que la enfermedad haya llegado al ganglio se realiza una disección cervical como tratamiento.
Esta técnica supone «una menor morbilidad y agresividad para el paciente, una mayor sensibilidad en la detección de la enfermedad metastásica, ya que se estudian los ganglios más en profundidad, y presenta una similar tasa de supervivencia que la técnica empleada tradicionalmente en la que realizamos una disección cervical para detectar la metástasis», afirma el doctor Julio Álvarez Amezaga, coordinador del estudio y miembro de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM).
El experto advierte de la importancia de una detección precoz para conseguir una alta tasa de supervivencia, pues sus posibilidades pueden disminuir hasta ene un 50 por ciento si se detecta en estados avanzados. Una detección temprana que depende de factores como la consulta previa con un médico especialista, la facilidad de acceso al mismo y tener un profesional de la salud en contacto directo.
Factores que causan el cáncer oral
El cáncer oral es uno de los diez tipos más frecuentes en el mundo, y, dentro de ellos, el del suelo de la boca es el segundo más habitual. Se presenta de forma predominante en varones, en una relación de 4:1. El 95 por ciento de los casos se producen por encima de los 40 años de edad y la edad media en que aparece es a los 60 años.
Entre sus principales causas figuran las genéticas, el tabaco o el consumo de alcohol. De hecho, según datos de la SECOM, un consumo de este último por encima de 60 gramos al dia es el factor de riesgo individual más asociado al cáncer oral. El hábito de fumar aumenta las probabilidades de cáncer de manera proporcional al número de cigarrillos diarios, al número de años fumando y a la cantidad absoluta fumada en toda la vida.
La detección precoz juega un papel muy importante en la tasa de supervivencia. Desde la SECOM se aconseja a médicos y dentistas estar alerta ante la posible existencia de cáncer oral y lo tengan en mente ante cualquier área de ulceración o induración de la zona, sobre todo en fumadores y bebedores severos. «En caso de sospecha es imprescindible que el paciente sea atendido sin retrasos por un cirujano oral y maxilofacial en un centro hospitalario dotado de manera adecuada y lo ideal sería que empezara a ser tratado dentro de las tres semanas siguientes a la primera consulta», afirma el doctor Javier González Lagunas, presidente de la SECOM.
La efectividad del tratamiento depende también del acceso a la salud del paciente. Una vez diagnosticado, debe ser evaluado por un comité multidisciplinario que incluya la colaboración de todos los especialistas implicados en su manejo como el cirujano oral y maxilofacial, el oncólogo o el radioterapeuta. De hecho existen evidencias de que su ausencia afecta negativamente a los resultados.
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