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'Lugares por descubrir' es una invitación a desempolvar la autenticidad de los establecimientos hosteleros con más solera de la ciudad
A veces, puede ser un solo detalle: un personaje, una anécdota, un sabor. En ocasiones, lo que convence, lo que convierte a un establecimiento en un lugar especial por descubrir, es el maridaje perfecto de elementos: la decoración, la atmósfera, e incluso la temperatura de la cerveza y la copa en la que se sirve.
Dos lugares por descubrir en Granada, o por redescubrir. El primero, La Chicotá. En el argot de capataces y costaleros, una ‘chicotá’ es el espacio recorrido por un paso de Semana Santa desde que se levanta hasta que vuelve a tocar el suelo para dejarse admirar por fervorosos y curiosos. Y no unos metros, sino casi 15 años es el tramo andado por la taberna La Chicotá desde que abrió sus puertas, en la bulliciosa calle Navas, para rendir homenaje a una de las grandes tradiciones granadinas. Y en esta senda de gusto por lo propio, La Chicotá se ha dejado engalanar, como el Cristo de los Gitanos -al que veneran los propietarios- lo hace con flores y pan de oro, con la celosía nazarí que confirma el carácter único de este lugar. La Chicotá es Granada por fuera, Granada por dentro. La Chicotá es un lugar especial.
Y sobre la barra de La Chicotá I y de La Chicotá II resplandece el blanco del nuevo grifo de Alhambra Especial, bautizado como ‘Columna de Arrayanes’, cubierto por la geometría perfecta de una celosía que mira hacia el pasado nazarí y que sugiere también el origen de una cerveza de carácter artesanal, auténtica y llena de matices. Una cerveza que se descubre de nuevo en cada sorbo.
Celosía de misterio y luz tras la barra
Otro lugar especial es la Taberna El Retiro, donde todo queda en
casa. La energía de la juventud y la sabiduría de la experiencia
construyen el engranaje perfecto para esta familia de hosteleros,
liderada por el más joven y osado de sus miembros, Jesús Navarro.
Convertido en 2011 en el hostelero más joven de la ciudad cuando tan
sólo tenía 22 años, el propietario de este céntrico establecimiento se
maneja con soltura tras la barra, ahora decorada con un resplandeciente
grifo de cerveza que conserva a la temperatura perfecta Alhambra
Especial. El Retiro es un privilegiado mirador. Desde él, se puede observar el aspecto originario de una cerveza que entonces comenzaba a dar sus primeros pasos, y también el recién estrenado proyecto estético de Alhambra Especial. Mirando hacia el pasado, escribe su presente sobre un icono nazarí reconocible y versátil: la celosía. Este perfecto ensamblaje de trazos geométricos deja entrever que, más allá de lo visible, se pueden descubrir los secretos más sorprendentes del lugar, como Alhambra Especial, que desvela el misterio de su sabor tras el flamante nuevo grifo que decora la barra.
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