El IPC acumula ya en la provincia diecisiete meses consecutivos en números rojos
Que bajen los precios puede ser bueno para los bolsillos de los
granadinos, pero no es tan bueno para la economía. De hecho, la
deflación suele ser un síntoma de que el consumo no se ha recuperado y,
por tanto, de que esos indicios de recuperación siguen sin llegar a las
familias granadinas. En el caso de Granada, la caída interanual de los
precios viene de largo: el IPC, según los últimos datos publicados por
el Instituto Nacional de Estadística (INE), acumula ya diecisiete meses
consecutivos en números rojos. El último descenso, además, es
especialmente significativo. En septiembre, el coste de la cesta de la
compra en Granada -entendida en su más amplio término- se ha reducido un
0,9% respecto al mismo mes del año pasado, igualando la caída
registrada en Andalucía y en el conjunto del territorio nacional.
La luz y el combustible son los gastos familiares que más han moderado su coste, y los que han motivado esta espectacular caída del IPC. Según los datos del INE, en el último año la electricidad, el gas y otros combustibles han abaratado los precios un 12%, mientras que los bienes y servicios relativos a los vehículos lo han hecho un 11,5%. Hay otros capítulos en los que también se han rebajado los precios, aunque en menor medida: los bienes y servicios para el hogar (-1,3%), las comunicaciones (-0,6%), los servicios hospitalarios (-2,6%), los soportes audiovisuales, fotográficos e informáticos (-5,2%), los artículos recreativos y deportivos (-0,2%) y servicios recreativos y culturales (-1,4%).
En el otro lado del ranking, el de los servicios que se han encarecido, son muy significativas las subidas que se han registrado en los servicios sociales (5,1%), los artículos de uso personal (4,3%) y los vehículos (3%). Otros de los capítulos con más peso en la economía familiar, la alimentación y la bebida, también se han encarecido un 2 y un 3,4%, respectivamente, mientras que el alquiler de vivienda ha experimentado un aumento del 0,3%.
Aunque esta bajada de los precios sea un alivio temporal al bolsillo de los consumidores, UGT advirtió ayer de que no es más que un "termómetro" que demuestra "el preocupante estado de atonía y estancamiento de la economía granadina". Según apuntó la secretaria general de UGT de Granada, Manuela Martínez, "seis años continuados de políticas de austeridad, de control del gasto y de reducción de derechos han dado al traste con gran parte de los avances socioeconómicos logrados durante el anterior ciclo de bonanza".
Martínez apuntó que la bajada de los precios es otro eslabón de la cadena que impide la recuperación económica, aunque señaló que "más preocupante aún" es "el comportamiento irresponsable de muchos empresarios, que en lugar de fiar una mayor competitividad en la inversión productiva para mejorar la calidad de los productos o servicios que ofrecen, optan por la precariedad laboral y los bajos salarios". También señaló la responsable de UGT a las administraciones, a las que acusó de ser "permisivas" con una actitud que "compromete el futuro de nuestra economía, prolongando la actual situación de crisis y sus efectos negativos".
La luz y el combustible son los gastos familiares que más han moderado su coste, y los que han motivado esta espectacular caída del IPC. Según los datos del INE, en el último año la electricidad, el gas y otros combustibles han abaratado los precios un 12%, mientras que los bienes y servicios relativos a los vehículos lo han hecho un 11,5%. Hay otros capítulos en los que también se han rebajado los precios, aunque en menor medida: los bienes y servicios para el hogar (-1,3%), las comunicaciones (-0,6%), los servicios hospitalarios (-2,6%), los soportes audiovisuales, fotográficos e informáticos (-5,2%), los artículos recreativos y deportivos (-0,2%) y servicios recreativos y culturales (-1,4%).
En el otro lado del ranking, el de los servicios que se han encarecido, son muy significativas las subidas que se han registrado en los servicios sociales (5,1%), los artículos de uso personal (4,3%) y los vehículos (3%). Otros de los capítulos con más peso en la economía familiar, la alimentación y la bebida, también se han encarecido un 2 y un 3,4%, respectivamente, mientras que el alquiler de vivienda ha experimentado un aumento del 0,3%.
Aunque esta bajada de los precios sea un alivio temporal al bolsillo de los consumidores, UGT advirtió ayer de que no es más que un "termómetro" que demuestra "el preocupante estado de atonía y estancamiento de la economía granadina". Según apuntó la secretaria general de UGT de Granada, Manuela Martínez, "seis años continuados de políticas de austeridad, de control del gasto y de reducción de derechos han dado al traste con gran parte de los avances socioeconómicos logrados durante el anterior ciclo de bonanza".
Martínez apuntó que la bajada de los precios es otro eslabón de la cadena que impide la recuperación económica, aunque señaló que "más preocupante aún" es "el comportamiento irresponsable de muchos empresarios, que en lugar de fiar una mayor competitividad en la inversión productiva para mejorar la calidad de los productos o servicios que ofrecen, optan por la precariedad laboral y los bajos salarios". También señaló la responsable de UGT a las administraciones, a las que acusó de ser "permisivas" con una actitud que "compromete el futuro de nuestra economía, prolongando la actual situación de crisis y sus efectos negativos".
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