El Ayuntamiento inicia una campaña informativa después de que se hayan registrado varios accidentes con bicicletas.
La Policía Local está obligando desde ayer a los ciclistas que
circulan por zonas peatonales a que se apeen de sus vehículos y
continúen la marcha a pie. Una pareja de agentes municipales estuvo
durante toda la mañana de ayer informando a los ciclistas que pedaleaban
por la calle Tetuán de que tenían que bajarse y seguir andando, ya que
estaban pasando por una calle con acceso restringido a las bicicletas en
horario comercial.
Éste es el embrión de una campaña que la Policía Local va a poner en marcha para fomentar la convivencia entre peatones, ciclistas y conductores, según informaron ayer a este periódico fuentes municipales. Además de obligar a los ciclistas a respetar las zonas peatonales, los policías locales tratarán de hacer que los peatones no invadan el carril bici y que los coches no estacionen en zonas de paso de ciclistas.
La campaña se pone en marcha después de que se hayan registrado algunos accidentes entre ciclistas y peatones en las zonas peatonales. En concreto, se han dado casos de mujeres mayores que han sido derribadas por algún ciclista y han sufrido lesiones de cierta consideración, como fracturas en piernas y caderas. Para impedir que vuelvan a suceder accidentes de este tipo, el Ayuntamiento de Sevilla apuesta por fin por obligar a cumplir las restricciones horarias a los ciclistas en las zonas más comerciales y con una mayor afluencia de viandantes.
Por el momento, los policías han empezado colocándose en el cruce de Tetuán y Rioja y ordenando parar a todos los ciclistas que venían desde la Campana o desde la Plaza Nueva. En los próximos días se harán controles similares en todas las zonas restringidas del centro. Son todas aquellas calles que cuentan con una placa que indica que las bicicletas no pueden circular por ellas en horario comercial, de diez de la mañana a diez de la noche. Tetuán, Velázquez, Sierpes, Cuna, Puente y Pellón, O'Donnell o Granada son las más conocidas.
Estas señales se colocaron hace más de cinco años pero de poco han servido hasta ahora. Ni se respetan ni había nadie que las hiciera respetar. Las señales habían quedado casi como piezas decorativas, puesto que las multas a ciclistas fueron muy escasas en los últimos años. Poco después de que se colocaran las placas, fueron multadas 50 personas, pero luego la Policía dejó de denunciar a ciclistas y sólo se multaron a aquellos que incurrían en infracciones muy flagrantes, como circular con auriculares y en sentido contrario al establecido o no respetar los semáforos. En las zonas peatonales no hubo control durante años.
Tanto fue así que ayer, la mayoría de los ciclistas que eran parados por la Policía en Tetuán, ni siquiera sabían que estaban pasando por una calle en la que no podían circular en bicicleta. La Policía les informaba de que tenían que seguir a pie y éstos lo hacían de buen grado. Muchos eran extranjeros y desconocían la prohibición. Otros venían de barrios alejados del centro y nunca se habían fijado en las señales. Algún estudiante foráneo se quejaba de que andando tardaría el doble en llegar a la Universidad.
La campaña es puramente informativa y no está previsto que la Policía denuncie indiscriminadamente a los ciclistas. Sólo lo hará en aquellos casos de reincidentes que incumplan reiteradamente las indicaciones de los agentes. Las multas que contemplan las ordenanzas municipales son de 70 euros. En el futuro no se descarta que la Policía Local incluya las bicicletas entre los vehículos que inspeccionan en los controles. Es decir, que un ciclista podrá ser sometido a un control de alcoholemia o de documentación como si de un conductor de un vehículo a motor se tratara.
Éste es el embrión de una campaña que la Policía Local va a poner en marcha para fomentar la convivencia entre peatones, ciclistas y conductores, según informaron ayer a este periódico fuentes municipales. Además de obligar a los ciclistas a respetar las zonas peatonales, los policías locales tratarán de hacer que los peatones no invadan el carril bici y que los coches no estacionen en zonas de paso de ciclistas.
La campaña se pone en marcha después de que se hayan registrado algunos accidentes entre ciclistas y peatones en las zonas peatonales. En concreto, se han dado casos de mujeres mayores que han sido derribadas por algún ciclista y han sufrido lesiones de cierta consideración, como fracturas en piernas y caderas. Para impedir que vuelvan a suceder accidentes de este tipo, el Ayuntamiento de Sevilla apuesta por fin por obligar a cumplir las restricciones horarias a los ciclistas en las zonas más comerciales y con una mayor afluencia de viandantes.
Por el momento, los policías han empezado colocándose en el cruce de Tetuán y Rioja y ordenando parar a todos los ciclistas que venían desde la Campana o desde la Plaza Nueva. En los próximos días se harán controles similares en todas las zonas restringidas del centro. Son todas aquellas calles que cuentan con una placa que indica que las bicicletas no pueden circular por ellas en horario comercial, de diez de la mañana a diez de la noche. Tetuán, Velázquez, Sierpes, Cuna, Puente y Pellón, O'Donnell o Granada son las más conocidas.
Estas señales se colocaron hace más de cinco años pero de poco han servido hasta ahora. Ni se respetan ni había nadie que las hiciera respetar. Las señales habían quedado casi como piezas decorativas, puesto que las multas a ciclistas fueron muy escasas en los últimos años. Poco después de que se colocaran las placas, fueron multadas 50 personas, pero luego la Policía dejó de denunciar a ciclistas y sólo se multaron a aquellos que incurrían en infracciones muy flagrantes, como circular con auriculares y en sentido contrario al establecido o no respetar los semáforos. En las zonas peatonales no hubo control durante años.
Tanto fue así que ayer, la mayoría de los ciclistas que eran parados por la Policía en Tetuán, ni siquiera sabían que estaban pasando por una calle en la que no podían circular en bicicleta. La Policía les informaba de que tenían que seguir a pie y éstos lo hacían de buen grado. Muchos eran extranjeros y desconocían la prohibición. Otros venían de barrios alejados del centro y nunca se habían fijado en las señales. Algún estudiante foráneo se quejaba de que andando tardaría el doble en llegar a la Universidad.
La campaña es puramente informativa y no está previsto que la Policía denuncie indiscriminadamente a los ciclistas. Sólo lo hará en aquellos casos de reincidentes que incumplan reiteradamente las indicaciones de los agentes. Las multas que contemplan las ordenanzas municipales son de 70 euros. En el futuro no se descarta que la Policía Local incluya las bicicletas entre los vehículos que inspeccionan en los controles. Es decir, que un ciclista podrá ser sometido a un control de alcoholemia o de documentación como si de un conductor de un vehículo a motor se tratara.
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