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El nuevo sistema, con 24 precios diferentes al día, abarata la luz en aquellos hogares capaces de trasladar su consumo a las horas más económicas
La tarifa eléctrica por horas no ha entrado de golpe en todos los
hogares granadinos. Pese a que con la llegada del mes de octubre se
cumplió la moratoria dada a las eléctricas para aplicar esta nueva
tabla, sólo algo más de la mitad de los hogares cuentan con el contador
electrónico necesario para su aplicación. Por ahora, la gran mayoría de
los clientes se librarán de estar pendientes del reloj para saber cuándo
poner la lavadora, utilizar el lavavajillas o conectar el horno. Este
nuevo sistema, que cobra distintos precios por la electricidad según la
hora del día, se ha puesto en marcha en 163.014 hogares de la provincia.
Según los datos facilitados por Endesa, la distribuidora encargada del
suministro en la mayoría de casas de Granada, en un 55% de los hogares
ya se han instalado los equipos, pero sólo en el 89% de estos se ha
podido conectar de forma telemática. Las compañías distribuidoras tiene
de margen hasta el 31 de diciembre de 2018 para dotar a todas las
viviendas del nuevo sistema inteligente. Los que aún no disponen de
estos aparatos seguirán tarifando con el sistema actual.
De cualquier forma, el hecho de tener habilitados los contadores electrónicos no implica necesariamente acogerse a este nuevo tipo de tarificación. Los hogares que facturarán por horas son aquellos que no se han acogido a ninguna oferta concreta de las que ofrecen todas las compañías. Estos últimos, cerca de 100.000, seguirán con el mismo producto contratado sin necesidad de hacer nada.
El director comercial de Endesa para Andalucía y Extremadura, Julio Moratalla, asegura que antes de la puesta en marcha del nuevo protocolo han informado por carta a todos los clientes que estrenan la nueva facturación. Sobre el nuevo sistema, Moratalla argumenta que les va a permitir ofrecer nuevas ventajas a los clientes al conocer el consumo exacto por horas. Aunque se trata de un modelo que él mismo define como «lioso», ya que se establecen 720 precios diferentes al mes -24 horas por 30 días-, afirma que los clientes que logren trasladar el consumo a las horas más económicas se verán muy beneficiados. Los detractores del nuevo sistema censuran también la confusión y el incremento en la complejidad de unas facturas que a día de hoy eran ya incomprensibles para muchos ciudadanos. De hecho, un estudio realizado el pasado abril por el Instituto Sondea reflejó que la mitad de los usuarios confesaban no entender su recibo de la luz.
Las asociaciones de consumidores han criticado con dureza la nueva tarificación desde hace meses. Temen que la nuevas reglas supongan una subida encubierta y denuncian que supone «un atentado contra los derechos de los consumidores». Facua es de las más críticas: «Es como si vas a tomar un café, preguntas el precio y te dice el camarero que te lo tomes y que después te dice cuánto cuesta». Entiende que va a encarecer las facturas, ya que el precio varía cada día y nadie va a estar consultando una página web antes de poner una lavadora. «No podemos estar como agentes de bolsa mirando la evolución del precio de la luz; es absurdo e ilógico», señala. Los responsables de este colectivo creen que el cambio sólo responde a la necesidad del Gobierno de favorecer a las eléctricas después de que el año pasado ya se opusiera a una subida. «Ellos tienen unos compromisos adquiridos con las eléctricas, porque no es lógico que la luz haya subido más de un 75% en los últimos diez años, lo que equivale a más de 400 euros al año», exponen.
La Unión de Consumidores de Andalucía (UCA) también anuncia que va a estar especialmente vigilante con esta cuestión. Jesús Burgos, su presidente, se encuentra convencido de que se trata de «una subida encubierta» y de que en cuanto se realice el primer cobro comenzarán a llegarles innumerables quejas. «El problema es que no nos han informado ni a nosotros, porque ni las eléctricas saben lo que va a pasar con el recibo», considera. En este sentido, lamenta que a partir de ahora será mucho más complicado reclamar cuando se produzca un error en la lectura «porque habrá que decir también en qué momento del día se ha producido».
El nuevo sistema de tarificación por horas se puso en marcha el uno de octubre y establece un precio distinto cada hora. Los consumidores podrán conocer el precio que van a pagar por la energía el día anterior -a partir de las 20,15 horas- en la página web de Red Eléctrica Española -http://www.esios.ree.es/web-publica/pvpc/-. Por ejemplo, el día 1 de octubre pudimos saber que utilizar un aparato eléctrico entre las 15 y las 16 horas nos iba a costar a 0,11925 euros el kilovatio. La hora más económica fue entre las dos y las tres de la madrugada, y la más cara entre las 21.00 y las 22.00. El gran problema es que esos precios y franjas horarias no tienen nada que ver con los que se puedan consultar hoy.
Para quien no vea convincente el nuevo modelo de tarificación horaria, el sistema ofrece otras alternativas, entre las que destacan la posibilidad de contratar con una comercializadora un precio fijo o de referencia anual o pactar con cualquier empresa en mercado libre el coste y las condiciones del suministro eléctrico, una opción por la que han optado miles usuarios desde hace ya varios meses.
De cualquier forma, el hecho de tener habilitados los contadores electrónicos no implica necesariamente acogerse a este nuevo tipo de tarificación. Los hogares que facturarán por horas son aquellos que no se han acogido a ninguna oferta concreta de las que ofrecen todas las compañías. Estos últimos, cerca de 100.000, seguirán con el mismo producto contratado sin necesidad de hacer nada.
El director comercial de Endesa para Andalucía y Extremadura, Julio Moratalla, asegura que antes de la puesta en marcha del nuevo protocolo han informado por carta a todos los clientes que estrenan la nueva facturación. Sobre el nuevo sistema, Moratalla argumenta que les va a permitir ofrecer nuevas ventajas a los clientes al conocer el consumo exacto por horas. Aunque se trata de un modelo que él mismo define como «lioso», ya que se establecen 720 precios diferentes al mes -24 horas por 30 días-, afirma que los clientes que logren trasladar el consumo a las horas más económicas se verán muy beneficiados. Los detractores del nuevo sistema censuran también la confusión y el incremento en la complejidad de unas facturas que a día de hoy eran ya incomprensibles para muchos ciudadanos. De hecho, un estudio realizado el pasado abril por el Instituto Sondea reflejó que la mitad de los usuarios confesaban no entender su recibo de la luz.
Las asociaciones de consumidores han criticado con dureza la nueva tarificación desde hace meses. Temen que la nuevas reglas supongan una subida encubierta y denuncian que supone «un atentado contra los derechos de los consumidores». Facua es de las más críticas: «Es como si vas a tomar un café, preguntas el precio y te dice el camarero que te lo tomes y que después te dice cuánto cuesta». Entiende que va a encarecer las facturas, ya que el precio varía cada día y nadie va a estar consultando una página web antes de poner una lavadora. «No podemos estar como agentes de bolsa mirando la evolución del precio de la luz; es absurdo e ilógico», señala. Los responsables de este colectivo creen que el cambio sólo responde a la necesidad del Gobierno de favorecer a las eléctricas después de que el año pasado ya se opusiera a una subida. «Ellos tienen unos compromisos adquiridos con las eléctricas, porque no es lógico que la luz haya subido más de un 75% en los últimos diez años, lo que equivale a más de 400 euros al año», exponen.
La Unión de Consumidores de Andalucía (UCA) también anuncia que va a estar especialmente vigilante con esta cuestión. Jesús Burgos, su presidente, se encuentra convencido de que se trata de «una subida encubierta» y de que en cuanto se realice el primer cobro comenzarán a llegarles innumerables quejas. «El problema es que no nos han informado ni a nosotros, porque ni las eléctricas saben lo que va a pasar con el recibo», considera. En este sentido, lamenta que a partir de ahora será mucho más complicado reclamar cuando se produzca un error en la lectura «porque habrá que decir también en qué momento del día se ha producido».
El nuevo sistema de tarificación por horas se puso en marcha el uno de octubre y establece un precio distinto cada hora. Los consumidores podrán conocer el precio que van a pagar por la energía el día anterior -a partir de las 20,15 horas- en la página web de Red Eléctrica Española -http://www.esios.ree.es/web-publica/pvpc/-. Por ejemplo, el día 1 de octubre pudimos saber que utilizar un aparato eléctrico entre las 15 y las 16 horas nos iba a costar a 0,11925 euros el kilovatio. La hora más económica fue entre las dos y las tres de la madrugada, y la más cara entre las 21.00 y las 22.00. El gran problema es que esos precios y franjas horarias no tienen nada que ver con los que se puedan consultar hoy.
Para quien no vea convincente el nuevo modelo de tarificación horaria, el sistema ofrece otras alternativas, entre las que destacan la posibilidad de contratar con una comercializadora un precio fijo o de referencia anual o pactar con cualquier empresa en mercado libre el coste y las condiciones del suministro eléctrico, una opción por la que han optado miles usuarios desde hace ya varios meses.
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