- En
los terrenos acotados queda restringido su aprovechamiento a aquellas
personas que cuenten con permiso para ello y cumplan las condiciones
establecidas por los ayuntamientos.
Los
ayuntamientos riojanos de Nestares, Villoslada de Cameros, Lumbreras,
Ortigosa, Cornago e Igea suman un total de 19.528 hectáreas de terrenos
acotados para la recogida de setas, hongos y trufas. El director general
de Medio Natural, Miguel Urbiola, ha recordado a Efe que el pasado mes
de enero, el Gobierno de La Rioja aprobó un Decreto para ordenar la
recogida de setas silvestres en la región y estableció un cupo máximo de
tres kilos por persona y día, que deben cogerse de miércoles a domingo
en horario diurno.
El objetivo de esta normativa es “preservar los recursos naturales micológicos”, ante el “efecto llamada” que se producía de recolectores procedentes de comunidades autónomas vecinas, ha explicado, algunos organizados con “fines comerciales”.
Los propietarios de los montes, en el 90 por ciento de los casos los ayuntamientos, pueden establecer cotos en sus terrenos forestales para regular los aprovechamientos, y igual que ocurre con la madera y la caza.
En los terrenos acotados queda restringido su aprovechamiento a aquellas personas que cuenten con permiso para ello y cumplan las condiciones establecidas por los ayuntamientos.
Antes de esta normativa, ya existían acotados en La Rioja, en concreto en los municipios en Villarroya, Igea y Cornago, pero ahora se han sumado otros cuatro, mientras que el municipio de Villarroya está pendiente de culminar la tramitación administrativa.
El Decreto, que se consensuó con las asociaciones micológicas, establece las 72 especies de setas que se pueden recoger, cuándo y de qué manera se deben arrancar y después transportar, para lo que hay que utilizar cestas de mimbre o paja que permitan la dispersión de esporas por el monte.
La recogida de setas está prohibida en La Rioja los lunes y martes -excepto si son festivos a escala nacional o regional- y tampoco está autorizada en horario nocturno.
Las autoridades competentes (agentes forestales y Guardia Civil del Seprona) podrán sancionar el arranque de setas con la mano desde la base del pie llevándose el micelio, así como el uso de herramientas (hoces, rastrillos y azadas) que puedan dañar el estrato humífero o mantillo del terreno, el micelio fúngico o el aparato radicular de la vegetación.
También se prohíbe remover, alterar la capa vegetal y cortar o arrancar la vegetación asociada ya sea manualmente o utilizando rastrillos u otras herramientas de la misma índole, a excepción de las trufas para las cuales deberá usarse utensilios de hoja larga y estrecha.
Urbiola ha recordado que, al margen de sus valores gastronómicos, los hongos y las setas desempeñan una función “fundamental” en el ecosistema a través de las sinergias con otros vegetales.
Ha puntualizado que está prohibido recoger setas o trufas durante la ejecución de una batida de caza, por lo que los aficionados a la micología deben conocer antes si en esa zona se va a celebrar esa actividad.
Además, siempre que las condiciones de conservación de los recursos naturales así lo aconsejen, la Dirección General de Medio Natural podrá establecer vedados para una o varias especies, aunque todavía no lo ha hecho.
“Se trata de una medida preventiva, para evitar situaciones como la que ocurrió en Alemania hace unos años, cuando llegó desaparecer la especie rebozuelo por la presión en su aprovechamiento”, ha indicado.
Solo se podrán recoger aquellas setas de las 72 especies autorizadas que hayan alcanzado su tamaño normal de madurez, aunque si se pide autorización a Medio Natural se podrán coger otras especies y tamaños con fines científicos, medicinales o divulgativos.
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