Salud distribuye más de 134.000 dosis para evitar complicaciones y proteger a las personas mayores y a los grupos de riesgo
La campaña de vacunación contra la gripe ha dado comienzo y,
para ello, la Delegación de Salud ha puesto en marcha 149 puntos
asistenciales, cuatro más que el año pasado. En todos estos espacios,
según informó la Junta, se van a distribuir 134.186 dosis para evitar
complicaciones derivadas de esta enfermedad en la población de riesgo,
integrada por personas mayores de 65 años y enfermos. Además de estas
personas, también se recomienda que las embarazadas se pongan la vacuna
de la gripe en cualquier momento de la gestación para prevenir la
enfermedad tanto a la mujer como al niño. La pasada campaña de la gripe,
según la misma información, en la provincia de Córdoba se vacunaron
124.913 personas, de las que el 81,7% (102.107 personas) tenían más de
65 años.
Junto a los grupos de población que presentan mayor vulnerabilidad frente al virus existen otros que, por estar en contacto frecuente con personas en situación de riesgo, deben también vacunarse tanto para su propia protección como para evitar el contagio de las personas a las que atienden. Se trata de los profesionales de la salud, los servicios comunitarios y los servicios públicos esenciales (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, bomberos), así como quienes trabajan en instituciones penitenciarias y centros de internamiento. Entre ellos, el personal del centro de salud Lucano, espacio en el que prevén vacunar cada día a unas 60 personas mientras dura la campaña. Este centro de salud sirvió ayer de escaparate desde el que Salud dio a conocer el inicio de la campaña y al que acudieron un buen número de pacientes con su cita. Entre ellos, María Dolores Barroso, vecina del barrio y que a sus 74 años aseguró que se vacuna cada temporada y "nunca he tenido la gripe". Al igual que ella, José Medina no ha faltado a su cita para recibir la vacuna desde que se jubiló , a pesar de reconocer con orgullo que a sus 77 años "gozo de buena salud". No obstante, Medina recomendó con entusiasmo acudir al centro de salud para recibir la vacuna y afrontar un invierno libre de virus.
A sus 69 años, Trinidad Rodríguez esperaba su turno en el centro de salud Lucano también para recibir la vacuna de la gripe. "Vengo cada año porque estoy en edad de riesgo", detalló. Esta mujer confesó una apreciación muy popular, que no es otra que sólo ha cogido la gripe "el año que no me vacuné". "La semana pasada me dijeron que empezaba la vacunación hoy -por ayer-", relató Soledad Toscano, otra paciente del centro de salud Lucano y quien no puede recordar cuántos años lleva vacunándose contra la gripe.
El resto de pacientes y de población en riesgo irá acudiendo de manera progresiva hasta finales de noviembre a sus correspondientes centros de salud para recibir la vacuna. Salud, además, acude a domicilios y a congregaciones de religiosos para atender a personas que no pueden desplazarse, tal y como ocurre entre la población de riesgo del centro de salud de Lucano, que tiene un elevado número de población mayor de 65 años. Ante la posibilidad de que la vacuna dé reacción, desde la dirección de Lucano descartaron esta posibilidad y añadieron que el efecto de la vacuna se prolonga durante tres meses y medio.
Además de la vacunación, desde Salud recordaron la importancia que tiene tomar medidas higiénicas sencillas como taparse la boca, usar pañuelos desechables y lavarse con frecuencia las manos para protegerse frente al virus de la gripe, ya que se transmite por el aire, al toser o estornudar.
Junto a los grupos de población que presentan mayor vulnerabilidad frente al virus existen otros que, por estar en contacto frecuente con personas en situación de riesgo, deben también vacunarse tanto para su propia protección como para evitar el contagio de las personas a las que atienden. Se trata de los profesionales de la salud, los servicios comunitarios y los servicios públicos esenciales (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, bomberos), así como quienes trabajan en instituciones penitenciarias y centros de internamiento. Entre ellos, el personal del centro de salud Lucano, espacio en el que prevén vacunar cada día a unas 60 personas mientras dura la campaña. Este centro de salud sirvió ayer de escaparate desde el que Salud dio a conocer el inicio de la campaña y al que acudieron un buen número de pacientes con su cita. Entre ellos, María Dolores Barroso, vecina del barrio y que a sus 74 años aseguró que se vacuna cada temporada y "nunca he tenido la gripe". Al igual que ella, José Medina no ha faltado a su cita para recibir la vacuna desde que se jubiló , a pesar de reconocer con orgullo que a sus 77 años "gozo de buena salud". No obstante, Medina recomendó con entusiasmo acudir al centro de salud para recibir la vacuna y afrontar un invierno libre de virus.
A sus 69 años, Trinidad Rodríguez esperaba su turno en el centro de salud Lucano también para recibir la vacuna de la gripe. "Vengo cada año porque estoy en edad de riesgo", detalló. Esta mujer confesó una apreciación muy popular, que no es otra que sólo ha cogido la gripe "el año que no me vacuné". "La semana pasada me dijeron que empezaba la vacunación hoy -por ayer-", relató Soledad Toscano, otra paciente del centro de salud Lucano y quien no puede recordar cuántos años lleva vacunándose contra la gripe.
El resto de pacientes y de población en riesgo irá acudiendo de manera progresiva hasta finales de noviembre a sus correspondientes centros de salud para recibir la vacuna. Salud, además, acude a domicilios y a congregaciones de religiosos para atender a personas que no pueden desplazarse, tal y como ocurre entre la población de riesgo del centro de salud de Lucano, que tiene un elevado número de población mayor de 65 años. Ante la posibilidad de que la vacuna dé reacción, desde la dirección de Lucano descartaron esta posibilidad y añadieron que el efecto de la vacuna se prolonga durante tres meses y medio.
Además de la vacunación, desde Salud recordaron la importancia que tiene tomar medidas higiénicas sencillas como taparse la boca, usar pañuelos desechables y lavarse con frecuencia las manos para protegerse frente al virus de la gripe, ya que se transmite por el aire, al toser o estornudar.
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