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Los grafitos que relucen tras la restauración exterior proceden de una costumbre universitaria del siglo XV
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En Granada aún no han sido estudiados ni datados pero, en ciudades como Salamanca, algunos de ellos tienen cinco siglos de historia
Es algo que ya se hizo, por ejemplo, en Salamanca, ciudad en la que el vítor se incorporó como marca y se mantiene como costumbre arraigada tras siglos de historia, aunque relacionada con otro fin distinto al original, según desentrañó un estudio realizado y publicado por dos investigadores de la Universidad salmantina hace cinco años. Todavía hoy, en determinadas y contadas ocasiones, se permite la escritura de estos homenajes sobre las paredes.
Y es que Granada no es la única ciudad en la que este tipo de grafitos aparecen reflejados en distintos muros. En Sevilla, tras la 'limpieza' a la que fue sometida la catedral, también aparecieron varios. En Baeza (Jaén) hay impresos montones de ellos, así como en Alcalá de Henares y en ciudades iberoamericanas con presencia de la Universidad de Indias: Lima, México y Santo Domingo.
Mito y realidad
Sí está delimitado, en cualquier caso, que el origen es una práctica
común en urbes universitarias. Alrededor de este hábito ha habido
diversas teorías que tienen más que ver con el mito de la tradición que
con la realidad científica. Desmontar ese halo mítico es lo que hicieron
hace un lustro el profesor de la Universidad de Salamanca y director
del Centro de Historia Universitaria Alfonso IX, Luis Enrique
Rodríguez-San Pedro Bezares, y el colaborador de este centro, el
investigador salmantino Ángel Weruaga Prieto. Ambos son los autores de
'Vítores universitarios salmantinos', un libro que editó la Universidad
Pontificia de Salamanca en 2011 y que repasa el origen, el significado y
los usos de este símbolo, que nace en el siglo XV y que fueron
prohibidos al inicio de la segunda mitad del siglo XVIII.El volumen condensó una labor de siete años, en los que los autores fotografiaron los vítores, transcribieron paleográficamente algunos de ellos, y los digitalizaron y confrontaron con las diversas bases de datos que se tienen sobre la historia universitaria de la capital salmantina. En total, analizaron 110 vítores desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XVIII. Según el estudio, en Salamanca no quedan restos de los grafitos pintados en el siglo XV ni la primera mitad del XVI, que es la época en la que se cree que está su origen. Los más antiguos que hallaron son cinco ejemplares de la segunda mitad del siglo XVI. En el caso de Granada, lo lógico es que empezasen a realizarse a partir de ese siglo, puesto que la Universidad granadina se funda en 1531 por parte del emperador Carlos V.
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