La demolición se hará una vez hayan
regresado las hermandades rocieras, para minimizar las molestias El
vallado de las parcelas del Seminario, pendiente del trámite
administrativo
Ya hay fecha para el derribo del tramo que aún está en pie del
puente de la Avenida de Cádiz. Será después de la Romería del Rocío, una
vez hayan regresado las hermandades onubenses, para evitar así
problemas de tráfico durante esta celebración, de gran arraigo en la
ciudad. Así lo anunció ayer el portavoz del equipo de gobierno y
concejal de Urbanismo del Ayuntamiento, Manuel Gómez, quien aclaró
además que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) no
necesita pedir licencia para este derribo puesto que se trata de obras
de interés general.
El anuncio de Gómez se produce justo después de que ADIF recordara el lunes que lleva desde el mes de enero planteándole al Ayuntamiento onubense la necesidad de que le conceda el permiso para acometer el derribo del resto de esta infraestructura, sin que hasta el momento les haya llegado. La tardanza en la concesión de este permiso también suscitó las críticas del Grupo Popular, que incluso plantea hoy una pregunta al pleno para saber cuáles son los motivos por los que no se ha concedido aún.
Gómez aclaró ayer que ADIF no tiene que solicitar licencia, pues la normativa de aplicación no lo exige. No obstante, señaló que ambas administraciones sí tienen que coordinarse para determinar en qué momento se hacen las obras, que afectarán al tráfico tanto en la Avenida Escultora Miss Whitney como en otras calles aledañas. "Tenemos que tener en cuenta los condicionantes que nos plantea la vida de la ciudad: no estorbar en Semana Santa, en Navidades o ahora que viene la Romería del Rocío y la obra puede generar problemas de tráfico en la entrada y salida de las hermandades", aseguró.
Con este objetivo de no afectar a la romería, se ha decidido que el derribo comience tras el regreso de las hermandades a la capital onubense para evitar, en la medida de lo posible, las molestias a los ciudadanos.
El derribo del primer tramo se ejecutó el pasado mayo de 2015, en una medida que estuvo rodeada de polémica y que fue tildada de algunos sectores de electoralista. Manuel Gómez aludió precisamente ayer a esta primera fase para recordar que el puente se podía haber tirado entero en ese momento. "No sabemos por qué se quedó así, a medio hacer, eso serán otros representantes los que lo tengan que explicar", dijo.
Otro de los temas que se abordarán en el pleno de hoy es el nuevo expolio en los terrenos donde se asienta el yacimiento arqueológico del Seminario. Junto a quién fue el autor de este movimiento de tierra y por qué realizó el mismo, el Grupo Popular preguntará al equipo de gobierno por qué no están valladas las parcelas tras el acuerdo plenario del pasado mes de enero, en el que se comprometieron a acometer estos cerramientos en todas las parcelas susceptibles de albergar restos arqueológicos.
El portavoz municipal y concejal de Urbanismo insistió en que este vallado se va a hacer, pero aludió a la necesidad de cumplir con una serie de trámites administrativos, entre ellos la elaboración de un expediente informativo o la petición de varios presupuestos para la ejecución de estos trabajos. También se refirió al elevado número de parcelas propiedad del Ayuntamiento en ese Plan Parcial 8, algo que ocasiona que el vallado a realizar sobrepase los dos kilómetros. "Eso conlleva un coste y, por tanto, lleva su tramitación", puntualizó.
Sobre la posibilidad de reubicar el tradicional mercadillo de los viernes, en cuyos aledaños se realizó el segundo movimiento de tierras, insistió en que están estudiando alternativas porque se trata de un tema "complejo". Gómez precisó que, primero, habrá que consultar con los ciudadanos y con los comerciantes y luego ver si se cuenta con un sitio concreto donde se pueda ubicar.
El anuncio de Gómez se produce justo después de que ADIF recordara el lunes que lleva desde el mes de enero planteándole al Ayuntamiento onubense la necesidad de que le conceda el permiso para acometer el derribo del resto de esta infraestructura, sin que hasta el momento les haya llegado. La tardanza en la concesión de este permiso también suscitó las críticas del Grupo Popular, que incluso plantea hoy una pregunta al pleno para saber cuáles son los motivos por los que no se ha concedido aún.
Gómez aclaró ayer que ADIF no tiene que solicitar licencia, pues la normativa de aplicación no lo exige. No obstante, señaló que ambas administraciones sí tienen que coordinarse para determinar en qué momento se hacen las obras, que afectarán al tráfico tanto en la Avenida Escultora Miss Whitney como en otras calles aledañas. "Tenemos que tener en cuenta los condicionantes que nos plantea la vida de la ciudad: no estorbar en Semana Santa, en Navidades o ahora que viene la Romería del Rocío y la obra puede generar problemas de tráfico en la entrada y salida de las hermandades", aseguró.
Con este objetivo de no afectar a la romería, se ha decidido que el derribo comience tras el regreso de las hermandades a la capital onubense para evitar, en la medida de lo posible, las molestias a los ciudadanos.
El derribo del primer tramo se ejecutó el pasado mayo de 2015, en una medida que estuvo rodeada de polémica y que fue tildada de algunos sectores de electoralista. Manuel Gómez aludió precisamente ayer a esta primera fase para recordar que el puente se podía haber tirado entero en ese momento. "No sabemos por qué se quedó así, a medio hacer, eso serán otros representantes los que lo tengan que explicar", dijo.
Otro de los temas que se abordarán en el pleno de hoy es el nuevo expolio en los terrenos donde se asienta el yacimiento arqueológico del Seminario. Junto a quién fue el autor de este movimiento de tierra y por qué realizó el mismo, el Grupo Popular preguntará al equipo de gobierno por qué no están valladas las parcelas tras el acuerdo plenario del pasado mes de enero, en el que se comprometieron a acometer estos cerramientos en todas las parcelas susceptibles de albergar restos arqueológicos.
El portavoz municipal y concejal de Urbanismo insistió en que este vallado se va a hacer, pero aludió a la necesidad de cumplir con una serie de trámites administrativos, entre ellos la elaboración de un expediente informativo o la petición de varios presupuestos para la ejecución de estos trabajos. También se refirió al elevado número de parcelas propiedad del Ayuntamiento en ese Plan Parcial 8, algo que ocasiona que el vallado a realizar sobrepase los dos kilómetros. "Eso conlleva un coste y, por tanto, lleva su tramitación", puntualizó.
Sobre la posibilidad de reubicar el tradicional mercadillo de los viernes, en cuyos aledaños se realizó el segundo movimiento de tierras, insistió en que están estudiando alternativas porque se trata de un tema "complejo". Gómez precisó que, primero, habrá que consultar con los ciudadanos y con los comerciantes y luego ver si se cuenta con un sitio concreto donde se pueda ubicar.
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