La Autoridad Portuaria y el grupo
venezolano Mantex Metrópolis cierran un acuerdo de traspaso de la
propiedad Fomento debe aprobarla para poder desafectar los terrenos, de
dominio público
Las negociaciones por el Aqualon llegan a buen puerto a falta de
un último escollo que ha de despejar definitivamente la incertidumbre
que se cierne sobre su futuro. El Ministerio de Fomento tiene en sus
manos la llave para desempolvar el centro comercial tras el
acuerdo alcanzado entre sus gestores, el grupo empresarial venezolano
Mantex Metrópolis, y el Puerto de Huelva para el traspaso de la
propiedad de los terrenos sobre los que se asienta. Tras un año de
arduas negociaciones en las que la escasa actividad del complejo se ha
mantenido a flote gracias al impulso que supuso la compra de los cines
al grupo Ábaco, este periódico ha podido confirmar que las mismas
fructificaron recientemente propiciando la pertinente autorización de la
Autoridad Portuaria de Huelva (APH) para la enajenación de la
titularidad de los terrenos aunque es ahora el Ministerio de Fomento,
competente en la gestión del sistema portuario español, el que debe dar
el visto bueno a la operación para la desafectación del suelo, de
dominio público-terrestre y explotado por el grupo empresarial
venezolano en régimen de concesión administrativa desde 2011.
Tanto el grupo de capital venezolano, a través de su filial en España, Ibemetex Spain, como la institución portuaria iniciaron a principios del pasado año un proceso de negociaciones con el fin de hacerse con la propiedad de los terrenos sobre los que se levanta en la Glorieta Norte y poder así rentabilizar las inversiones que tiene previsto desarrollar como la única alternativa para poder garantizar la viabilidad económica de un complejo infrautilizado.
En la sesión del consejo de administración del Puerto de Huelva de abril de 2015 ya se dio traslado y se aprobó el estudio de la propuesta económica de adquisición de los terrenos. Posteriormente, en septiembre, el grupo inversor aportó toda la documentación requerida y se procedió a las oportunas tasaciones del suelo previas a su valoración económica. Una vez tasado, el Puerto fijó un precio de compra y Mantex Metrópolis le hizo llegar una propuesta económica que, tras un tira y afloja de meses a causa de las discrepancias en el valor de los activos, finalmente acabó aceptando la institución portuaria tras el consejo de administración de febrero, en el que se hizo efectivo el relevo de Manuela de Paz por Javier Barrero al frente de la misma.
La autorización portuaria, sin embargo, no remata la operación, sujeta ahora al dictamen final del Ministerio Fomento, que, dentro de los trámites requeridos, ha de dar aún el visto bueno a la misma para autorizar la desafectación de los terrenos de dominio público y liberarlos así como requisito indispensable para su venta.
"Las negociaciones ya se cerraron. Estamos a la espera de la respuesta de Fomento porque el Puerto ya dio su consentimiento a la operación, pero debe ser el Gobierno, dueño de Puertos del Estado, el que la apruebe", aseguraron fuentes de la empresa, expectante dado que "hay muchos empresarios vinculados al proyecto que llevan aguardando meses para poder poner en marcha sus negocios".
Fuentes del Puerto, no obstante, declinaron pronunciarse al respecto a la espera de la contestación de Fomento, si bien el director de la APH, Ignacio Álvarez-Ossorio, ya advirtió en febrero en la primera comparecencia pública de Javier Barrero como nuevo presidente de la institución que ésta sería "flexible" pero al mismo tiempo "muy escrupulosa y rigurosa" para evitar "merma alguna de sus intereses patrimoniales".
Dentro de los trámites administrativos de la operación, ésta, una vez cerrada la negociación tras la aceptación de la oferta, requiere ahora de la declaración de innecesariedad de la parcela en cuestión por parte del consejo de administración de la APH, requisito imprescindible para poder desafectar los terrenos del dominio público portuario. El acuerdo habrá de ser remitido a Puertos del Estado, a quien corresponde proponer al Ministerio de Fomento la desprotección del suelo, previo informe de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar sobre las características físicas de dichos bienes, momento a partir del cual los terrenos dejarán de formar parte del dominio público portuario, pudiendo entonces la APH acordar su transmisión patrimonial a un tercero previa autorización de Puertos del Estado.
Fuentes de la empresa precisaron que, si bien, no hay un plazo o fecha concreta prevista para el pronunciamiento de Fomento, confían en que éste sea favorable y llegue cuanto antes para rescatar al centro comercial del estado de hibernación que arrastra el desde que sus gestores decidieron congelar los proyectos que tienen en cartera dentro del proyecto de reconversión que han diseñado para el Aqualon como complejo de ocio y restauración en su hoja de ruta hacia la supervivencia. "Cuanto antes, mejor. Una vez resuelto, la reactivación sería inmediata porque hay gente esperando. Confiamos en que la operación va a salir bien y podamos empezar a mover cosas cuanto antes. Una vez tengamos el suelo, los proyectos saldrán adelante", aseguraron.
Los terrenos sobre los que se asienta el Aqualon son propiedad de la APH, que en 2002 los cedió en régimen de concesión administrativa por 30 años a Galería de Parques Reunidos (GMR), un grupo inmobiliario de promoción y gestión de centros comerciales en España que invirtió 25 millones de euros en el hasta entonces mayor centro comercial de Huelva, de 17.300 m2 distribuidos en tres plantas destinadas a usos comerciales, cines y locales de ocio y restauración, y divididos en 90 locales, amén de un aparcamiento subterráneo de 20.000 metros con capacidad para 700 coches. Pese a un prometedor inicio, los efectos de la crisis y la incapacidad para poder hacer frente a sus obligaciones de pago abocaron a GMR a la presentación de un concurso de acreedores que en 2008 desembocó en el traspaso de la propiedad a Euro Hypo, el banco alemán con el que tenía suscrita la hipoteca, por el impago de 38 millones.
En este escenario de incertidumbre irrumpió en 2011 Mantex Metrópolis, que, a través de Ibemetex Spain, invirtió 21 millones en la compra de Aqualon e inició un viraje empresarial que, lastrado por la estampida de varias firmas, principalmente las del gigante textil Inditex, decidió congelar hasta lograr la propiedad del suelo como requisito ineludible para su reactivación.
Tanto el grupo de capital venezolano, a través de su filial en España, Ibemetex Spain, como la institución portuaria iniciaron a principios del pasado año un proceso de negociaciones con el fin de hacerse con la propiedad de los terrenos sobre los que se levanta en la Glorieta Norte y poder así rentabilizar las inversiones que tiene previsto desarrollar como la única alternativa para poder garantizar la viabilidad económica de un complejo infrautilizado.
En la sesión del consejo de administración del Puerto de Huelva de abril de 2015 ya se dio traslado y se aprobó el estudio de la propuesta económica de adquisición de los terrenos. Posteriormente, en septiembre, el grupo inversor aportó toda la documentación requerida y se procedió a las oportunas tasaciones del suelo previas a su valoración económica. Una vez tasado, el Puerto fijó un precio de compra y Mantex Metrópolis le hizo llegar una propuesta económica que, tras un tira y afloja de meses a causa de las discrepancias en el valor de los activos, finalmente acabó aceptando la institución portuaria tras el consejo de administración de febrero, en el que se hizo efectivo el relevo de Manuela de Paz por Javier Barrero al frente de la misma.
La autorización portuaria, sin embargo, no remata la operación, sujeta ahora al dictamen final del Ministerio Fomento, que, dentro de los trámites requeridos, ha de dar aún el visto bueno a la misma para autorizar la desafectación de los terrenos de dominio público y liberarlos así como requisito indispensable para su venta.
"Las negociaciones ya se cerraron. Estamos a la espera de la respuesta de Fomento porque el Puerto ya dio su consentimiento a la operación, pero debe ser el Gobierno, dueño de Puertos del Estado, el que la apruebe", aseguraron fuentes de la empresa, expectante dado que "hay muchos empresarios vinculados al proyecto que llevan aguardando meses para poder poner en marcha sus negocios".
Fuentes del Puerto, no obstante, declinaron pronunciarse al respecto a la espera de la contestación de Fomento, si bien el director de la APH, Ignacio Álvarez-Ossorio, ya advirtió en febrero en la primera comparecencia pública de Javier Barrero como nuevo presidente de la institución que ésta sería "flexible" pero al mismo tiempo "muy escrupulosa y rigurosa" para evitar "merma alguna de sus intereses patrimoniales".
Dentro de los trámites administrativos de la operación, ésta, una vez cerrada la negociación tras la aceptación de la oferta, requiere ahora de la declaración de innecesariedad de la parcela en cuestión por parte del consejo de administración de la APH, requisito imprescindible para poder desafectar los terrenos del dominio público portuario. El acuerdo habrá de ser remitido a Puertos del Estado, a quien corresponde proponer al Ministerio de Fomento la desprotección del suelo, previo informe de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar sobre las características físicas de dichos bienes, momento a partir del cual los terrenos dejarán de formar parte del dominio público portuario, pudiendo entonces la APH acordar su transmisión patrimonial a un tercero previa autorización de Puertos del Estado.
Fuentes de la empresa precisaron que, si bien, no hay un plazo o fecha concreta prevista para el pronunciamiento de Fomento, confían en que éste sea favorable y llegue cuanto antes para rescatar al centro comercial del estado de hibernación que arrastra el desde que sus gestores decidieron congelar los proyectos que tienen en cartera dentro del proyecto de reconversión que han diseñado para el Aqualon como complejo de ocio y restauración en su hoja de ruta hacia la supervivencia. "Cuanto antes, mejor. Una vez resuelto, la reactivación sería inmediata porque hay gente esperando. Confiamos en que la operación va a salir bien y podamos empezar a mover cosas cuanto antes. Una vez tengamos el suelo, los proyectos saldrán adelante", aseguraron.
Los terrenos sobre los que se asienta el Aqualon son propiedad de la APH, que en 2002 los cedió en régimen de concesión administrativa por 30 años a Galería de Parques Reunidos (GMR), un grupo inmobiliario de promoción y gestión de centros comerciales en España que invirtió 25 millones de euros en el hasta entonces mayor centro comercial de Huelva, de 17.300 m2 distribuidos en tres plantas destinadas a usos comerciales, cines y locales de ocio y restauración, y divididos en 90 locales, amén de un aparcamiento subterráneo de 20.000 metros con capacidad para 700 coches. Pese a un prometedor inicio, los efectos de la crisis y la incapacidad para poder hacer frente a sus obligaciones de pago abocaron a GMR a la presentación de un concurso de acreedores que en 2008 desembocó en el traspaso de la propiedad a Euro Hypo, el banco alemán con el que tenía suscrita la hipoteca, por el impago de 38 millones.
En este escenario de incertidumbre irrumpió en 2011 Mantex Metrópolis, que, a través de Ibemetex Spain, invirtió 21 millones en la compra de Aqualon e inició un viraje empresarial que, lastrado por la estampida de varias firmas, principalmente las del gigante textil Inditex, decidió congelar hasta lograr la propiedad del suelo como requisito ineludible para su reactivación.
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