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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología asegura que es necesario prevenir la gripe, el neumococo y el tétanos, responsables de gran parte de la morbimortalidad
A partir de los 60 años el organismo experimenta un declive de la inmunidad celular, que se suma a la mayor incidencia de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, y esto hace que el resto de la población. “Los mayores de 65 años son un grupo importante de riesgo frente a la gripe y especialmente vulnerable si presentan un proceso crónico o si viven en residencias”, asegura el doctor José Antonio López Trigo, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), que recomienda al menos tres vacunas para prevenir complicaciones en la salud: contra la gripe, el neumococo y el tétanos.
Gripe
La gripe puede aumentar el riesgo de complicaciones que pueden necesitar hospitalización frecuente o prolongada. Es una de las causas más importantes de morbimortalidad en las personas mayores de 60 años, entre 1.400 y 4.000 muertes al año en España. “Puede causar neumonías, bronquitis, otitis y sinusitis y puede suponer un riesgo para la vida de las personas mayores y grupos con patología crónica y factores de riesgo”, afirma el doctor López Trigo.
Este año ya comenzó la campaña de vacunación, con la esperanza de llegar al 75% de la población mayor de 65 años, una cifra lejana de la que se alcanzó el año pasado de 59,1%. La vacuna de la gripe reduce la hospitalización de personas mayores en más de un 30% y la mortalidad por todas sus causas en un 50%.
Enfermedad neumocócica
Según cifras de la SEGG, es responsable de hasta el 50% de las neumonías extrahospitalarias adquiridas por adultos y hasta el 36% de las neumonías que requieren hospitalización, pues puede inducir la neumonía, la meningitis y la septicemia, con hasta 40% de mortalidad. Se puede prevenir con una vacuna contra el neumococo (tanto para personas mayores de 60 años como para pacientes inmunodeprimidos)
“Disponemos de vacunas antineumocócicas que previenen la neumonía invasiva entre un 60 y un 70% en los mayores y adultos, evitando severas complicaciones y reduciendo sensiblemente la hospitalización y la mortalidad”, explica el doctor Primitivo Ramos, presidente de la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología y miembro del Grupo de Vacunas de la SEGG.
Tétanos
La mayoría de las personas que nacieron antes de 1965 no tienen protección alguna contra esta enfermedad, que puede tener complicaciones en caso de contagio. “Las personas mayores, sobre todo las que tienen heridas, por ejemplo por estar hospitalizados, son muy susceptibles a contraer el tétanos”, mantiene el doctor Luis Salleras, de la SEGG. “De hecho, la gran mayoría de las personas mayores no están protegidos frente a esta enfermedad, sobre todo los que nacieron antes de las campañas de vacunación del año 1965”.
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