AL SAS NO SALEN LAS CUENTAS
Trabajadores, sindicatos y gestores claman
contra la falta de sustituciones, que se acentúa porque el presupuesto
está agotado El déficit de personal afecta a todos los niveles
Un profesional hacía una comparación muy gráfica: "El SAS no
llega a fin de mes". Se refería a que su ejercicio acaba el 30 de
noviembre y ya tiene el presupuesto agotado. De modo que las
sustituciones son casi inexistentes. Los centros estiman que la asfixia
en la contratación seguirá en términos tan restrictivos hasta principios
de diciembre. Trabajadores, sindicatos e incluso gestores claman
contra el déficit de personal y la falta de sustituciones; unas
carencias que llegan a todos los niveles asistenciales y afectan a
centros de la provincia entera.
Un facultativo relataba que hace unos días atendió a los 40 pacientes que tenía asignados aún estando aquejado por un virus. "Estaba con diarrea y tuve que interrumpir cuatro veces la consulta durante la mañana para ir al baño. Pero si me daba de baja, dos compañeros se tenían que repartir mis pacientes, lo que suponía 20 más para cada uno. Te da cargo de conciencia suspender la consulta porque tus compañeros se quedan sobrecargados, así que vas a trabajar aunque no estés al 100%; es un chantaje emocional", afirmaba.
Otro médico -que aseguraba que en su centro la situación es llevadera- ejemplificaba que si faltan tres facultativos a la vez porque coincidan bajas, permisos o vacaciones, le envían a un sustituto que pasa dos consultas. La otra restante, se la reparten entre los profesionales de la plantilla.
Algunos gestores reconocen que tienen que hacer "malabarismos" para mantener la asistencia. "Intentamos que no haya una merma en la atención, pero es a costa de una mayor sobrecarga para los profesionales".
Un médico de un centro de salud aseguraba que las quejas y reclamaciones de los usuarios han aumentado "porque la falta de sustituciones obliga a repartir a los pacientes. Cada día los ve un profesional distinto y se lo toman mal. La situación ha empeorado con respecto a los primeros meses del año, aunque ya llevamos años de sobrecarga por la falta de personal", sostenía.
Como ejemplo, otro profesional apuntaba que en su centro se ha jubilado un compañero. Lo han sustituido por un médico al 75%. Debido a la reducción horaria, sólo pasa consultas de lunes a jueves. "Los viernes, ya por sistema, tenemos que repartirnos su cupo, más nuestros pacientes y los de aquellos compañeros que estén de baja, permiso o vacaciones", advertía.
El déficit de personal es consecuencia de que el Gobierno central no permite la reposición de todas las jubilaciones y de que la Administración autonómica aplica restricciones presupuestarias -de las que a su vez culpa al Ejecutivo nacional-. "El resultado es que la sustitución es prácticamente cero", resumen desde los sindicatos.
José Sánchez, representante provincial del Sindicato de Enfermería Satse, aseguró a este periódico que desde Sevilla "no se autoriza ninguna sustitución de personal" y que las contrataciones siguen siendo a cuentagotas, precarias y temporales, lo que tiene a los profesionales saturados.
Sólo en cuanto al personal de Enfermería hay más de 300 profesionales sin cubrir en la provincia. En el Virgen de las Nieves, según los datos de Satse, hay sin cubrir 33 jubilaciones, 63 bajas (IT) y 30 reducciones de jornada. En el Clínico son 24 las que están sin sustituir, en Motril son 54 y en Baza, 68. En Atención Primaria, faltan 25 en el distrito Metropolitano y 45 en el Granada.
Una situación insostenible para los profesionales que se quedan. De hecho, la propuesta de la dirección para poder dar salida al trabajo es que el personal existente exceda su jornada o asuma más trabajo. En el caso de los hospitales, se les propone a los enfermeros aumentar sus turnos e incluso cambiar los descansos para tapar huecos. Según Sánchez, la 'recompensa' que les proponen es pagárselo en días, aunque dudan de que puedan disfrutarlos si la falta de personal continúa. En Primaria, la única opción es sobrecargar de trabajo para asumir pacientes de otros compañeros. De hecho, según Sánchez, se les ha dicho ya que ese
A esto se le suma que los contratos son a cuentagotas y cuando se desborda alguna unidad. Una situación que deriva en el deterioro asistencial y el aumento de las listas de espera.
Un facultativo relataba que hace unos días atendió a los 40 pacientes que tenía asignados aún estando aquejado por un virus. "Estaba con diarrea y tuve que interrumpir cuatro veces la consulta durante la mañana para ir al baño. Pero si me daba de baja, dos compañeros se tenían que repartir mis pacientes, lo que suponía 20 más para cada uno. Te da cargo de conciencia suspender la consulta porque tus compañeros se quedan sobrecargados, así que vas a trabajar aunque no estés al 100%; es un chantaje emocional", afirmaba.
Otro médico -que aseguraba que en su centro la situación es llevadera- ejemplificaba que si faltan tres facultativos a la vez porque coincidan bajas, permisos o vacaciones, le envían a un sustituto que pasa dos consultas. La otra restante, se la reparten entre los profesionales de la plantilla.
Algunos gestores reconocen que tienen que hacer "malabarismos" para mantener la asistencia. "Intentamos que no haya una merma en la atención, pero es a costa de una mayor sobrecarga para los profesionales".
Un médico de un centro de salud aseguraba que las quejas y reclamaciones de los usuarios han aumentado "porque la falta de sustituciones obliga a repartir a los pacientes. Cada día los ve un profesional distinto y se lo toman mal. La situación ha empeorado con respecto a los primeros meses del año, aunque ya llevamos años de sobrecarga por la falta de personal", sostenía.
Como ejemplo, otro profesional apuntaba que en su centro se ha jubilado un compañero. Lo han sustituido por un médico al 75%. Debido a la reducción horaria, sólo pasa consultas de lunes a jueves. "Los viernes, ya por sistema, tenemos que repartirnos su cupo, más nuestros pacientes y los de aquellos compañeros que estén de baja, permiso o vacaciones", advertía.
El déficit de personal es consecuencia de que el Gobierno central no permite la reposición de todas las jubilaciones y de que la Administración autonómica aplica restricciones presupuestarias -de las que a su vez culpa al Ejecutivo nacional-. "El resultado es que la sustitución es prácticamente cero", resumen desde los sindicatos.
José Sánchez, representante provincial del Sindicato de Enfermería Satse, aseguró a este periódico que desde Sevilla "no se autoriza ninguna sustitución de personal" y que las contrataciones siguen siendo a cuentagotas, precarias y temporales, lo que tiene a los profesionales saturados.
Sólo en cuanto al personal de Enfermería hay más de 300 profesionales sin cubrir en la provincia. En el Virgen de las Nieves, según los datos de Satse, hay sin cubrir 33 jubilaciones, 63 bajas (IT) y 30 reducciones de jornada. En el Clínico son 24 las que están sin sustituir, en Motril son 54 y en Baza, 68. En Atención Primaria, faltan 25 en el distrito Metropolitano y 45 en el Granada.
Una situación insostenible para los profesionales que se quedan. De hecho, la propuesta de la dirección para poder dar salida al trabajo es que el personal existente exceda su jornada o asuma más trabajo. En el caso de los hospitales, se les propone a los enfermeros aumentar sus turnos e incluso cambiar los descansos para tapar huecos. Según Sánchez, la 'recompensa' que les proponen es pagárselo en días, aunque dudan de que puedan disfrutarlos si la falta de personal continúa. En Primaria, la única opción es sobrecargar de trabajo para asumir pacientes de otros compañeros. De hecho, según Sánchez, se les ha dicho ya que ese
A esto se le suma que los contratos son a cuentagotas y cuando se desborda alguna unidad. Una situación que deriva en el deterioro asistencial y el aumento de las listas de espera.
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