LOS NERVIOS DE ACERO DE QUIQUE PINA
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El dirigente ya pasó por tres rachas peores y por otras tantas también de seis partidos sin ganar y en solo dos se decidió a destituir a los entrenadores
Los nervios de acero que por regla general
demostró tener Quique Pina en el ejercicio de sus funciones como
presidente pueden traducirse en la tranquilidad del técnico Joaquín
Caparrós. Al menos, por el momento. Y es que el repaso de la trayectoria
del dirigente, iniciada en el Ciudad de Murcia, desvela que pocas veces
se arrugó cuando le vinieron mal dadas de forma continuada en materia
de resultados. De hecho, fue especialmente paciente y respondió con
frecuente serenidad ante momentos como el actual, en el que el Granada
acumula ya seis jornadas seguidas sin ganar. Concretando: en las doce
campañas en las que ha venido ejerciendo como mandatario en las tres
principales categorías del balompié nacional, pasó por tres rachas
peores y por otras tantas muy similares a la que ahora tiene que
soportar y en solo dos destituyó a los técnicos de turno. En este
sentido, hay un dato revelador: en su versión más sosegada, Pina llegó a
soportar sin tomar medidas drásticas un ciclo sin vencer de hasta nueve
partidos.
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