LOS JOVENES CONTRATADOS EN MOTRIL NO LLEVARÁN LA TARJETA DE LA JUNTA POR RIESGO LABORAL
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La alcaldesa motrileña considera que es una «aberración marcar a la gente con 'escapularios' con fines electorales»
Durante seis meses, 144 jóvenes motrileños trabajarán realizando
tareas en diversas áreas del Ayuntamiento de Motril para sumar así una
experiencia laboral o para tomar su primer contacto con un empleo.
Gracias a 1.239.600 euros, que ha aportado la Junta de Andalucía, estos
chavales -menores de 30 años- trabajarán a jornada completa en las
concejalías de Cultura, Deportes, Comercio, Turismo y Mantenimiento.
En su primer día de trabajo, hace ya una semana, la alcaldesa motrileña, Luisa García Chamorro, se acercó hasta la nave de Servicios Urbanos para saludar a estos chicos y se mostró muy contenta con la iniciativa, con una salvedad, ya que es la primera regidora de la provincia que manifiesta públicamente su rebelión contra un requisito obligatorio de este llamado Programa de Empleo Joven. Lo que cuestiona es la idoneidad de llevar lo que ella misma ha bautizado como los «escapularios».
Según la resolución remitida por la dirección provincial del Servicio Andaluz de Empleo para la concesión de ayuda, los ayuntamientos deberán entregar a cada persona contratada una credencial facilitada por el SAE, «que será de uso obligatorio y permanente durante la jornada de trabajo, a los efectos de facilitar su identificación como personal contratado con cargo a la Iniciativa Cooperación Social y Comunitaria para el impulso del Empleo Joven», reza la orden. Se trata de unas tarjetas plastificadas que vienen con un cordón verde para colgarse del cuello y a las que la alcaldesa motrileña les ha declarado la guerra por considerarlas «un riesgo laboral».
«En cuanto nos enteramos de que los jóvenes tenían que llevar la credencial colgada del cuello durante la jornada de trabajo, pedimos un informe al servicio de prevención de riesgos laborales del Ayuntamiento, que se mandó a todos los jefes de servicio, porque no vamos a poner en riesgo la seguridad de los trabajadores», expresó rotunda Luisa García Chamorro que indicó que le parece una locura que un chaval que esté trabajando con una hormigonera «lleve así la identificación corriendo el riesgo de que se le enganche y sufrir un accidente».
En el informe del servicio de prevención de riesgos laborales del Ayuntamiento motrileño se especifica que tan solo están exentos de llevar la credencial del cuello los 81 jóvenes que están empleados en oficios y que trabajarán de albañiles, jardineros, almacenistas, carpinteros metálicos, fontaneros o electricistas. Para estos, el documento señala que «deberán dispones obligatoriamente y durante todo el tiempo de trabajo de las credenciales que ha facilitado el SAE, pero deberán tenerlas en un lugar cerrado (bolsillo con cierre, cartera...) de forma que no interfiera en su trabajo» y aclara que «no la podrán tener colgando ni sobresaliendo en su totalidad o en parte de cualquier prensa de vestimenta».
Según declaró la alcaldesa motrileña la Junta de Andalucía «se ha equivocado con los escapularios». «Ha enviado esas tarjetas para que se las cuelguen mientras trabajan y nos parece una aberración que quieran marcar a la gente con fines electorales», declaró. García Chamorro explicó que desde un primer momento decidió que los jóvenes no se debían colgar la credencial para trabajar como así ha sido. «No pueden llevarlo por seguridad, ¿va a estar un carpintero metálico trabajando con eso colgado?», manifestó. La también vicepresidenta de Diputación aseguró que a la institución provincial nunca se le ocurriría «marcar a los trabajadores del PFEA». «La Junta quiere tener visibilidad y no se le ocurre otra cosa que ponerle un cartelito a los jóvenes. Cuando comiencen las obras de la estación de autobuses de Motril yo les pongo el cartel más grande del mundo, pero estos no».
La alcaldesa retó a la Junta a tener protagonismo «realizando los proyectos necesarios para Motril que aún tiene pendientes» y aseguró que si tiene que devolver la subvención del gobierno autonómico por no cumplir con los requisitos lo hará, «pero lo primero es la seguridad en el trabajo de los jóvenes motrileños», recalcó.
En su primer día de trabajo, hace ya una semana, la alcaldesa motrileña, Luisa García Chamorro, se acercó hasta la nave de Servicios Urbanos para saludar a estos chicos y se mostró muy contenta con la iniciativa, con una salvedad, ya que es la primera regidora de la provincia que manifiesta públicamente su rebelión contra un requisito obligatorio de este llamado Programa de Empleo Joven. Lo que cuestiona es la idoneidad de llevar lo que ella misma ha bautizado como los «escapularios».
Según la resolución remitida por la dirección provincial del Servicio Andaluz de Empleo para la concesión de ayuda, los ayuntamientos deberán entregar a cada persona contratada una credencial facilitada por el SAE, «que será de uso obligatorio y permanente durante la jornada de trabajo, a los efectos de facilitar su identificación como personal contratado con cargo a la Iniciativa Cooperación Social y Comunitaria para el impulso del Empleo Joven», reza la orden. Se trata de unas tarjetas plastificadas que vienen con un cordón verde para colgarse del cuello y a las que la alcaldesa motrileña les ha declarado la guerra por considerarlas «un riesgo laboral».
«En cuanto nos enteramos de que los jóvenes tenían que llevar la credencial colgada del cuello durante la jornada de trabajo, pedimos un informe al servicio de prevención de riesgos laborales del Ayuntamiento, que se mandó a todos los jefes de servicio, porque no vamos a poner en riesgo la seguridad de los trabajadores», expresó rotunda Luisa García Chamorro que indicó que le parece una locura que un chaval que esté trabajando con una hormigonera «lleve así la identificación corriendo el riesgo de que se le enganche y sufrir un accidente».
En el informe del servicio de prevención de riesgos laborales del Ayuntamiento motrileño se especifica que tan solo están exentos de llevar la credencial del cuello los 81 jóvenes que están empleados en oficios y que trabajarán de albañiles, jardineros, almacenistas, carpinteros metálicos, fontaneros o electricistas. Para estos, el documento señala que «deberán dispones obligatoriamente y durante todo el tiempo de trabajo de las credenciales que ha facilitado el SAE, pero deberán tenerlas en un lugar cerrado (bolsillo con cierre, cartera...) de forma que no interfiera en su trabajo» y aclara que «no la podrán tener colgando ni sobresaliendo en su totalidad o en parte de cualquier prensa de vestimenta».
Según declaró la alcaldesa motrileña la Junta de Andalucía «se ha equivocado con los escapularios». «Ha enviado esas tarjetas para que se las cuelguen mientras trabajan y nos parece una aberración que quieran marcar a la gente con fines electorales», declaró. García Chamorro explicó que desde un primer momento decidió que los jóvenes no se debían colgar la credencial para trabajar como así ha sido. «No pueden llevarlo por seguridad, ¿va a estar un carpintero metálico trabajando con eso colgado?», manifestó. La también vicepresidenta de Diputación aseguró que a la institución provincial nunca se le ocurriría «marcar a los trabajadores del PFEA». «La Junta quiere tener visibilidad y no se le ocurre otra cosa que ponerle un cartelito a los jóvenes. Cuando comiencen las obras de la estación de autobuses de Motril yo les pongo el cartel más grande del mundo, pero estos no».
La alcaldesa retó a la Junta a tener protagonismo «realizando los proyectos necesarios para Motril que aún tiene pendientes» y aseguró que si tiene que devolver la subvención del gobierno autonómico por no cumplir con los requisitos lo hará, «pero lo primero es la seguridad en el trabajo de los jóvenes motrileños», recalcó.
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