EL HOTEL DE VALLACARCEL NO SALE DEL ATOLLADERO
La promotora no encuentra inversores y a la Diputación se le acaba la paciencia
Se está haciendo todo lo posible por recuperar el proyecto hotelero para el edificio de Valcárcel, pero de momento no es suficiente.
Zaragoza Urbana, la promotora que se hizo con el histórico inmueble para construir un establecimiento de cinco estrellas, no quiere renunciar al proyecto, a pesar de que hace ya unos años lo dio por finiquitado por no contar con liquidez para llevarlo a cabo.
Pasados unos años y una vez superada la peor parte de la crisis, están haciendo un último intento por reflotar su idea, pero para ello necesitan encontrar unos socios inversores que no llegan.
Una empresa especializada está explorando el sector, la propia constructora ha presentado ya en varias reuniones con la Diputación las variaciones en el proyecto original que abaratarían su coste y facilitarían la ejecución de la obra, pero falta algo esencial: dinero.
No hay inversores dispuestos a embarcarse en una aventura sin duda arriesgada. La Diputación Provincial había dejado en ?stand by? el proceso judicial con el que se está reclamando legalmente a Zaragoza Urbana la ruptura del contrato de venta y la devolución de las llaves.
Su interés es que salga adelante el polémico plan hotelero que debía dar un giro radical a la economía del barrio de La Viña, y más concretamente al entorno de la playa de La Caleta. Pero los plazos se van acabando y la confianza también.
El edificio, una de las joyas del neoclásico gaditano, está en mal
estado. Las reclamaciones de obras de seguridad y ornato son constantes
por parte del Ayuntamiento. Su degradación es evidente desde la calle.
Y los peor son los problemas estructurales que presenta el edificio, especialmente en la cubierta. Tan solo algunas de las obras de emergencia realizadas por los miembros de Valcárcel Recuperado paliaron en parte estos problemas.
Por eso la Diputación de Cádiz no puede esperar más. Si Zaragoza Urbana no puede ejecutar el proyecto se buscará otra empresa dispuesta a hacerlo.
Algunas empresas del sector turístico han preguntado por la situación del edificio y la única opción, si de aquí a fin de año no hay propuestas concretas sobre la mesa por parte de la empresa aragonesa, es renegociar la venta del edificio.
Para ello habrá que poner en marcha de nuevo los engranajes legales y todo apunta a que la devolución de las llaves de Valcárcel se producirá en los tribunales.
Sería a partir de ese momento cuando la Diputación tomaría el testigo
en la búsqueda de empresas interesadas en hacerse con el edificio para
montar el establecimiento hotelero.
Ya en los últimos meses ha trascendido que varias cadenas internacionales se han interesado por conocer la situación legal en que se encuentra el edificio.
No solo eso, sino que también se ha sondeado la posibilidad de invertir en el parcela del Campo de las Balas en la que se ubica un aparcamiento público.
En principio ese terreno estaba destinado a la ampliación del Hotel Parador Atlántico, pero Tourespaña lo devolvió al Ayuntamiento de Cádiz ante la imposibilidad de acometer el proyecto por razones económicas.
Los responsables de la Diputación Provincial saben que no es un buen momento para encontrar grandes inversores, pero ese interés mostrado por empresas de fuera del país les permite mantener cierto optimismo.
En cualquier caso, habría que renegociar las condiciones de cesión del edificio, que en su momento incluyeron la modificación del Plan General de Ordenación Urbana y el compromiso de la empresa que se hizo con su titularidad de construir un gran aparcamiento subterráneo del que se podrían beneficiar los gaditanos.
Cualquier empresario tratará de abaratar costes y diversificar las vías de negocio.
Una de las claves estará en la renuncia definitiva a que Valcárcel acoja el primer hotel de cinco estrellas de la capital gaditana. Rebajar su calificación a cuatro estrellas facilitaría su comercialización.
Ya se hizo algo similar con el Parador y Zaragoza Urbana también lo ha planteado en el caso de que por fin pueda ejecutar su proyecto. Esto no implica rebajar la calidad del establecimiento.
Todo esto descarta por completo otra opción de la que se ha venido hablando mucho en los últimos meses: la posibilidad de que la Facultad de Ciencias de la Educación se traslade al edificio.
Esta propuesta, que obedece a un viejo compromiso adquirido por la Junta y la Universidad de Cádiz una vez que se decidió trasladar la Escuela Superior de Ingeniería al Campus de Puerto Real, ha sido defendida por el PSOE de la capital gaditana.
La cuestión no ha sido mal recibida por parte de la Junta de Andalucía, que tendría la última palabra, pero tanto el Ayuntamiento de Cádiz como la propia Diputación Provincial se han negado siquiera a contemplarlo.
Estas instituciones insisten en que la Junta dispone de otros espacios en la ciudad, como son los edificios abandonados del Olivillo y la Escuela de Náutica, que bien podrían acoger esta especialidad.
Zaragoza Urbana, la promotora que se hizo con el histórico inmueble para construir un establecimiento de cinco estrellas, no quiere renunciar al proyecto, a pesar de que hace ya unos años lo dio por finiquitado por no contar con liquidez para llevarlo a cabo.
Pasados unos años y una vez superada la peor parte de la crisis, están haciendo un último intento por reflotar su idea, pero para ello necesitan encontrar unos socios inversores que no llegan.
Una empresa especializada está explorando el sector, la propia constructora ha presentado ya en varias reuniones con la Diputación las variaciones en el proyecto original que abaratarían su coste y facilitarían la ejecución de la obra, pero falta algo esencial: dinero.
No hay inversores dispuestos a embarcarse en una aventura sin duda arriesgada. La Diputación Provincial había dejado en ?stand by? el proceso judicial con el que se está reclamando legalmente a Zaragoza Urbana la ruptura del contrato de venta y la devolución de las llaves.
Su interés es que salga adelante el polémico plan hotelero que debía dar un giro radical a la economía del barrio de La Viña, y más concretamente al entorno de la playa de La Caleta. Pero los plazos se van acabando y la confianza también.
Problemas en el edificio
El edificio, una de las joyas del neoclásico gaditano, está en mal
estado. Las reclamaciones de obras de seguridad y ornato son constantes
por parte del Ayuntamiento. Su degradación es evidente desde la calle. Y los peor son los problemas estructurales que presenta el edificio, especialmente en la cubierta. Tan solo algunas de las obras de emergencia realizadas por los miembros de Valcárcel Recuperado paliaron en parte estos problemas.
Por eso la Diputación de Cádiz no puede esperar más. Si Zaragoza Urbana no puede ejecutar el proyecto se buscará otra empresa dispuesta a hacerlo.
Algunas empresas del sector turístico han preguntado por la situación del edificio y la única opción, si de aquí a fin de año no hay propuestas concretas sobre la mesa por parte de la empresa aragonesa, es renegociar la venta del edificio.
La Diputación retomará la reclamación judicial antes de fin de año
Interés de empresas del sector
Ya en los últimos meses ha trascendido que varias cadenas internacionales se han interesado por conocer la situación legal en que se encuentra el edificio. No solo eso, sino que también se ha sondeado la posibilidad de invertir en el parcela del Campo de las Balas en la que se ubica un aparcamiento público.
En principio ese terreno estaba destinado a la ampliación del Hotel Parador Atlántico, pero Tourespaña lo devolvió al Ayuntamiento de Cádiz ante la imposibilidad de acometer el proyecto por razones económicas.
Los responsables de la Diputación Provincial saben que no es un buen momento para encontrar grandes inversores, pero ese interés mostrado por empresas de fuera del país les permite mantener cierto optimismo.
En cualquier caso, habría que renegociar las condiciones de cesión del edificio, que en su momento incluyeron la modificación del Plan General de Ordenación Urbana y el compromiso de la empresa que se hizo con su titularidad de construir un gran aparcamiento subterráneo del que se podrían beneficiar los gaditanos.
Cualquier empresario tratará de abaratar costes y diversificar las vías de negocio.
Una de las claves estará en la renuncia definitiva a que Valcárcel acoja el primer hotel de cinco estrellas de la capital gaditana. Rebajar su calificación a cuatro estrellas facilitaría su comercialización.
Ya se hizo algo similar con el Parador y Zaragoza Urbana también lo ha planteado en el caso de que por fin pueda ejecutar su proyecto. Esto no implica rebajar la calidad del establecimiento.
Otras posibilidades
Todo esto descarta por completo otra opción de la que se ha venido hablando mucho en los últimos meses: la posibilidad de que la Facultad de Ciencias de la Educación se traslade al edificio.Esta propuesta, que obedece a un viejo compromiso adquirido por la Junta y la Universidad de Cádiz una vez que se decidió trasladar la Escuela Superior de Ingeniería al Campus de Puerto Real, ha sido defendida por el PSOE de la capital gaditana.
La cuestión no ha sido mal recibida por parte de la Junta de Andalucía, que tendría la última palabra, pero tanto el Ayuntamiento de Cádiz como la propia Diputación Provincial se han negado siquiera a contemplarlo.
Estas instituciones insisten en que la Junta dispone de otros espacios en la ciudad, como son los edificios abandonados del Olivillo y la Escuela de Náutica, que bien podrían acoger esta especialidad.
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