MALAGA HOY
El Ayuntamiento aportará 24 millones a la empresa de autobuses, 1,3 más por el posible efecto del suburbano
La principal arista aún por pulir del reciente acuerdo por el Metro de Málaga, la relacionada con los costes de explotación que deberá asumir el Ayuntamiento de la capital, empieza a mostrar su verdadera dimensión. A la espera del inicio de las conversaciones con la Junta de Andalucía, el alcalde, Francisco de la Torre, admitió ayer que su intención es rebajar su participación en el montante del funcionamiento anual del ferrocarril urbano y la subvención al billete por lo menos en la misma proporción en que la puesta en servicio del Metro afecte a las cuentas de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT).
Es decir, que si como consecuencia del funcionamiento de los trenes la sociedad de autobuses municipal necesita de un mayor aporte económico de las arcas de la Casona del Parque para equilibrar sus cuentas, menor deberá ser el esfuerzo del Consistorio en el apoyo al suburbano. Una secuencia que añade un factor a tener en cuenta, la tarifa técnica, que De la Torre quiere sea la de 2004, que ascendía a 1,94 euros, y no la actual, que previsiblemente se dispare cerca de los 4 euros. Una primera muestra se visualiza en 2014, cuando el Ayuntamiento prevé destinar a la EMT más de 24 millones, 1,3 de ellos a modo de compensación ante la previsión de que los trenes del ferrocarril urbano entrasen en funcionamiento antes de finalizar este año.
Grosso modo este es el punto de partida del equipo de gobierno del PP en el nuevo escenario abierto tras el compromiso asumido por los dos socios privados el pasado lunes de suscribir una addenda al acuerdo original del Metro, que data del año 2003. La extensión del convenio tiene ya ciertos elementos claros, caso del aval al trazado en superficie hasta el entorno del Civil y soterrado hasta la mitad de la Alameda, y la aceptación por parte de la Consejería de Fomento de compensar con obras de movilidad sostenible los 32 millones de euros exigibles al Ayuntamiento por su parte de la infraestructura ferrovaria.
Pero la letra pequeña de acuero mantiene la incógnita sobre una de lasdemandas de De la Torre, rebajar la parte municipale de los costes de explotación del Metro. Tomando como referencia los datos provisionales manejados por Fomento, el mantenimiento y la subvención del billete se traducen en unos 40 millones anuales, a repartir en un 75% para la Junta (30 millones) y en un 25% (10 millones) el Ayuntamiento. Pero el regidor no quiere pagar tanto dinero.
De hecho, en la reunión del pasado lunes, que se alargó más de cinco horas, De la Torre insistió en la necesidad de tener en consideración esta petición municipal. Los representantes autonómicos acabaron comprometiéndose a estudiarla, si bien eludieron incorporarla negro sobre blanco en el protocolo de intenciones.
Preguntado ayer por este asunto, el alcalde admitió que pretende compensar una más que previsible subida en las aportaciones municipales a la EMT, debido a la pérdida de viajeros con la puesta en servicio del Metro. Si se extrapolase esta realidad al año que viene, la participación municipal en la explotación rondaría los seis millones, muy lejos de los 10 en los que se estima para la apertura parcial del Metro en los ramales de Carretera de Cádiz y Teatinos, con el intercambiador como punto de conexión. De otro lado, el regidor valoró haber llegado, finalmente, a un acuerdo con Fomento, dando así viabilidad financiera a esta infraestructura, pero también precisó que lo expuesto sobre la mesa por la Junta era que o se hacía el Metro en superficie hasta el Civil "o no hay Metro". "Por eso aceptamos el tranvía", dijo, negando que el pacto se alcance para evitar pagar la infraestructura.
Es decir, que si como consecuencia del funcionamiento de los trenes la sociedad de autobuses municipal necesita de un mayor aporte económico de las arcas de la Casona del Parque para equilibrar sus cuentas, menor deberá ser el esfuerzo del Consistorio en el apoyo al suburbano. Una secuencia que añade un factor a tener en cuenta, la tarifa técnica, que De la Torre quiere sea la de 2004, que ascendía a 1,94 euros, y no la actual, que previsiblemente se dispare cerca de los 4 euros. Una primera muestra se visualiza en 2014, cuando el Ayuntamiento prevé destinar a la EMT más de 24 millones, 1,3 de ellos a modo de compensación ante la previsión de que los trenes del ferrocarril urbano entrasen en funcionamiento antes de finalizar este año.
Grosso modo este es el punto de partida del equipo de gobierno del PP en el nuevo escenario abierto tras el compromiso asumido por los dos socios privados el pasado lunes de suscribir una addenda al acuerdo original del Metro, que data del año 2003. La extensión del convenio tiene ya ciertos elementos claros, caso del aval al trazado en superficie hasta el entorno del Civil y soterrado hasta la mitad de la Alameda, y la aceptación por parte de la Consejería de Fomento de compensar con obras de movilidad sostenible los 32 millones de euros exigibles al Ayuntamiento por su parte de la infraestructura ferrovaria.
Pero la letra pequeña de acuero mantiene la incógnita sobre una de las
De hecho, en la reunión del pasado lunes, que se alargó más de cinco horas, De la Torre insistió en la necesidad de tener en consideración esta petición municipal. Los representantes autonómicos acabaron comprometiéndose a estudiarla, si bien eludieron incorporarla negro sobre blanco en el protocolo de intenciones.
Preguntado ayer por este asunto, el alcalde admitió que pretende compensar una más que previsible subida en las aportaciones municipales a la EMT, debido a la pérdida de viajeros con la puesta en servicio del Metro. Si se extrapolase esta realidad al año que viene, la participación municipal en la explotación rondaría los seis millones, muy lejos de los 10 en los que se estima para la apertura parcial del Metro en los ramales de Carretera de Cádiz y Teatinos, con el intercambiador como punto de conexión. De otro lado, el regidor valoró haber llegado, finalmente, a un acuerdo con Fomento, dando así viabilidad financiera a esta infraestructura, pero también precisó que lo expuesto sobre la mesa por la Junta era que o se hacía el Metro en superficie hasta el Civil "o no hay Metro". "Por eso aceptamos el tranvía", dijo, negando que el pacto se alcance para evitar pagar la infraestructura.
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