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Los robos se han convertido en una constante en los centros médicos de la provincia, que en algunos casos se han saldado con lesiones para las víctimas
28.11.13 - 00:01 -
Sola. Con los drenajes frescos y recién operada de dos hernias. Isabel Fernández, de 56 años, casi dormitaba en la cama de su habitación en Traumatología cuando asistió atónita a una de esas escenas que nadie quiere vivir. Un desconocido, de buena planta, entró en la estancia y aprovechó la situación para tratar de robar algunas de sus pertenencias. La respuesta de ella no se hizo esperar, tal y como cuenta Ángeles Peñalver en la edición impresa de IDEAL y en 'Kiosko y más'. La enferma no dudó un instante en forcejear con el visitante inesperado para tratar de impedir el robo, aunque quedó malherida y tuvo que regresar a quirófano tras los hechos.
El desgraciado incidente vivido por Isabel Fernández es el último episodio de este tipo que han vivido los centros granadinos. No es el único. Los hospitales públicos son centros abiertos y los robos en ellos se han convertido en parte casi diaria de su rutina. Los propios empleados sanitarios así lo reconocen. También ellos se han visto afectados en ocasiones. Carteristas, cacos y asaltadores aprovechan las condiciones de estos espacios en los que los pacientes apenas pueden defenderse y los distracciones son constantes.
Lo cierto es que Granada ha vivido hechos similares este mismo año, aunque sin consecuencias físicas para las víctimas. En mayo, un caco aprovechó un descuido para entrar en una habitación de Traumatología y forzar las taquillas. Un ordenador personal y un teléfono móvil desaparecieron, tal y como denunció la víctima ante la Policía. Curiosamente el mismo día el Clínico universitario sufrió un robo con el mismo modus operandi. Un desconocido forzó otra taquilla para llevarse algunas tarjetas de crédito y carnés.
Respuesta policial a los robos
Las escasas pistas son un obstáculo en algunas ocasiones, las cámaras de seguridad facilitan la tarea policial. En abril dos personas fueron detenidas tras robar 600 euros a un paciente. La víctima estaba sacando el dinero de uno de los cajeros automáticos del Ruiz de Alda cuando se percató de que había sido seguido. Aunque trató de cancelar la operación antes de marcharse del lugar, la máquina omitió la orden y dejó en mano de los ladrones el suculento botín.
También en enero fue capturado otro individuo después de asaltar las taquillas de varios centros granadinos durante el mes anterior. Hasta seis veces recorrió las habitaciones para hacerse con todas las pertenencias de valor. Los agentes lograron identificarlo y procedieron a su detención.
Sin embargo, el caso más apabullante de todos se vivió en agosto de 2012, cuando dos personas fueron arrestadas en Traumatología después de robar un aparato de aire acondicionado y amenazar con unas tijeras a varios agentes. Algunos pacientes avisaron de la huída de los mismos con el aparato desmontado. Aunque opusieron resistencia con unas tijeras, los agentes lograron capturarlos cuando se encontraban cargando el bulto en un vehículo.
Los robos se han convertido en una enfermedad que afecta a los hospitales de la ciudad y que en algunos casos, como el vivido por Isabel Fernández, provoca consecuencias en la salud de las víctimas. En IDEAL.es queremos abrir el tema a la participación y conocer de primera mano la opinión de los lectores. ¿Has sufrido algún robo en un centro de la provincia? ¿Crees que es suficiente la seguridad de estos centros o debería ser reforzada?
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