GRANADA HOY
Los pocos trabajos amplios españoles presentan grandes diferencias en sus resultados.
RAMIRO NAVARRO | ACTUALIZADO 07.10.2013 - 10:05
A la hora de analizar los estudios españoles que han lanzado conclusiones sobre las tasas de obesidad infantil, llama l atención la enorme diferencia entre los datos ofrecidos por unos estudios y otros, tanto en cifras totales como refiriéndose exclusivamente a obesidad o a sobrepeso. Así, en lo que se refiere a la suma de obesidad y sobrepeso (que denominamos exceso de peso) las mayores cifras se obtienen en el estudio Aladino (45.2% de la población analizada) frente al 26.3% (cifra más reducida) ofrecido por el estudio Enkid de 2005.
La diferencia de años entre un estudio y otro puede ser la primera explicación, pero se comparan los resultados obtenidos en estudios coetáneos existen también diferencias bastante importantes: un 38.28% de diferencia entre los del estudio Aladino (45.2%) y los de la Encuesta nacional de salud de 2012 (27.9%). Estas reflexiones pertenecen a un estudio publicado en Nutrición Clínica y Dietética Hospitalaria, un equipo formado por investigadores de Universidad Complutense de Madrid y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación. Para los autores, "siendo la prevención de la obesidad un aspecto fundamental de la promoción de la salud, es imprescindible dedicar los recursos necesarios a efectuar estudios que, en primer lugar, estén basados en mediciones antropométricas directas realizadas por personal debidamente entrenado y capacitado para ello". El trabajo ha sido desarrollado por Martínez Álvarez, Villarino Marín, García Alcón, Callele Purón y Marrodán Serrano.Los estudios relativos a la estimación del sobrepeso y la obesidad infantil y juvenil en España son relativamente recientes y no muy grandes en número.
La disparidad de cifras se justifica en buena parte por la fuerte discrepancia en la metodología y criterios diagnósticos que han sido aplicados en los estudios anteriormente mencionados. Para revisar los datos que ofrecen, el equipo de investigadores ha recopilado los resultados de cinco estudios destacados: el estudio Enkid (publicado en 2005), el estudio Thao (publicado en dos versiones en 2008 y 2011), el estudio Aladino (de 2011) y en 2012 las Encuestas nacionales de salud. Habría que añadir a estos trabajos los datos aportados por las Encuestas Nacionales de Salud de 2006 y 2012, así otros trabajos de menor entidad o focalizados en población local y no nacional.
En el caso de la obesidad (figu ra 9), el máximo corresponde de nuevo al estudio Aladino (19.1%) y el mínimo al estudio Thao (8.3%).
Entre estudios coetáneos, la diferencia que surge oscila desde el 19.1% citado hasta los 9.6% de la encuesta nacional de salud 2012. Eso significa una diferencia entre ambos estudios del 49.7%.
De acuerdo a los datos presentados en esta revisión, los autores reiteran la importancia de establecer un acuerdo para efectuar estudios rigurosos, con una metodología claramente establecida y que pueda ser replicada. Siendo la prevención de la obesidad un aspecto fundamental de la promoción de la salud, "es imprescindible dedicar los recursos necesarios a efectuar estudios que, en primer lugar, estén basados en mediciones antropométricas directas realizadas por personal debidamente entrenado y capacitado para ello", señalan.
Asimismo, subrayan que "es necesario que se apliquen criterios diagnósticos consensuados que de una vez por todas faciliten el contraste regional, internacional y secular de las cifras de sobrecarga ponderal en la infancia". "De otro modo no será posible conocer realmente cual es la magnitud y la evolución del problema", afirman.
La diferencia de años entre un estudio y otro puede ser la primera explicación, pero se comparan los resultados obtenidos en estudios coetáneos existen también diferencias bastante importantes: un 38.28% de diferencia entre los del estudio Aladino (45.2%) y los de la Encuesta nacional de salud de 2012 (27.9%). Estas reflexiones pertenecen a un estudio publicado en Nutrición Clínica y Dietética Hospitalaria, un equipo formado por investigadores de Universidad Complutense de Madrid y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación. Para los autores, "siendo la prevención de la obesidad un aspecto fundamental de la promoción de la salud, es imprescindible dedicar los recursos necesarios a efectuar estudios que, en primer lugar, estén basados en mediciones antropométricas directas realizadas por personal debidamente entrenado y capacitado para ello". El trabajo ha sido desarrollado por Martínez Álvarez, Villarino Marín, García Alcón, Callele Purón y Marrodán Serrano.Los estudios relativos a la estimación del sobrepeso y la obesidad infantil y juvenil en España son relativamente recientes y no muy grandes en número.
La disparidad de cifras se justifica en buena parte por la fuerte discrepancia en la metodología y criterios diagnósticos que han sido aplicados en los estudios anteriormente mencionados. Para revisar los datos que ofrecen, el equipo de investigadores ha recopilado los resultados de cinco estudios destacados: el estudio Enkid (publicado en 2005), el estudio Thao (publicado en dos versiones en 2008 y 2011), el estudio Aladino (de 2011) y en 2012 las Encuestas nacionales de salud. Habría que añadir a estos trabajos los datos aportados por las Encuestas Nacionales de Salud de 2006 y 2012, así otros trabajos de menor entidad o focalizados en población local y no nacional.
En el caso de la obesidad (figu ra 9), el máximo corresponde de nuevo al estudio Aladino (19.1%) y el mínimo al estudio Thao (8.3%).
Entre estudios coetáneos, la diferencia que surge oscila desde el 19.1% citado hasta los 9.6% de la encuesta nacional de salud 2012. Eso significa una diferencia entre ambos estudios del 49.7%.
De acuerdo a los datos presentados en esta revisión, los autores reiteran la importancia de establecer un acuerdo para efectuar estudios rigurosos, con una metodología claramente establecida y que pueda ser replicada. Siendo la prevención de la obesidad un aspecto fundamental de la promoción de la salud, "es imprescindible dedicar los recursos necesarios a efectuar estudios que, en primer lugar, estén basados en mediciones antropométricas directas realizadas por personal debidamente entrenado y capacitado para ello", señalan.
Asimismo, subrayan que "es necesario que se apliquen criterios diagnósticos consensuados que de una vez por todas faciliten el contraste regional, internacional y secular de las cifras de sobrecarga ponderal en la infancia". "De otro modo no será posible conocer realmente cual es la magnitud y la evolución del problema", afirman.
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