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La Organización Mundial de la Salud prevé que los fallecimientos por Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica aumenten más de un 30 por ciento en la próxima decada
La Enfermedad Pulmonar Obstructica Crónica (EPOC) es una enfermedad que se puede prevenir y tratarse, pero al tener una evolución que progresa muy lentamente permanece sin ser detectada durante muchos años —de ahí que el 73 por ciento de los enfermos no estén diagnosticados—.
Con todo, la Organización Mundial de la Salud tiene sus previsiones, y no son nada esperanzadoras, ya que a los tres millones de personas que fallece cada año por esta enfermedad habrá que sumarle un 30 por ciento más en la próxima década. El motivo principal, el envejecimiento de la población y que cada vez se fuma más, a pesar de lo que pueda parecer.
Actualmente, la EPOC afecta a 64 millones de personas en todo el mundo y a más de 2 solo en España. Por ello para los expertos es tan importante concienciar a la población del abandono del tabaquismo, principal causa del padecimiento de la enfermedad, e intentar aliviar los síntomas que causa para dar una mejor calidad de vida a los pacientes.
Síntomas
Disnea (falta de aire), mucosidad excesiva y tos crónica son los principales síntomas de la enfermedad, que empeoran si se hace ejercicio o durante una exarcebación (períodos en los que los síntomas aumentan de repente).
Estos y el cansancio que va sintiendo el paciente, debido no solo a la falta de oxígeno sino a la mala calidad del sueño, hacen que este deje de participar en muchas actividades cotidianas, convirtiéndose en un sujeto pasivo y, en ocasiones, deprimido por tal situación.
De hecho, quienes padecen síntomas durante el día y la noche presentan peor calidad de sueño y unos niveles elevados de ansiedad y/o depresión.
Tratamientos
El tratamiento de la EPOC se basa, en primer lugar, en el abandono del tabaquismo, que se ha demostrado como la única medida preventiva y que mejora el pronóstico del proceso. También es importante la vacunación antigripal anual y la antineumocócica para disminuir el riesgo de sobreinfecciones que conlleven una disminución de la función respiratoria.
El tratamiento específico se compone, en general, de broncodilatadores, fármacos que disminuyan la producción de moco y corticosteroides para disminuir la inflamación de la mucosa bronquial.
«Queda claro, a partir de diversas investigaciones, que los síntomas de la EPOC pueden tener un efecto devastador en el bienestar y en la calidad de vida del paciente, tanto si se manifiestan por la mañana, como si lo hacen por la tarde o por la noche», afirma el doctor Àlvar Agustí, Director del Institut Clínic del Tòrax del Hospital Clínic.
Y es que como hemos dicho a menudo la calidad del sueño es mala en pacientes con la enfermedad, pero con frecuencia estos síntomas nocturnos pasan desapercibidos para los médicos y los propios enfermos no los comunican.
Por ello, el doctor Agustí señala que tanto médicos como pacientes cuentan ahora con tratamientos que se centran en reducir los síntomas de la EPOC durante el día y durante la noche como aclidinio, «que proporciona directamente una mejor calidad de vida para los pacientes y sus familias».
Otro fármaco importante es el Glicopirronio, un anticolinérgico que se administra en una dosis única diaria y que demuestra una broncodilatación sostenida durante 24 horas —recientemente ha recibido el premio ‘Mejores Ideas 2013’ que otorga ‘Diario Médico’—.
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