GRANADA HOY
En el ranking nacional, la capital ocupa el puesto número 13 El coste de la vida para un granadino es un 3,7% más caro que la media, pese a que los salarios son un 4,9% más bajos
A priori, si uno piensa en las ciudades más caras para vivir se le vienen a la cabeza muchas opciones. Pero seguramente no Granada, una ciudad donde tapear es gratis, que está alejada de los grandes núcleos urbanos y que no se ha ganado la fama de ser una ciudad prohibitiva. Pues, en el momento que uno pensara eso, estaría incurriendo en un grave error. Según el último informe elaborado por el portal de comparación de precios Kelisto.es, Granada es la segunda ciudad más cara de toda Andalucía, sólo por detrás de Sevilla. De hecho, Granada se encuentra entre las quince ciudades más prohibitivas para sus vecinos de todo el territorio nacional, ocupando el puesto número 13, sólo por detrás de San Sebastián, Madrid, Barcelona, Tarragona, Bilbao, Palma de Mallorca, Girona, Lleida, Toledo, Zaragoza, Santander y Sevilla.
Vivir en la capital resulta un 3,7% más caro respecto a la media del conjunto del territorio nacional, mientras que hacerlo en Sevilla -la única ciudad andaluza que adelanta a Granada-, es un 3,9% más prohibitivo. En el esto de las capitales de la comunidad autónoma incluidas en este estudio de Kelisto, la diferencia del coste de la vida no es tan elevada. En Cádiz, que ocupa el tercer puesto del ranking regional, vivir es un 2,5% más caro; mientras que en Málaga la diferencia es de un 1,7%.
En el resto de las capitales andaluzas, la diferencia es positiva para el ciudadano. En Córdoba, que ocupa el puesto 23 del ranking, vivir es un 1,7% más barato que en el conjunto nacional; mientras que en Huelva esa diferencia es del 4,1%; en Almería, del 6,1%; y en Jaén, un 10% inferior.
De los trece indicadores incluidos en el estudio de Kelisto.es, Granada supera la media global en siete de ellos. Aunque en el que más destaca es en el ranking de las tasas municipales. Según el estudio, Granada es la tercera capital más cara en este tipo de impuesto, con una media de 272 euros, un 40,4% más que en el resto de las ciudades españolas. Sólo en San Sebastián, donde se pagan de media 345 euros, y en Girona, con 298 euros, el esfuerzo que tiene que hacer el ciudadano es mayor en este aspecto.
Granada también supera el coste medio del Impuesto de Bienes Inmuebles (que requiere un desembolso medio de 90,4 euros, un 10,1% más que la media); y en el Impuesto de Circulación (con una media de 67,8 euros, el coste es un 11,1% superior al del resto de ciudades).
Pero no sólo las tasas marcan la diferencia. Con sus 1,20 euros de precio, el billete de autobús de la capital supera en un 2,7% la media global; mientras que llenar el depósito de gasolina es un 2,7% más caro (de media se desembolsan unos 70,5 euros).
En el terreno de las compras, el coste de la barra de pan es un 7,6% más caro en Granada que en el conjunto de las ciudades españolas, mientras que en el terreno del ocio Granada destaca como una de las capitales más prohibitivas. Salir a cenar con una pareja cuesta un 25,4% más caro en Granada que la media, ya que el coste medio de la cuenta es de 60,3 euros.
También hay otros indicadores en los que Granada resulta más ventajosa para los consumidores. Es el caso, por ejemplo, de la vivienda. Comprar una casa en Granada es un 1,1% más barato que en otras ciudades españolas, puesto que el coste medio se sitúa en los 136.880 euros. También es un 15,9% más barato alquilar, con una renta media mensual de 464 euros.
En el terreno del transporte, la carrera de taxi tampoco es la más prohibitiva de España. Granada ocupa el puesto número 42 del ranking, con un precio medio de 4,74 euros, un 11,2% menos. Y la cesta de la compra, uno de los grandes capítulos de gasto de los granadinos, también resulta algo más barata de llenar, puesto que la media de gasto anual ronda los 6.640 euros, un 1,9% menos que en la media de las ciudades españolas. Aunque el cine se haya convertido en un artículo de lujo, Granada es una de las capitales donde resulta más económico: 5,7 euros, un 18,7% menos que la media nacional.
El problema, pese a todo, no es que en Granada sea caro vivir, sino que los salarios no se ajustan a esa diferencia. De hecho, los sueldos de los granadinos son un 4,5% más bajos que la media, lo que provoca un desequilibrio notable entre lo que cuesta vivir y el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Vivir en la capital resulta un 3,7% más caro respecto a la media del conjunto del territorio nacional, mientras que hacerlo en Sevilla -la única ciudad andaluza que adelanta a Granada-, es un 3,9% más prohibitivo. En el esto de las capitales de la comunidad autónoma incluidas en este estudio de Kelisto, la diferencia del coste de la vida no es tan elevada. En Cádiz, que ocupa el tercer puesto del ranking regional, vivir es un 2,5% más caro; mientras que en Málaga la diferencia es de un 1,7%.
En el resto de las capitales andaluzas, la diferencia es positiva para el ciudadano. En Córdoba, que ocupa el puesto 23 del ranking, vivir es un 1,7% más barato que en el conjunto nacional; mientras que en Huelva esa diferencia es del 4,1%; en Almería, del 6,1%; y en Jaén, un 10% inferior.
De los trece indicadores incluidos en el estudio de Kelisto.es, Granada supera la media global en siete de ellos. Aunque en el que más destaca es en el ranking de las tasas municipales. Según el estudio, Granada es la tercera capital más cara en este tipo de impuesto, con una media de 272 euros, un 40,4% más que en el resto de las ciudades españolas. Sólo en San Sebastián, donde se pagan de media 345 euros, y en Girona, con 298 euros, el esfuerzo que tiene que hacer el ciudadano es mayor en este aspecto.
Granada también supera el coste medio del Impuesto de Bienes Inmuebles (que requiere un desembolso medio de 90,4 euros, un 10,1% más que la media); y en el Impuesto de Circulación (con una media de 67,8 euros, el coste es un 11,1% superior al del resto de ciudades).
Pero no sólo las tasas marcan la diferencia. Con sus 1,20 euros de precio, el billete de autobús de la capital supera en un 2,7% la media global; mientras que llenar el depósito de gasolina es un 2,7% más caro (de media se desembolsan unos 70,5 euros).
En el terreno de las compras, el coste de la barra de pan es un 7,6% más caro en Granada que en el conjunto de las ciudades españolas, mientras que en el terreno del ocio Granada destaca como una de las capitales más prohibitivas. Salir a cenar con una pareja cuesta un 25,4% más caro en Granada que la media, ya que el coste medio de la cuenta es de 60,3 euros.
También hay otros indicadores en los que Granada resulta más ventajosa para los consumidores. Es el caso, por ejemplo, de la vivienda. Comprar una casa en Granada es un 1,1% más barato que en otras ciudades españolas, puesto que el coste medio se sitúa en los 136.880 euros. También es un 15,9% más barato alquilar, con una renta media mensual de 464 euros.
En el terreno del transporte, la carrera de taxi tampoco es la más prohibitiva de España. Granada ocupa el puesto número 42 del ranking, con un precio medio de 4,74 euros, un 11,2% menos. Y la cesta de la compra, uno de los grandes capítulos de gasto de los granadinos, también resulta algo más barata de llenar, puesto que la media de gasto anual ronda los 6.640 euros, un 1,9% menos que en la media de las ciudades españolas. Aunque el cine se haya convertido en un artículo de lujo, Granada es una de las capitales donde resulta más económico: 5,7 euros, un 18,7% menos que la media nacional.
El problema, pese a todo, no es que en Granada sea caro vivir, sino que los salarios no se ajustan a esa diferencia. De hecho, los sueldos de los granadinos son un 4,5% más bajos que la media, lo que provoca un desequilibrio notable entre lo que cuesta vivir y el poder adquisitivo de los ciudadanos.
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