El tribunal condena además a Diego G. L., de 39 años, a indemnizar con 60.000 euros a la empresa perjudicada y a hacerse cargo de las costas del juicio
La sección primera de la Audiencia Provincial ha condenado a un año y seis meses de prisión a un hombre que se apropió de subvenciones destinadas a la formación tras falsificar la firma del representante legal de la empresa que iba a recibir la subvención. El tribunal condena además a Diego G. L., de 39 años, a indemnizar con 60.000 euros a la empresa perjudicada y a hacerse cargo de las costas del juicio.
La sentencia, a la que ha tenido acceso IDEAL, declara probado que Diego G. L. trabajaba en una empresa dedicada a la gestión de subvenciones de la Fundación tripartita paran la formación de empleo (Forcem) y, en su condición de consejero delegado, se apropió de dinero que Forcem había ingresado en una cuenta de su empresa pero que estaba destinado a financiar un plan de formación de otra sociedad. El 20 de enero de 2003, realizó un reintegro en efectivo de 100 euros de la citada cuenta, cargó un recibo telefónico de 129 euros, y transfirió 600 euros a la cuenta de su novia.
Cuatro días después, realizó un nuevo reintegro de 100 euros y el 27 de enero cobró, con cargo a esa cuenta, un cheque de 48.000 euros. El paso decisivo para la apropiación del dinero, según la sentencia, se materializó en el impreso en el que se aceptaba la subvención. El acusado, que aceptó los hechos durante el juicio, falsificó la firma del representante legal de la empresa destinataria final del dinero. El tribunal lo condena a un año de prisión por apropiación indebida y seis meses por falsedad en documento privado
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