GRANADA HOY
El PP consigue otro aval y gana los comicios, pero pasa de 24 a 16 eurodiputados. El mensaje del PSOE contra la política de Rajoy no convence y sólo obtiene 14 escaños. Podemos irrumpe como cuarta fuerza.
M. BAREA | ACTUALIZADO 26.05.2014 - 10:09
Podemos provocó este domingo una "fuerte erosión" en el escenario político diseñado, controlado y dominado por los partidos tradicionales. Sus dirigentes se apresuraron a anunciar, al conocer los resultados electorales -que encaramaron a la formación ciudadana al cuarto puesto, con 1.243.424 votos que llevarán al Parlamento Europeo a cinco miembros de su lista-, que comienza un "nuevo ciclo político".Sus números apabullaron. Como ejemplo de su zarandeo al sistema está el éxito obtenido en la Comunidad de Madrid, donde Podemos desbancó a Izquierda Unida. Sólo le superaron las poderosas maquinarias del PP y del PSOE.
Los dos grandes partidos sufrieron un severo castigo. El bipartidismo sobre el que se sustenta la vida política de este país vio moverse el suelo bajo sus pies. No ha sido un terremoto de dimensiones catastróficas, pero el temblor se notó en las sedes de Génova y Ferraz. Si Mariano Rajoy y su candidato, Miguel Arias, machacaron con su mensaje de la recuperación económica, y Alfredo Pérez Rubalcaba y su candidata, Elena Valenciano, lo confiaron todo a la restauración de las que consideran libertades y derechos perdidos, ninguno fue suficientemente tenido en cuenta por el electorado.
Los dos grantes partidos han padecido una hemorragia de sufragios que tendrán que taponar a partir de ahora, con la vista puesta en las convocatorias electorales futuras, mucho más interesantes para los ciudadanos que las celebradas ayer (aunque la participación subió con respecto a 2009). El PP ha conseguido otro crédito, pero no es a fondo pérdido.Sentará a 16 diputados en Estrasburgo, pero no hay que olvidar este dato: sólo ha logrado el 26,05% de los votos, 16 puntos menos que en 2009. Es una diferencia, a la baja, de más de dos millones y medios de papeletas. Enfrente, el PSOE asiste al recorte de sus parlamentarios en la Cámara europea y, sobre todo, a la derrota de toda una número dos del partido, Elena Valenciano. En la legislatura anterior contó con 23 miembros; a partir de ahora tendrá 14. También más de dos millones y medio de votantes le han dado la espalda. Conclusión: más de cinco millones de votantes que en 2009 optaron por uno de las dos grandes formaciones decidieron ayer darse de baja como sostenes del bipartidismo.
Los dos grandes partidos sufrieron un severo castigo. El bipartidismo sobre el que se sustenta la vida política de este país vio moverse el suelo bajo sus pies. No ha sido un terremoto de dimensiones catastróficas, pero el temblor se notó en las sedes de Génova y Ferraz. Si Mariano Rajoy y su candidato, Miguel Arias, machacaron con su mensaje de la recuperación económica, y Alfredo Pérez Rubalcaba y su candidata, Elena Valenciano, lo confiaron todo a la restauración de las que consideran libertades y derechos perdidos, ninguno fue suficientemente tenido en cuenta por el electorado.
Los dos grantes partidos han padecido una hemorragia de sufragios que tendrán que taponar a partir de ahora, con la vista puesta en las convocatorias electorales futuras, mucho más interesantes para los ciudadanos que las celebradas ayer (aunque la participación subió con respecto a 2009). El PP ha conseguido otro crédito, pero no es a fondo pérdido.Sentará a 16 diputados en Estrasburgo, pero no hay que olvidar este dato: sólo ha logrado el 26,05% de los votos, 16 puntos menos que en 2009. Es una diferencia, a la baja, de más de dos millones y medios de papeletas. Enfrente, el PSOE asiste al recorte de sus parlamentarios en la Cámara europea y, sobre todo, a la derrota de toda una número dos del partido, Elena Valenciano. En la legislatura anterior contó con 23 miembros; a partir de ahora tendrá 14. También más de dos millones y medio de votantes le han dado la espalda. Conclusión: más de cinco millones de votantes que en 2009 optaron por uno de las dos grandes formaciones decidieron ayer darse de baja como sostenes del bipartidismo.
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