-LA VIRGEN DEL PINO SE VISTE 1.767- LA PROVINCIA LAS PALMAS
El manto que usará en su recorrido hasta Las Palmas de Gran Canaria es una réplica del que portó en la inauguración de la Basílica - Teror recibe con lluvia la bajada del camarín
La Virgen del Pino, ya colocada sobre el trono en el que viajará a la capital sobre el todoterreno militar, ayer, tras la bajada del camarín en la Basílica de Teror. | quique curbelo
La Virgen del Pino está ya más cerca de Las Palmas de Gran Canaria. Teror celebró ayer la bajada de la patrona de la Diócesis de Canarias desde su camarín, luciendo una réplica del mismo traje rojo que llevaba en el año 1767 durante la inauguración de la Basílica. Mientras la lluvia sigue rociando el municipio y amenaza la celebración, la figura descendió hasta el trono erigido sobre el todoterreno del Ejército de Tierra "tuneado", como lo define el vicario general, Hipólito Cabrera. Catorce minutos de ritual, seguido con lágrimas, admiración y alguna sonrisa por los fieles que llenaron la iglesia.
La bajada de la Virgen genera expectación, pero menos que en las fiestas del Pino. La Basílica de Teror se llenó de fieles para seguir el ritual del descenso de la imagen desde el camarín, pero sin aglomeración y sin un seguimiento al aire libre. La lluvia sigue rociando Teror a día y medio del inicio del camino hacia la capital.
La Virgen lucirá en esta bajada a Las Palmas de Gran Canaria el sábado un manto confecciona- do por Herrera, que estrenó en el año 2002 gracias a una donación de Ana del Castillo, y que es una réplica de aquel que llevaba la patrona durante el año 1767 cuan- do Gran Canaria celebraba la inauguración del templo. El vestido sobresale por su rojo intenso sobre la talla de 104 centímetros y la figura del Niño en brazos, dentro de sus distintos elementos decorativos.
El descenso del camarín se prolongó durante 14 minutos, entre los que se intercalaba algún viva, aplausos, el himno de la Virgen cantado por el Coro parroquial dirigido por Fela García y algunas lágrimas de emoción, pero también la alegría de otros feligreses.
Si antes la imagen bajaba por una escalera de caracol, sería en la época del párroco Antonio Socorro Lantigua cuando se estrenó este moderno sistema de poleas, en el que parece que nunca va a llegar al final del camino.
A los pies se encontraba el vicario, Hipólito Cabrera, y el cura Manuel Reyes. Mientras, una niña pequeña seguía de rodillas con las manos orando a escasos metros.
La figura se colocó sobre el trono que portará el vehículo militar que se ha redecorado para la ocasión. Y, mientras, los organizadores de la bajada que se iniciará el sábado a las 6.30 horas de la mañana ultiman los detalles. Ayer el vicario aprovechó la eucaristía para pedir civismo a los participantes. Y, sobre todo, recalcó que la peregrinación que no requiere que los asistentes tengan que ir pegados a la imagen. Pero, por encima de todo, que no se tire basura durante el trayecto, recordando que está prohibido que se lancen voladores.
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