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Ninguno de los comercios puede cuantificar lo que han supuesto seis años de pérdidas continuas
La luz ya entra nítida a través de sus escaparates. El polvo ya no mancha sus locales ni su género. Pero las obras del metro aún les siguen dando causando ciertas molestias. Han sufrido siete años «horribles» por el 'acoso' de unos trabajos que abrieron en canal la mitad de una de las principales arterias de la ciudad y que arrinconaron sus negocios y casi los llevaron a la ruina. Ellos han aguantado. Otros han 'muerto' en el intento. Son los supervivientes de unas obras que, unidas a la crisis financiera, se han llevado por delante alrededor de 700 negocios en la larga avenida granadina, según arrojó un estudio que realizó hace dos años la empresa Grupo Estudio 3 en colaboración con la Plataforma de Damnificados por el Metro y el Centro Comercial Abierto de Granada.
Son los supervivientes, comerciantes que empiezan a ver la luz al final del largo túnel que en un futuro hará correr los trenes por debajo de sus pies. Llegaron a sufrir pérdidas superiores al 50% en sus ventas. Actualmente, las cajas se van recuperando. No se acercan a las facturaciones anteriores a la crisis, pero en algunos casos sí son entre un 30% y 40% más óptimas que en los años más crudos de la 'zona cero' del metro. «Afortunadamente, a nosotros no nos cogió en un mal momento económico, de lo contrario hubiésemos tenido que cerrar, como ha pasado con muchos otros negocios», apunta Guillermo Ruiz Rodríguez, propietario de la tienda de instrumentos musicales ubicada en la una de la esquinas de la nueva rotonda entre la calle Recogidas y el propio Camino de Ronda.
Él es uno de los comerciantes que explica que han pasado unos años «horribles» hasta que la avenida ha recuperado su urbanismo y ha dejado de tener ese aspecto de trinchera de guerra. «Todavía me cuesta pensar cómo estamos aún aquí. Ha sido horroroso, un desastre. Hemos aguantado teniendo pérdidas, pero gracias a que no me pilló con pérdidas anteriores», añade Guillermo Ruiz, cuyos instrumentos sufrieron la cochambre del polvo que entraba por la puerta. «Limpiabas y al rato ya tenías que estar limpiando otra vez», describe mientras observamos las bellas e impolutas guitarras que cuelgan de las paredes de su tienda.
Guillermo y su familia han tenido relativa suerte. Otros, cientos, no pueden decir lo mismo. «Con 60 años que tengo, si me arruino ya no me levanto. Entiendo al que ha tenido que cerrar. El primer año creo que fueron 400 negocios. Y el que ha 'muerto' ya no vuelve», se lamenta. Ahora es la propia situación económica general, la crisis de la que el país no termina de salir del todo, la que continúa haciendo mella.
Son muchos los comercios afectados que han sufrido durante mucho tiempo las consecuencias de las obras del metro. Algunos han sobrevivido y otros no. ¿Qué le parece el precio que han pagado durante estos años? ¿Llegarán a recuperarse? Participa en los comentarios.
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