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A una paciente de 4 años le insertan un desfibrilador en el corazón | La menor recibió el martes el alta después de que cardiólogos y cirujanos del Virgen de las Nieves y el Materno culminasen con éxito la intervención
La pequeña O., de cuatro años, recibió el martes el alta hospitalaria en el Materno de Granada y abandonó el centro sanitario riéndose, contenta y de la mano de sus papás con rumbo a Almería, donde residen. Hace apenas un mes, sin embargo, el pavor se apoderó de los rostros de esa familia tras recibir la fatídica noticia de que la benjamina se moría. Una mañana, a las ocho y media, la escolar se disponía a marcharse al colegio cuando sus padres se percataron de que tenía mucha debilidad y casi no podía andar. Segundos después cayó desplomada y con los ojos en blanco. Corrieron lo indecible para llevarla al centro de salud más cercano, en La Cañada, donde los médicos les informaron de que la menor había sufrido una parada cardiaca y había permanecido durante más de cinco minutos con el corazón parado. Las secuelas de una muerte súbita -que finalmente superó gracias a la intervención de los sanitarios- podían ser irreversibles.
El progenitor de O. recuerda que ni siquiera tuvo el valor de asomarse a la sala del centro de salud donde intentaron reanimar a su pequeña durante los minutos más largos de su vida. Al final, el diminuto corazón volvió a latir. «Entonces nos derivaron al hospital de la capital almeriense, a Torrecárdenas, donde mi hija permaneció una semana en la UCI. Allí nos dijeron que estaba muy mal e iba a morir. Luego nos mandaron -según nos dijeron- al mejor hospital de Andalucía para estos casos, al Virgen de las Nieves», narraba aliviada la madre.
«Aquí estuvo dos semanas en la UCI, estudiamos el caso y determinamos que padecía un síndrome QT con muerte súbita anterior», explicaba ayer el cirujano cardiovascular Abdo Abdallah, quien junto al doctor Francisco Gomera ha constituido una poderosa unidad en Granada, referente para toda la comunidad autónoma andaluza en terapias de estimulación cardiaca y desfibrilación en población infantil. En estos momentos incluso se tramita su acreditación como centro de referencia en toda España.
Con esas bazas, hace solo una semana decidieron meter en quirófano a O., quien -una vez más- movilizó las voluntades y el esfuerzo de todo un equipo médico para acometer con éxito una cirugía pionera en Granada. Se trata de una técnica que en los últimos años han copiado centros sanitarios de todo el país. «Le implantamos un desfibrilador cerca de su pequeño corazón para que le proporcione en el futuro descargas eléctricas en caso de que sea necesario», ilustraba el especialista libanés.
En 2007, a una bebé
«La intervención más exitosa de este tipo fue la ejecutada en 2007 a una bebé de dos meses», añadía el médico. A aquella pequeña, como a O., le pusimos un desfibrilador a través de una pequeña incisión en el tórax y el dispositivo mecánico lo ubicamos en la superficie externa del corazón (epicárdico).
«Lo que hemos hecho ahora es muy similar y no sería posible sin la colaboración de las cardiólogas María del Mar Vázquez del Rey y Francesca Perín, el servicio de anestesia y Luis Tercedor, jefe de la sección de Cardiología de la Unidad de Arritmias del hospital», apostillaba Abdallah. La paciente, atenta a las explicaciones de sus padres y de los médicos, sonreía y andaba por los pasillos de la planta ajena a que en su pecho ya se hallaba la solución a su síndrome de QT, causante de muchas arritmias cardíacas y con una elevada asociación a la muerte súbita.
«Estamos muy contentos y agradecidos», atinaban a decir los padres de O., quien no terminaban de creerse que su hija estuviera viva y sin secuelas aparentes.
Entre los profesionales de cardiología del Hospital Virgen de las Nieves que están trabajando para mejorar la calidad de sus técnicas se halla también Juan Jiménez Jáimez, ganador de la Beca Mutual Médica 2013, dotada con 9.000 euros, por un proyecto de investigación para prevenir el desarrollo de enfermedades cardíacas entre los familiares de quienes fallecen de muerte súbita. Este investigador -mejor MIR de España en su promoción- ha concluido que existe un grupo de cardiopatías familiares que se asocian con riesgo arrítmico, es decir, que pueden producir paros cardíacos y muerte súbita. Cuando esa circunstancia se da entre gente joven o deportistas se genera desconcierto ante la posibilidad de que haya un componente genético que reproduzca la enfermedad en otra persona allegada.
Para prevenir el desarrollo de estas patologías, la unidad de arritmia atiende a pacientes con cardiopatías familiares con riesgo. Tras el estudio se opta por la aplicación de tratamientos preventivos: fármacos, un desfibrilador automático implantable o consejos como el abandono de la natación u otros deportes.
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