LA VERDAD
Los vecinos se quejan del ruido y de los daños que provocan muchos jóvenes al estrellar botellas y piedras contra sus viviendas
Las alamedas siguen siendo punto de referencia para los que hacen cada fin de semana 'botellón'. Sin embargo, hay una nueva zona en auge que está generando las quejas de sus vecinos. La práctica de beber en la vía pública tiene ahora un nuevo lugar, más céntrico, y hasta puede llegar a ser peligroso, según a la hora en que se lleve a cabo, ya que está en un espacio de tránsito de trenes entre el Puente de Hierro y la estación del ferrocarril.
Cada viernes y sábado decenas de jóvenes se dan cita junto a la estación de Sutullena y en el tramo que va desde la Alameda de Fajardo el Bravo hasta el Puente de Hierro. Allí beben, sobre todo 'litronas', que cuando son apuradas terminan estampadas contra las vías del tren o las paredes de las viviendas más cercanas. Pero no solo las botellas de cristal son lanzadas a diestro y siniestro, ya que también las piedras de la vía son utilizadas como carga contra persianas y ventanas.
Las quejas no se han hecho esperar y más de un vecino ha llamado a la policía, aunque los jóvenes cuando ven llegar a los coches patrulla huyen despavoridos. Los controles se han intensificado en todas estas zonas, como también en las alamedas donde se sigue practicando el 'botellón' cada viernes y sábado.
«Vienen cargados de bolsas de plástico con botellas y vasos. Están durante varias horas y cuando se marchan lo dejan todo lleno de suciedad», se queja una de las vecinas, Ana María Navarro. En sus persianas son visibles los agujeros que han dejado las piedras de la vía del tren. «Parece que ese es su único entretenimiento, tirar piedras y romper botellas», cuenta indignada.
El Monasterio de Santa Ana y Magdalena de Clarisas también se ve afectado por esta situación, aunque después de varias llamadas a la policía parece que impera una cierta tregua. Tras la valla que tiene el monasterio, junto a la vía del tren, es habitual encontrar botellas de cerveza tras el fin de semana.
Los controles policiales se han intensificado, según la concejal de Seguridad Ciudadana, María Belén Pérez, que afirma que la Policía Local ha formulado en lo que va de año 186 denuncias por consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. Las épocas en que mayor número de personas practican 'botellón' es, según cuenta «en Semana Santa y feria, por lo que en esas fechas se pone un mayor énfasis para corregir ese tipo de actitudes».
La Policía Local ha denunciado a 39 establecimientos por suministrar bebidas alcohólicas sin carecer de la autorización necesaria, 28 por incumplir el horario de cierre conforme a la orden de Presidencia de la Comunidad Autónoma, y 8 por suministar bebidas alcohólicas a menores de 18 años. La edil explicó que algunos establecimientos son reincidentes. «Efectivamente hay alguno que ha vuelto a incumplir la ordenanza municipal», aseguró Pérez.
Las sanciones por consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública van desde 30 a 151 euros; la venta, dispensación o suministro de bebidas alcohólicas a menores de 18 años, de 1.500 a 2.500 euros; y el incumplimiento del horario establecido para la ventade 751 a 1.200 euros.
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