LA NUEVA ESPAÑA
El kilo de besugo cotiza estos días en la lonja avilesina a 50 euros mientras que la merluza ronda los trece
M. MANCISIDOR/ F. L. J. La cena de Nochebuena está a la vuelta de la esquina, pero el pescado brilla por su ausencia en la rula de Avilés, la que gracias a su alto volumen de ventas marca la tendencia para toda la región. El fuerte oleaje dificulta a los pescadores hacerse a la mar estos días de importante trajín mercantil. Sólo los barcos comunitarios dedicados principalmente a la pesquería de merluza están trabajando con relativa normalidad. Los de cerco -la flota que desembarca mayor variedad de especies comerciales- llevan ya tiempo amarrados a puerto y muchos pescadores de bajura han tomado la misma decisión. "Los cuatro que salen lo hacen arriesgando sus vidas", precisaron ayer responsables de la rula avilesina.
Los pescadores aseguraron, pese a todo, que habrá pescado fresco suficiente para cubrir la demanda. En la rula la esperanza la tienen puesta en el próximo lunes, cuando está previsto que entren cinco lanchas "con variedad". En los últimos días, el pescado rulado en Avilés registró precios similares a los de años atrás por estas fechas. Unos ejemplos: el kilo de besugo se vendió en la lonja a 50 euros (ejemplares grandes), la merluza rondó los 13 euros el kilo y la lubina los 24 euros. A diferencia de otras Navidades el pescado que faltará en las pescaderías es el virrey. ¿El motivo? El reciente cierre de esta pesquería.
La diferencia que aprecian los armadores es en el arte de vender. "Ahora vendemos el pescado por unidades en vez de por cajas: a un pescador le sale más rentable venir a por un besugo que tenga encargado y regresar al día siguiente a por otro que llevarse veinticinco y quedarse con todos en el mostrador", sentenció ayer por la tarde un armador en la rula de Avilés, donde apenas se subastaron unas cajas de congrios y algo de marisco (especialmente percebe).
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