GRANADA HOY
Más de 300 granadinos podrán conocer las entrañas de la estación Alcázar Genil en unas jornadas de puertas abiertas con motivo de la Semana Europea de la Movilidad
Las obras del Metro de Granada comienzan a vislumbrar su fin. Una culminación de los trabajos que significará el principio para un nuevo transporte en la ciudad. Y ya hay testigos que lo pueden corroborar, ya que se espera que entre hoy y mañana, en unas jornadas de puertas, más de 300 personas visiten una de las estaciones más emblemáticas del trazado por la capital: la de Alcázar Genil, en el Camino de Ronda.
La Semana Europea de la Movilidad ha sido la mejor excusa para que los granadinos puedan visitar esta estación, en la que además se encontraron restos arqueológicos de época Almohade (S.XIII), que convertirán el espacio en una estación con museo incluido en su parte superior.
Los primeros afortunados en ver sobre el terreno el avance de las obras fueron un grupo de alumnos del colegio Jardín de la Reina. Los niños se acercaron ayer hasta las obras y, con chaleco y casco, pudieron conocer en primicia la futura estación de su barrio, uno de los más castigados tras cinco años de obras. Ante el avance de las obras, ayer los comerciantes de la zona aseguraron estar "esperanzados", como declaró su presidente, Francisco Acuyo.
Por este mismo motivo, la delegada de la Junta en Granada, Sandra García, que ayer se estrenaba en el cargo, pidió disculpas "por todas las molestias que se han causado a vecinos y comerciantes", y puso especial énfasis en que el Metro "ya es una realidad que pisamos" que "mejorará la movilidad en Granada". A García la acompañó ayer el delegado provincial de Fomento y Vivienda, Manuel Morales, quien reiteró la promesa de la Junta para que el primer tramo del Metropolitano -el que une Albolote con La Caleta- estará en funcionamiento en el primer semestre del año que viene. Además, aseguró que llegaría a Armilla en 2015.
El delegado reiteró "el compromiso de la Junta" y garantizó que la financiación "es completa, cerrada y absoluta", pues "el ritmo de las obras es bueno y nos mantenemos en los plazos".
Durante la visita, el gerente de obras y proyectos del Metro, Alberto Sánchez, explicó a los asistentes cómo será la dársena una vez que esté terminada. La estación combinará modernidad con antigüedad, ya que desean que los viajeros sean también conscientes de las diferentes culturas que han pasado por la zona "del siglo XII al XXI".
Así, la estación -de unos 200 metros de largo- tendrá dos plantas. Se bajará desde la superficie al primer nivel, donde se pasarán los controles, y después se volverá a descender para acceder a la zona de los trenes. Además, las pareces no estarán revestidas, sino que dejarán ver los diferentes estratos de la tierra, muestras de cómo se ha formado la Vega granadina a lo largo de los siglos.
En la zona, además, se han encontrado restos de las paredes y el fondo de una alberca de 1218. Estos resquicios del pasado andalusí permanecerán visibles para todos los visitantes en una entreplanta superior a la que se accederá a través de escaleras. Pese a que no está claro aún cómo se protegerán, la intención es que se sean visitables, motivo por el cual han dejado que la luz natural entre e ilumine la zona.
La Semana Europea de la Movilidad ha sido la mejor excusa para que los granadinos puedan visitar esta estación, en la que además se encontraron restos arqueológicos de época Almohade (S.XIII), que convertirán el espacio en una estación con museo incluido en su parte superior.
Los primeros afortunados en ver sobre el terreno el avance de las obras fueron un grupo de alumnos del colegio Jardín de la Reina. Los niños se acercaron ayer hasta las obras y, con chaleco y casco, pudieron conocer en primicia la futura estación de su barrio, uno de los más castigados tras cinco años de obras. Ante el avance de las obras, ayer los comerciantes de la zona aseguraron estar "esperanzados", como declaró su presidente, Francisco Acuyo.
Por este mismo motivo, la delegada de la Junta en Granada, Sandra García, que ayer se estrenaba en el cargo, pidió disculpas "por todas las molestias que se han causado a vecinos y comerciantes", y puso especial énfasis en que el Metro "ya es una realidad que pisamos" que "mejorará la movilidad en Granada". A García la acompañó ayer el delegado provincial de Fomento y Vivienda, Manuel Morales, quien reiteró la promesa de la Junta para que el primer tramo del Metropolitano -el que une Albolote con La Caleta- estará en funcionamiento en el primer semestre del año que viene. Además, aseguró que llegaría a Armilla en 2015.
El delegado reiteró "el compromiso de la Junta" y garantizó que la financiación "es completa, cerrada y absoluta", pues "el ritmo de las obras es bueno y nos mantenemos en los plazos".
Durante la visita, el gerente de obras y proyectos del Metro, Alberto Sánchez, explicó a los asistentes cómo será la dársena una vez que esté terminada. La estación combinará modernidad con antigüedad, ya que desean que los viajeros sean también conscientes de las diferentes culturas que han pasado por la zona "del siglo XII al XXI".
Así, la estación -de unos 200 metros de largo- tendrá dos plantas. Se bajará desde la superficie al primer nivel, donde se pasarán los controles, y después se volverá a descender para acceder a la zona de los trenes. Además, las pareces no estarán revestidas, sino que dejarán ver los diferentes estratos de la tierra, muestras de cómo se ha formado la Vega granadina a lo largo de los siglos.
En la zona, además, se han encontrado restos de las paredes y el fondo de una alberca de 1218. Estos resquicios del pasado andalusí permanecerán visibles para todos los visitantes en una entreplanta superior a la que se accederá a través de escaleras. Pese a que no está claro aún cómo se protegerán, la intención es que se sean visitables, motivo por el cual han dejado que la luz natural entre e ilumine la zona.
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