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Fue localizado ayer por la Guardia Civil y ya ha cometido otros delitos contra la seguridad vial
«Cualquiera se puede despistar conduciendo, pero es que primero dio un golpe a mi mujer y, en vez de enderezar el coche, siguió por el arcén y me arrolló». Así expresaba Juan Francisco López lo que le ocurrió en la tarde noche del domingo en la carretera Ex-300 en Almendralejo, cuando fue atropellado por un automóvil cuando iba montado en bicicleta con su esposa.
El conductor, de 44 años, conducía un Audi A4 y se dio a la fuga, pero fue localizado ayer por la Guardia Civil e imputado por un presunto delito de atropello a un ciclista y omitir el deber de socorro, castigado por el artículo 195 del Código Penal.
«Me podía haber matado»
«Lo peor no son los golpes, sino que me podía haber matado y encima, ni se paró», explicó ayer indignado este joven almendralejense en una entrevista concedida a HOY, en la que mostró las heridas que le ha producido el accidente.
Fue dado de alta a las pocas horas del accidente, después de que fuera examinado en el hospital de Tierra de Barros y posteriormente en el hospital de Mérida, donde le siguieron haciendo pruebas. Sin embargo, aún son muy evidentes los moratones en el costado, la fisura en los dedos de un pie, «que no tienen importancia, pero que duelen mucho», dice, y una herida en la pierna derecha.
Sin embargo, el suceso le ha dejado otro tipo de secuelas. «Llevo ya dos noches sin dormir -contaba ayer- no me lo quito de la cabeza, es que me podía haber matado si en vez de darme con el lateral me da con el capó del coche». Además, Juan Francisco decía ayer haber escuchado que incluso el conductor que lo hirió se jactó el domingo en un bar, al que acudió tras el accidente, de haber atropellado a un ciclista.
Volvía con su familia
Sin embargo, la víctima se mostraba ayer satisfecha porque al fin había sido localizado el conductor, un vecino de Aceuchal que tiene ya antecedentes por delitos contra la seguridad vial. La Guardia Civil pudo localizarlo porque el Audi se dejó un espejo retrovisor en la cuneta donde el conductor atropelló al ciclista, que volvía de una pequeña ruta de domingo con su familia.
A pesar de que la persona que se dio a la fuga era reincidente, Juan Francisco no se encontraba muy esperanzado, porque, según le han comentado, no es fácil que este individuo obtenga una pena ejemplarizante, como desearía.
Al parecer, porque las heridas que le mantendrán de baja durante algunas semanas no son lo suficientemente graves como para que el conductor pise la cárcel. «¿Me tenía que haber matado para que le cayera una buena?», se preguntaba ayer.
Desde el domingo no se habla de otra cosa en Almendralejo y en las redes sociales, donde los clubes ciclistas de la ciudad han expresado su malestar por este hecho.
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