IDEAL.ES
Miles de personas llenaron ayer la Playa de Poniente para disfrutar de los fuegos artificiales
El cielo volvió a llenarse de luz y color. Era el epílogo a una semana festiva que motrileños y visitantes han disfrutado entre el recinto ferial, la fiesta en el centro y las actividades deportivas que se han repartido por diferentes instalaciones municipales. Pero ayer tocaba el turno a la playa, al mar, a ese trocito de Motril que tantas veces ha pasado desapercibido para muchos pero al que, por fortuna, cada vez se asoma más la ciudad. «También tenemos derecho a disfrutar de algo de las fiestas los que vivimos en la playa», señalaba Cristina Gómez, vecina habitual de la Playa de Poniente, mientras aguardaba el inicio del castillo de fuegos artificiales que anoche marcaba el final definitivo de las Fiestas 2013. Junto a ella Carmen Moreno, otra vecina de la zona, recordaba como «hace unos años organizaban en los días de la feria cosillas aquí en la playa, como fiestas de la espuma, actividades para los críos y un año hasta una paella gigante a la que vinieron miles de personas».
Ayer, desde primeras horas de la tarde, toda la franja litoral de la playa motrileña fue llenándose de familias y grupos de amigos dispuestos a pasar una buena tarde de baño y una agradable noche viendo los fuegos artificiales. «Con el calor que hace hoy en Motril nos hemos venido a la playa y ya no nos subimos hasta la una o las dos de la mañana, cuando no haya atascos de coches y tengamos más fresquito», indicaba Luis Luján mientras ayudaba a su mujer y tres críos a poner la sombrilla y las toallas junto al 'rebalaje'.
La afluencia de público fue incrementándose según pasaban las horas, y una vez que sol se ocultó la gente tomó posiciones en la amplia playa para no perderse ni un instante del fabuloso espectáculo que, minutos después de las once de la noche, se desarrollaba en el cielo. Los últimos autobuses de la tarde dejaban salir de su interior a un rosario de personas que se desplazaban desde el centro de la ciudad, como el grupo formado por Juan Antonio González, Manolo Estévez, Encarni García, Josefa Vargas, Jesús Chaparro, Matilde Fernández y Francisco Molina. También los bares y chiringuitos de la zona tuvieron ayer más actividad de la habitual, y es que «la noche de los fuegos artificiales y la de la Virgen del Carmen son las más fuertes de todo el verano, al menos para nosotros», según señalaba David Reyes de Chiringuito Alonso, donde anoche Loli Maldonado, Jorge López, Rubén Reyes, Cristóbal Maldonado y Alejandro Sierra vivieron unas intensas horas de trabajo.
Tres cohetes anunciaban el inicio de una mágica lluvia de luz y color al compás de la música. La melodía de la canción 'Allegria' de 'El Circo del Sol' era la primera en sonar, siguiéndole otras canciones tan conocidas como la eurovisiva 'Euforia'. El público no dejó de aplaudir cada una de las piezas, y en más de una ocasión las exclamaciones de admiración de los espectadores podían escucharse en toda la playa. Fueron alrededor de veinte minutos, a cuyo término todos comentaban el buen trabajo realizado por la empresa pirotécnica, que logró pintar de color el cielo. «Si no fuera por el atasco que vamos a tener ahora para llegar hasta Motril, esto hubiera sido como subir al cielo», afirmaba un vecino temiendo la caravana que en la carretera de acceso a la Playa de Poniente se originaba en torno a la medianoche. Precisamente para esquivar estas retenciones muchos decidieron dejar pasar unas horas paseando por la playa o visitando alguno de sus pubs y chiringuitos.
Velas
Y si en Motril se encendía el cielo, en Almuñécar lo hacían doscientas velas. Tantas como rodeaban al piano en el que David Gómez ofrecía un concierto en el bello marco del Parque del Acueducto, un remanso de paz en el que se dieron cita dos centenares de personas, entre las que se encontraban vecinos de Almuñécar como Oliver Gómez, Enri Gómez, Maribel Castillo, Itzior y Jorge Hernández. No faltaban tampoco veraneantes que pasan estos días en la ciudad costera, como Macarena García y Álvaro Ramírez, que quedaron tan sorprendidos por el concierto como por el bello entorno en el que se celebraba. Cada una de las piezas que el pianista interpretó «casi se podían visualizar», como señalaba la concejal de Cultura, Olga Ruano en una noche tan mágica.
Comentarios
Publicar un comentario