GRANADA HOY
El Patronato tiene su propio camión autobomba con cisterna Los dispositivos de alerta tardan menos de 15 minutos en activarse en cuanto hay una alerta
Cada vez que hay un atisbo de humo cerca de la Alhambra, saltan las alarmas. No sólo los mismos empleados del monumento nazarí, sino prácticamente todos los granadinos temen que las llamas, algún día, puedan llevarse por delante la imagen más insigne de Granada.
Pero el monumento está preparado. Once siglos a cuestas no pueden desaparecer tras las llamas así como así, y para evitarlo el Patronato de la Alhambra y el Generalife cuenta con toda una red de hidrantes contraincendios y de aspersores que riegan diariamente las arboledas del monumento, tanto en el área de Gomérez como en la de San Pedro y el Generalife.
Estos kilómetros de hidrantes y cientos de aspersores cuidan de que la vegetación del entorno de la Alhambra esté bien hidratada, pero también de que no haya fuego que se atreva a cruzar las lindes del monumento nazarí. Así, el dispositivo de vigilancia y seguridad del recinto se halla activado las 24 horas del día, "por lo que si se detecta algún conato de incendio en las inmediaciones, se activa de inmediato el funcionamiento de la red", explica el jefe del Departamento de Jardines y Bosques del Patronato de la Alhambra, Rafael de la Cruz. Precisamente, este proceso se llevó a cabo en la tarde del pasado martes, cuando hubo un incendio en una casa de la carretera de la Sierra. Pese a que quedaba relativamente lejos, mejor prevenir que curar, evitando así posibles lamentaciones después.
Tal y como explica De la Cruz, la Alhambra dispone de diferentes dispositivos de alerta cuando hay riesgo de incendio. El departamento de seguridad suele enterarse de los fuegos cercanos por dos vías: o bien ellos mismos lo ven, o bien reciben el aviso por parte de Emergencias o incluso el Ayuntamiento cuando los vecinos los llaman dando la voz de alarma. El tiempo medio de respuesta es de unos 10-15 minutos, dentro de los cuales se ponen en marcha todos los recursos de que dispone el Patronato. En el momento en el que se conoce la posibilidad de fuego, tal y como explica De la Cruz, todos los efectivos de seguridad encienden los aspersores de la zona que puede resultar más cercana.
En caso de que el incendio se acercara más de la cuenta, la Alhambra dispone de efectivos preparados para combatirlo hasta que lleguen los bomberos y el Infoca, a quienes se les llama de forma simultánea desde Emergencias para que aúnen fuerzas.
Todos los operarios de las empresas encargadas del manejo de la vegetación que prestan servicios en el monumento cuentan, además, "con la obligación de su disponibilidad y adiestramiento para su actuación en caso de conato de incendio", explica De la Cruz. De hecho, cada año se actualiza la formación para que el personal esté completamente preparado para hacer frente a un caso de alerta máxima, siempre hasta que lleguen los efectivos profesionales de Bomberos e Infoca, ya que la plantilla de la Alhambra sólo actuaría si pasara algo dentro del recinto.
Entre las habilidades de estas 12 personas de la plantilla están el manejo del camión autobomba con cisterna de que dispone el Patronato. Este se encuentra en la zona del aparcamiento, a la entrada del monumento, y tiene una capacidad de casi 4.000 litros. Además, el camión puede ser utilizado por el personal de Infoca si fuera necesario.
Todos estos dispositivos son los que han conseguido que no haya habido un incendio dentro del recinto nazarí desde 2004, año en el que un fuego que comenzó por la zona de la Fuente del Avellano tocó la ladera norte de los jardines del Generalife. "Por suerte, se trató de un incendio pequeño y nosotros mismos lo extinguimos", recuerda el jefe del departamento de jardines y bosques. Un susto, como otro que hubo hace cuatro años, esta vez en la zona de los aparcamientos, cuando un coche comenzó a arder y, de nuevo, los propios efectivos de la Alhambra lo solucionaron sin que hubiese más peligro para el monumento. "Los bomberos llegaron cuando ya estaba extinguido", cuenta De la Cruz. Más allá de pequeños conatos, el monumento tan sólo ha precisado movilizar un helicóptero del Infoca en una ocasión, algo que esperan que no vuelva a suceder.
El mayor peligro que acecha a los jardines de la Alhambra son las tierras cercanas, especialmente las pertenecientes a la zona de la Dehesa del Generalife, que son de titularidad pública y que suelen estar más secas que las que componen el recinto nazarí. Aún así, en caso de que hubiera un incendio en esta zona, la rapidez de los efectivos del Infoca y de los propios de la Alhambra procuraría que las llamas no se acercaran al entorno nazarí, consiguiendo así que el castillo rojo y sus jardines permanezcan blindados, esperan, por muchos siglos más.
Pero el monumento está preparado. Once siglos a cuestas no pueden desaparecer tras las llamas así como así, y para evitarlo el Patronato de la Alhambra y el Generalife cuenta con toda una red de hidrantes contraincendios y de aspersores que riegan diariamente las arboledas del monumento, tanto en el área de Gomérez como en la de San Pedro y el Generalife.
Estos kilómetros de hidrantes y cientos de aspersores cuidan de que la vegetación del entorno de la Alhambra esté bien hidratada, pero también de que no haya fuego que se atreva a cruzar las lindes del monumento nazarí. Así, el dispositivo de vigilancia y seguridad del recinto se halla activado las 24 horas del día, "por lo que si se detecta algún conato de incendio en las inmediaciones, se activa de inmediato el funcionamiento de la red", explica el jefe del Departamento de Jardines y Bosques del Patronato de la Alhambra, Rafael de la Cruz. Precisamente, este proceso se llevó a cabo en la tarde del pasado martes, cuando hubo un incendio en una casa de la carretera de la Sierra. Pese a que quedaba relativamente lejos, mejor prevenir que curar, evitando así posibles lamentaciones después.
Tal y como explica De la Cruz, la Alhambra dispone de diferentes dispositivos de alerta cuando hay riesgo de incendio. El departamento de seguridad suele enterarse de los fuegos cercanos por dos vías: o bien ellos mismos lo ven, o bien reciben el aviso por parte de Emergencias o incluso el Ayuntamiento cuando los vecinos los llaman dando la voz de alarma. El tiempo medio de respuesta es de unos 10-15 minutos, dentro de los cuales se ponen en marcha todos los recursos de que dispone el Patronato. En el momento en el que se conoce la posibilidad de fuego, tal y como explica De la Cruz, todos los efectivos de seguridad encienden los aspersores de la zona que puede resultar más cercana.
En caso de que el incendio se acercara más de la cuenta, la Alhambra dispone de efectivos preparados para combatirlo hasta que lleguen los bomberos y el Infoca, a quienes se les llama de forma simultánea desde Emergencias para que aúnen fuerzas.
Todos los operarios de las empresas encargadas del manejo de la vegetación que prestan servicios en el monumento cuentan, además, "con la obligación de su disponibilidad y adiestramiento para su actuación en caso de conato de incendio", explica De la Cruz. De hecho, cada año se actualiza la formación para que el personal esté completamente preparado para hacer frente a un caso de alerta máxima, siempre hasta que lleguen los efectivos profesionales de Bomberos e Infoca, ya que la plantilla de la Alhambra sólo actuaría si pasara algo dentro del recinto.
Entre las habilidades de estas 12 personas de la plantilla están el manejo del camión autobomba con cisterna de que dispone el Patronato. Este se encuentra en la zona del aparcamiento, a la entrada del monumento, y tiene una capacidad de casi 4.000 litros. Además, el camión puede ser utilizado por el personal de Infoca si fuera necesario.
Todos estos dispositivos son los que han conseguido que no haya habido un incendio dentro del recinto nazarí desde 2004, año en el que un fuego que comenzó por la zona de la Fuente del Avellano tocó la ladera norte de los jardines del Generalife. "Por suerte, se trató de un incendio pequeño y nosotros mismos lo extinguimos", recuerda el jefe del departamento de jardines y bosques. Un susto, como otro que hubo hace cuatro años, esta vez en la zona de los aparcamientos, cuando un coche comenzó a arder y, de nuevo, los propios efectivos de la Alhambra lo solucionaron sin que hubiese más peligro para el monumento. "Los bomberos llegaron cuando ya estaba extinguido", cuenta De la Cruz. Más allá de pequeños conatos, el monumento tan sólo ha precisado movilizar un helicóptero del Infoca en una ocasión, algo que esperan que no vuelva a suceder.
El mayor peligro que acecha a los jardines de la Alhambra son las tierras cercanas, especialmente las pertenecientes a la zona de la Dehesa del Generalife, que son de titularidad pública y que suelen estar más secas que las que componen el recinto nazarí. Aún así, en caso de que hubiera un incendio en esta zona, la rapidez de los efectivos del Infoca y de los propios de la Alhambra procuraría que las llamas no se acercaran al entorno nazarí, consiguiendo así que el castillo rojo y sus jardines permanezcan blindados, esperan, por muchos siglos más.
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