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«Hace unos días recogimos quince perros en menos de 24 horas, más ocho cachorros que encontramos en un saco tirado en la cuneta de una carretera cerca de Plasencia». Con tan espeluznantes declaraciones, Elena Sánchez, presidenta de la Asociación Adopta Plasencia, resume los últimos días de ajetreo en la asociación.
Al abandono de mascotas se suma la disyuntiva de las crías nacidas en primavera. «La gente no sabe qué hacer con las crías, porque no quieren tener tantas mascotas en casa. Esto se soluciona castrando o vigilando mejor a los animales», afirma Elena, que tiene a su cargo 20 gatos y más de 60 perros repartidos en casas de acogida, debido a que la asociación no cuenta con instalaciones propias.
«Estamos desbordados, ahora mismo estamos por encima de nuestras posibilidades, ya que en la perrera hay 50 plazas y tenemos a más de 70 perros allí», apunta Salud Mateos, otra luchadora en favor de los animales y presidenta de la Asociación Protectora de Animales de Plasencia, que gestiona la perrera municipal de Plasencia.
Además de los abandonos sufridos cada verano, este año la crisis también ha afectado a esta entidad, ya que recibe más animales y da en adopción a menos debido a que la gente no dispone de liquidez para tener una mascota.
Tanto Salud como Elena destacan la labor tan importante que desempeñan las familias de acogida, ya que son el puente entre la perrera y los hogares que finalmente adoptan y dan una segunda oportunidad a estos animales abandonados. Pero, a pesar de la buena intención que muestran muchas veces, devuelven los animales, ya que se quieren ir de vacaciones. «Por eso es importante encontrar cuanto antes nuevas familias que adopten», apunta Elena.
Para que un perro llegue a una familia adoptiva, éste debe pasar unas pruebas muy meticulosas. «Cuando llega un animal, lo primero que hacemos es desparasitarlo, vacunarlo y medir su peso y altura», explica Salud.
Tratamiento
Posteriormente, tras unos días viendo el comportamiento, es sometido a un análisis en la que ve si sufre algún tipo de enfermedad o anomalía, para que posteriormente pueda ser enviado a una familia de adopción.
Alemania, Italia, Francia o Bélgica son los países de destino de muchas mascotas abandonadas aquí, y que allí encuentran una segunda oportunidad. Aunque a nivel nacional también encuentran a mucha gente dispuesta a ayudar. «Hemos tenido el caso de una chica que ha venido desde Sevilla a por un conejo», cuenta Elena, que valora mucho conocer previamente a las familias adoptivas de las mascotas.
El problema de abandonos que existe en Plasencia también ha llegado a los países del norte europeo, que consideran inexplicable la situación. «En Alemania, uno de nuestros principales puntos para adoptar, no entienden la situación, por eso van a pedir al Ayuntamiento que se tomen medidas», señala Salud Mateos.
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