FARO DE VIGO
La Fundación Sales, donde floreció el nenúfar gigante, proyecta un gran invernadero con lago artificial
La Fundación Sales, en la Avenida de Europa, mantiene un objetivo prioritario para su futuro: la construcción de un gran invernadero de cristal que convierta a este jardín en el referente del noroeste peninsular. Pero al proyecto arquitectónico firmado por Ettore Burdese y ubicado en las inmediaciones de la entidad le falta financiación. Sin embargo, el compromiso adquirido por el Concello para colaborar con esta fundación les ha dado nuevas esperanzas. El interés suscitado a raíz de la floración del nenúfar gigante, con cientos de visitas, les confirma la fascinación que genera la botánica.
El objetivo está definido y dibujado. La Fundación Sales plantea como compromiso prioritario para su futuro la construcción de un gran invernadero de cristal de inspiración victoriana con zona verde y lago artificial en el exterior. El proyecto del arquitecto Ettore Burdese plantea un gran "palacio de cristal" en 2.500 m2 de planta y 12 metros de altura. La ubicación propuesta es en las inmediaciones de la entidad y la financiación no está resuelta, pero el ofrecimiento del Concello para colaborar económicamente devuelve la esperanza de su construcción a esta fundación ubicada en la Avenida de Europa y que alcanzó repercusión internacional la semana pasada gracias al florecimiento del gran nenúfar gigante "Victoria Cruziana".
"Es un proyecto ambicioso, pero hay que tener esta mentalidad si queremos un gran jardín botánico para la ciudad ya que, por su ubicación, podría ser el de referencia en todo el noroeste peninsular", valora Oliver Weiss, su director. Así, este invernadero contendría tres espacios con climas diferenciados para poder cultivar sus respectivas especies: tropical (440 m2 de superficie con temperaturas entre 19 y 25 grados), desértico (410 m2 entre 5 y 30 grados) y autóctono (670 m2 a 20 grados).
"Aquí gozamos de un buen clima, pero es inviable pretender que crezcan muchas especies, entre ellas árboles tropicales", confiesa Oliver, quien vaticina "un nuevo mundo de posibilidades" si finalmente se materializa este proyecto. Para empezar, podrían multiplicar las colaboraciones con los Royal Kew Gardens de Londres, quienes donaron las semillas para el nenúfar gigante tras desplazarse allí Oliver Weiss con el fin de aprender todas las técnicas. Además, se mantendrían las actuales instalaciones en la Avenida de Europa, que servirían también para "alimentar" al gran invernadero.
Exóticos paisajes, relajantes juegos de agua, cascadas, rocallas, formaciones graníticas, colecciones de plantas acuáticas y terrestres... En sus 12 metros de altura y 25.000 m2 de superficie total, el arquitecto propone diferentes rutas, algunas a nivel, otras en altura gracias a un sistema de balcones y, finalmente, bajo superficie, un recorrido que permitiría estudiar las raíces de las plantas. Además, una de las entradas al botánico discurriría bajo el lago artificial con el fin de que se puedan observar perfectamente las plantas acuáticas.
"Existe un verdadero reclamo por parte de la sociedad para ver especies vegetales, lo hemos notado en el gran aumento del número de visitas. Por eso, el invernadero sería también un gran atractivo turístico no solo para Vigo, sino para todo el noroeste, ya que solo existe algo similar en Gijón, Madrid y Coímbra", explica Weiss. Precisamente, el impacto mundial del crecimiento del nenúfar gigante multiplicó las entradas a la fundación, que ya reúne cerca de mil especies, algunas de ellas en peligro de extinción.
Pese a su éxito, actualmente la principal fuente de financiación es la dotación económica que altruistamente aportan sus patronos y socios, además de la venta de plantas.
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